Barrio Los Ángeles

“Estamos cansados, somos todos trabajadores, no queremos vivir así”

Es el reclamo de los vecinos de uno de los grandes conglomerados de gente que tiene el norte de la ciudad. Dicen que faltan obras hídricas, que las calles están intransitables -sólo hay tres asfaltadas- y que los yuyos miden más de dos metros. La vecinal (21 de octubre) está cerrada hace una década.

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Imagen elocuente. Las nenas caminan por la calle de tierra, rodeadas de yuyos y malezas que, en muchos casos, superan los dos metros de altura.

Foto: Manuel Fabatía

 

Juan Ignacio Rodríguez

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Sebastián Moreyra tiene 30 años, y hace 20 que vive en “Los Ángeles”, una de las populares barriadas del norte de la capital santafesina. El martes pasado, junto a un grupo de vecinos, llevó adelante una reunión que convocó a más de 100 personas que viven en la zona. El motivo: hacer visibles varios reclamos, de años, con el fin tener una mayor calidad de vida.

En una charla con EL Litoral, posterior al encuentro, Moreyra destacó que “las principales dificultades que tenemos en la actualidad son los desagües del barrio. Si bien con la obra de Larrea se avanzó mucho en la cuestión hídrica, seguimos sin la conexión de los desagües internos de Los Ángeles hacia el Larrea. Y en esta época de tantas lluvias, venimos teniendo complicaciones de manera seguida. Por eso necesitamos, para el bienestar de todos los vecinos, que se avance con esa obra”.

Azopardo, Aguado y Azcuénaga son las únicas tres calles asfaltadas que tiene el barrio. Esto significa que cuando hay mal tiempo, sumado a los desvíos lógicos por la obra del desagüe Larrea, no hay ninguna buena salida del lugar. No hay ni siquiera algunas calles con ripiado.

Esta problemática deriva en una gran cantidad de inconvenientes, como anegamientos que dificultan la entrada de ambulancias, patrulleros e incluso de los mismos colectivos.

Sebastián, un vecino, tiene un hermano en silla de ruedas que debe asistir a rehabilitación varios días a la semana. Cuando llueve, la ambulancia que lo traslada directamente no puede entrar, y cuando lo puede hacer, es un sufrimiento para el chico, por la gran cantidad de pozos que hay que generan un movimiento muy brusco en el traslado.

“Todas estas situaciones nos generan mucha impotencia. Los patrulleros prácticamente tampoco entran, por ende, los hechos de inseguridad también son moneda corriente. Los ladrones entran en moto, asaltan a alguien y salen a toda velocidad sin que nadie los frene. Necesitamos más presencia de la policía, al menos con algunas rondas”, aseguró Moreyra.

Los yuyos altos, otra realidad. “Es impresionante -sostiene Moreyra- hay zonas en los cuales miden más de dos metros. Terminamos haciéndonos cargo nosotros del corte. De hecho, al lugar donde se realizó la reunión, lo pusieron en condiciones los mismos vecinos. Esas enormes malezas traen aparejada la presencia de mosquitos en cantidad, roedores y alacranes”.

Un dato que llama mucho la atención: los vecinos de barrio Los Ángeles podrían haberse reunido en la vecinal correspondiente que es la “21 de octubre”, pero no pudieron. El motivo: ¡hace 12 años que está cerrada! Y a su vez, en teoría, hay una comisión funcionando. Inexplicable.

Sobre el final de la nota, y sin ánimo de generar polémicas, Moreyra concluyó: “El estado, y me refiero a Provincia, Municipio y de ser necesario, porque acerca fondos, a Nación, debería estar más presente para mejorar la calidad de vida de los vecinos. Somos todos trabajadores, pagamos todos los impuestos. Somos gente de clase media que intenta vivir bien, dignamente. Nos sentimos abandonados. Y esto va mucho más allá de un color político, no me interesa, porque esto viene de hace muchos años atrás.”

“Lamentablemente nosotros terminamos quedando en el medio, siendo rehenes en la discusión entre municipio y provincia”.