En el Reino Unido

El parlamento frustra por tercera vez el acuerdo del Brexit de Theresa May

  • “Las consecuencias de la decisión adoptada por la Cámara pueden ser graves”, señaló la primera ministra una vez conocida la votación de ayer. La premier sigue sin poder ratificar el tratado que avala la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea, pacto refrendado por los propios británicos en 2016.
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Con convicción. La primera ministra británica Theresa May argumenta a favor del Brexit en la histórica y emblemática Cámara de los Comunes. Hasta ahora no ha podido convencer a la mayoría de los parlamentarios. Foto: Xhinhua

 

Redacción El Litoral

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Télam

El parlamento británico rechazó ayer por tercera vez el acuerdo del Brexit, acercando al Reino Unido a una salida abrupta de la Unión Europea (UE) para el próximo 12 de abril, o bien a pedir una larga prórroga que lo obligaría a participar en las elecciones comunitarias de mayo. La primera ministra Theresa May perdió esta vez por 58 votos de diferencia (344 a 286), una derrota menos contundente que las que tuvo que sufrir en las dos elecciones anteriores, ocurridas en enero pasado y principios de marzo, las que cedió por 230 y 149 sufragios respectivamente. No obstante ello, la negativa parlamentaria mantiene bloqueada la ratificación del tratado de salida que en su momento se negoció con Bruselas.

“Las consecuencias de la decisión adoptada por la Cámara de los Comunes son graves”, fueron las primeras palabras expresadas por May tras la elección parlamentaria. “Me temo que hemos llegado al límite en todo este proceso y, como consecuencia, el Reino Unido deberá dejar la UE el 12 de abril próximo, es decir en solo catorce días”, afirmó la primera ministra en el parlamento. El norirlandés Partido Democrático Unionista, que considera inaceptable la salvaguarda para evitar una frontera entre Irlanda del Norte y República de Irlanda, mantuvo su oposición al texto, a pesar de que el gobierno trabajó durante semanas para intentar un cambio en dicha postura.

Tampoco fue determinante el sacrificio que ofreció May a sus colegas conservadores, al prometer su renuncia si el acuerdo era aprobado. El ex canciller Boris Johnson, Dominic Raab y otros referentes entre los llamados “euroescépticos”, que aspiran a suceder a la premier, votaron a favor del pacto, a pesar de haberlo criticado con mucha dureza durante meses, pero un núcleo duro de esta facción conservadora no cambió de posición. La última carta con la que jugaba el gobierno, convencer a una cantidad suficiente de laboristas rebeldes con la promesa de darles voz en el diseño de la futura relación con la UE, igualmente no surtió efecto. Tan solo cinco de ellos se alinearon con May.

Proceso tortuoso

A pesar de las constantes especulaciones ofrecidas durante las últimas semanas, que dan cuenta el abandono del cargo por parte de May, la líder conservadora se levantó momentos después de la votación para anticipar que “continuará trabajando para lograr un Brexit ordenado”, tal como surgió del referendo de junio de 2016, hace casi tres años. Como se recordará, el término Brexit surgió de la conjunción de las palabras inglesas Britain (Gran Bretaña) y Exit (salida), acuñada por los propios británicos para referirse a la salida del Reino Unido de la UE.

Y en el marco del “tortuoso proceso del Brexit”, como califican los principales medios europeos a la situación británica, el siguiente paso que tiene que afrontar May llegará este lunes, cuando los diputados traten por segunda vez llegar a un consenso sobre las opciones a las que puede aferrarse el país. Obviamente, las expectativas no son las mejores, ya que horas atrás, sin ir más lejos, ninguna de las ocho propuestas sometidas a votación obtuvo una mayoría. Aun así, las opciones de celebrar un referendo para confirmar un eventual acuerdo y poder negociar una unión aduanera con la UE fueron las más respaldadas. Es más, algunos parlamentarios hasta consideraron que una combinación de esas dos vías podría finalmente permitir un consenso.

Aunque los votos del lunes no serán vinculantes, existe la posibilidad de que los diputados intenten forzar el debate de una ley que sí obligaría al Ejecutivo a seguir sus indicaciones. May se mostró abierta a que los parlamentarios encuentren “una mayoría estable para una alternativa particular”, consignó la BBC, pero advirtió al mismo tiempo que cualquiera de las vías propuestas requiere primero que el tratado de salida esté aprobado, por lo que no está completamente descartado que vuelva a intentar someterlo a votación por cuarta ocasión la próxima semana.

Primeras consecuencias

En caso de que el rechazo se mantenga firme, el Reino Unido fijará entonces su vista en la cumbre extraordinaria que convocó hoy el Consejo Europeo para el miércoles 10 de abril. Respecto a ello, la primera ministra Theresa May subrayó que si no se encontró antes una solución alternativa, se verá obligada a solicitar a los líderes comunitarios una nueva prórroga para el Brexit, que esta vez podría ser de hasta un año.

Ese escenario implicaría que el Reino Unido celebre elecciones al parlamento europeo el 23 de mayo, pero requeriría además que Londres explicara a la UE en qué piensa invertir ese tiempo extraordinario. En tanto, el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, reiteró ayer su llamada a celebrar elecciones generales anticipadas que modifiquen la aritmética parlamentaria y permitan desbloquear el proceso del Brexit.