Acuerdos y caminos

Días atrás el gobierno de Macri propuso un acuerdo a oposición y gobernadores. Lavagna y La Rural le respondieron con otro decálogo similar. ¿Llegó la hora de los consensos?

Federico Aguer

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Días atrás, el oficialismo puso en la agenda un acuerdo macro con miras al mediano y largo plazo. En líneas generales, apuntaba a lograr y mantener el equilibrio fiscal, tanto en la Nación como en las provincias. A sostener un Banco Central independiente en el manejo de los instrumentos de política monetaria y cambiaria para controlar a la inflación. A promover una integración inteligente con el mundo, “trabajando para el crecimiento sostenido de las exportaciones”. El respeto a la ley, los contratos y los derechos adquiridos “con el fin de consolidar la seguridad jurídica, elemento clave para promover la inversión”. La creación de empleo formal a través de una legislación laboral moderna. A reducir la carga impositiva “empezando por los impuestos distorsivos”. La consolidación del sistema previsional “sostenible y equitativo”. La consolidación de un sistema federal transparente. A asegurar un sistema de estadísticas profesional, confiable e independiente. Y al “cumplimiento de las obligaciones con nuestros acreedores”.

El ex ministro Lavagna -por su parte- rechazó la propuesta oficial tildándola de “marketing”, aunque publicó sus “lineamientos para un Gobierno de unidad nacional” bajo la consigna “Consenso19”, incluyendo la convocatoria a la unidad, el di diálogo, la concertación y la formulación de acuerdos básicos, as í como la necesidad de contar con “instituciones fuertes, estabilidad y profundización de la democracia”. Habló de un proyecto de desarrollo integral; a un Estado promotor del crecimiento económico y la justicia social y la promoción de igualdad de oportunidades centrada en la “educación Finalmente, la Sociedad Rural también elaboró su propuesta de 10 puntos de políticas que apunta a que puedan ser tomadas por los diferentes partidos y candidatos, con foco en controlar la inflación y eliminar las retenciones consolidando la apertura económica como herramienta de desarrollo económico y social.

El camino es largo, difícil y lleno de inconvenitentes. De lo que no están quedando dudas es de la manera en que hay que transitarlo.