Tercer mandato y derrumbe de Cambiemos
Schiaretti sube a la escena nacional
El gobernador ganó los 26 departamentos del mapa cordobés. Y las 5 ciudades más pobladas. Se destaca el triunfo en la intendencia de la ciudad capital.
Tres triunfos: en 2007, tras dos gestiones del fallecido José Manuel de la Sota, Schiaretti fue electo gobernador por primera vez con el 37,2% de los votos. Tras otro mandato de El Gallego, volvió a ganar (40%) en 2015 y ahora llegó al 53.97%.
Redacción El Litoral
Télam/NA
“De mi espacio político no va a venir nadie, los de afuera son de palo”, se apuró ayer a decir el gobernador Juan Schiaretti, fiel a lo que él también llama “cordobesismo” antes de lograr su tercer mandato. Sin embargo, los “de palo”, han comenzado a sumar su figura a la escena nacional.
El peso de la elección cordobesa, la provincia clave para que Mauricio Macri resultara presidente en 2015, lleva al líder de Hacemos por Córdoba, un peronista alejado de la grieta, a los primeros planos nacionales.
Los canales de TV porteños han descubierto que Córdoba (8,68%) es el segundo distrito electoral del país, luego del padrón bonaerense (37,01%). Y que Santa Fe (8,36%) se encuentra en tercer lugar por muy poco. Le siguen la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (7,95%) y Mendoza (4,25%).
Las cifras del triunfo de Schiaretti ocupa las tapas de todos los diarios de tirada nacional y cada medio encuentra razones para considerar “histórica” la elección del peronismo cordobés.
Destacan que aún sumados los votos de Cambiemos, que se quebró en dos, el resultado queda muy lejos de la dos elecciones donde la provincia quedó cubierta por la ola amarilla.
Otra ola, de azul justicialista, cubrió los 26 departamentos del mapa cordobés. En todos ganó Schiaretti. Y lo mismo pasó en las cinco ciudades más pobladas, lo que incluye a la ciudad de Córdoba, adonde pudo imponerse el actual intendente peronista de San Francisco. (ver aparte).
Ningún gobernador cordobés le sacó tanta ventaja al segundo: Schiaretti (53.97%) le lleva 36,17 puntos a Mario Negri (17.78%), el radical aliado al PRO y Carrió.
La pobre elección de Negri y el 10,94% de Ramón Mestre, que llevó solo a candidatos radicales, con el sello de la UCR (fue el único partido que se presentó con su nombre y apellido) también se analiza -por sus eventuales efectos- de cara a la Convención Nacional radical.
En esa pulseada de radicales más cercanos o más distantes de la Casa Rosada Negri, le ganó a Mestre los departamentos más poblados, y este últimos lo aventajó en sólo 12.
En Córdoba se compara al triunfo del peronismo (el 6to. a nivel nacional) con el que lograra Angeloz en 1991.
Por otra parte el kirchnerismo (siempre con pocos votos en esa provincia) ha quedado “diluido” en el peronismo, ya que Cristina Kirchner le ordenó a Pablo Carro bajar su candidatura en marzo y lo mismo ocurrió con todo el sector: no hubo listas ni discursos K en Córdoba. Así, nadie pudo medir el posible voto cordobés a la ex presidente.
Efecto arrastre
La BUS, Boleta Única de Sufragio, de Córdoba tiene un aspecto diferente de la boleta única que se utiliza en Santa Fe.
En la provincia mediterránea es posible votar, al marcar el casillero junto a la foto del candidato a gobernador, a toda la lista del partido que lleva a ese candidato: desde el cargo de gobernador hasta el de los concejales, pasando por los legisladores provinciales y el intendente de cada pueblo o ciudad.
Se trata de la primera opción, la primera columna de la izquierda que tiene el votante en la enorme boleta que cuenta con todas las categorías, una por columna. Se imprime un modelo por cada localidad.
Si alguien votó por lista completa pero agregó una cruz a un segundo candidato a intendente, concejal o legislador se invalida esa categoría, no la de gobernador.
Un peronista en La Docta
La elección del intendente de la ciudad de Córdoba muestra tanto el derrumbe de Cambiemos en general, como del oficialismo saliente en esa ciudad.
Ramón Mestre (apenas 10%), tercero en la elección de gobernador, no logró más que el tercer lugar para su candidato en la ciudad que administra: Rodrigo de Loredo quedó con 17,75%, segundo Luis Juez (aliado de Negri y del Pro) con 19,91% y primero un dirigente que responde a Schiaretti y no pudo votar por sí mismo: Martín Llaryora (36,87%), que sufragó en la ciudad donde nació y aún reside: San Francisco.
De esa ciudad ubicada junto al límite provincial con Santa Fe fue intendente Llaryora, luego funcionario provincial y vicegoberandor de Schiaretti, cargo al que renunció para ser diputado nacional.
A la capital provincial se la llama “La Docta” por su Universidad, fundada en 1613 por la Compañía de Jesús, que durante más de dos siglos fue la única del país y una de las primeras de América.
Aunque no hay que irse tan lejos para encontrar un peronista electo intendente en esa ciudad, sí es necesario remontarse al siglo pasado. O más atrás, según como se mire.
El peronismo ganó la capital provincial en 1999 con Germán Kammerath, pero se trata de un dirigente lilberal de la UCD (Unión de Centro Democrático) aliado fundamental del PJ en esos años. El último peronista “de cuna” al frente del municipio fue José Domingo Coronel (entre 1974 y 1976), quien asumió en reemplazo de otro justicialista Miguel Flores.
Tribunal de Cuentas porvoto directo
En Córdoba, los ciudadanos eligen la conducción política del órgano de control. No son cargos a designar por la Legislatura, tras ser propuestos por el Ejecutivo, como ocurre en Santa Fe.
En esa categoría electoral también ganó el PJ, quedó segundo el radicalismo aliado al PRO y tercera la UCR. En las mismas proporciones de la elección a gobernador, pero hubo 19,46% de votos en blanco. Lo mismo pasó en la elección a legislador provincial (18,12% en blanco).
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