Proceso anticorrupción en Brasil

Condenan a Lula a 12 años y 11 meses de cárcel en otra sentencia por el Lava Jato

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De mal en peor. Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil entre el 1º de enero de 2003 y el 1º de enero de 2011.

Foto: Archivo El Litoral

 

Redacción El Litoral

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Telam

El ex presidente brasileño ya está preso por haber recibido un apartemento en una playa paulista a cambio de sobornos. Ahora fue sentenciado por haberse favorecido por las obras que las empresas OAS y Odebrecht hicieron en una propiedad rural perteneciente a un amigo suyo.

Luiz Inácio Lula da Silva, actualmente preso, fue condenado ayer a 12 años y 11 meses de cárcel por otro caso ligado a delitos de corrupción y lavado de dinero, en el marco de la investigación conocida como Lava Jato, que textualmente significa “lavado de autos”, porque esta famosa cuasa empezó con la intervención en un lavadero de vehículos. Lula, que presidió Brasil entre 2003 y 2011, ya cumple condena desde 2018 por otro caso de corrupción, después de que la justicia brasileña diera por comprobado que recibió un apartamento en una playa de San Pablo a cambio de sobornos.

En este nuevo caso, Lula fue hallado culpable de ser favorecido por las empresas OAS y Odebrecht con obras hechas en una propiedad rural que frecuentaba y que está ubicada cerca del municipio de Atibaia, en el estado de San Pablo. La jueza Gabriela Hardt, quien sustituyó a Sérgio Moro, condenó también a los empresarios Marcelo Odebrecht (cinco años y cuatro meses) y Emilio Odebrecht (tres años y tres meses), así como a Leo Pinheiro, ex presidente de OAS (un año y siete meses). También recibieron penas Fernando Bittar (dueño de la casa de campo), José Carlos Bumlai (responsable de las obras) y cuatro personas más, informó el diario Folha de Sao Paulo.

El pago de las obras en la propiedad por parte de Odebrecht fue revelado en enero de 2016 por el citado periódico. Bittar, un viejo amigo de la familia de Lula, cedió temporalmente la propiedad al ex presidente en 2010 para que pueda disfrutarla con su familia. Según la justicia brasileña, si bien no es el propietario de la casa de campo, Lula se benefició ilegalmente de las reformas hechas en la misma por parte de empresas que fueron favorecidas en su gobierno con contratos amañados con la petrolera estatal Petrobras.

Esquema criminal

“Es un hecho que la familia del ex presidente era una frecuentadora asidua del inmueble y lo usufructuó como si fuera una donación”, escribió Hardt en la sentencia. Para los fiscales, Lula “capitaneó un esquema criminal” y “de modo consciente y voluntario”, ocultó el origen del dinero usado para las obras de ampliación de la propiedad. de acuerdo a un informe de la policía, los gastos ascendieron a 1.260.000 reales, es decir unos 340.000 dólares. Lula está preso desde abril último en Curitiba tras ser hallado culpable de haber recibido un departamento en Guarujá que fue reformado por OAS. El ex mandatario, del izquierdista Partido de los Trabajadores está recurriendo esta sentencia en tercera instancia.

En julio de 2017, Moro, quien se apartó del caso y luego renunció para asumir como ministro de Justicia del gabinete del presidente Jair Bolsonaro, condenó a Lula a 9 años y 6 meses de prisión, pero la pena fue elevada a 12 años y un mes por un tribunal de apelaciones. La condena impidió a Lula, de 73 años, presentarse a las elecciones que ganó Bolsonaro el año pasado y para las que tenía la mayor intención de voto en los sondeos.