De la manteca a la economía del conocimiento

Por donde pasa el futuro

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“Inicialmente fue la manteca, después los seguros. Estamos encarando un proceso que tiene que ver con dar oportunidades a científicos del país”, explica Tognalli.

Foto: Mauricio Garín

 

“A Cites podríamos definirlo como un inversor de capitales emprendedores, capital para startup de base científico-tecnológica en estadío temprano. Son esas nuevas compañías que están en una instancia de proyecto en el momento que nosotros invertimos”.

Nicolás Tognalli es doctor en Física y ceo del Centro de Innovación Científico Tecnológica en Sunchales. “Nos focalizamos en bucear en la academia, los centros de investigación, para encontrar esas joyas desarrolladas por el sistema científico en las últimas décadas y que están necesitando de un apoyo, no sólo de inversión, sino de capacidades de gestión, de management, de desarrollo de capacidades de negocios para poder verse de alguna manera concretadas y transferidas al sector productivo.

¿Qué los inspira a buscar en la Argentina la innovación y la inversión de riesgo?, preguntó El Litoral. La respuesta de Tognalli bucea en los orígenes de su ciudad: “Somos una compañía del grupo Sancor Seguros. Es una cooperativa de más de 70 años y que por su propio ADN busca impactar más allá de los beneficios que genera para sus propios asociados, contribuir y retribuir a la sociedad en la que está inmersa con determinados beneficios que mejoren la calidad de vida de sus asociados.

“Tanto es así que Cites trae a la región donde está su casa matriz -donde casi la mitad de los 3 mil empleados que tiene el grupo trabajan y desarrollan su vida diaria, a una localidad de 25 mil habitantes- los beneficios que están relacionados con la economía del conocimiento, la educación, la ciencia, la tecnología y la innovación”.

Para el gerente del emprendimiento, Israel es un buen ejemplo a seguir. “Hasta comienzos de los ‘90 tenían 450 % de inflación, exportaban textiles y naranjas; desarrollaron un programa de inversiones muy fuerte, tanto del Estado como del sector privado, y hoy son el tercer país después de EE.UU. y China con mayor cantidad de startups listadas en el Nasdaq” de Wall Street.

Con 8 empresas ya creadas, el Cites se apoya en la ley de emprendedores de la Argentina. Como ejemplo, Tognalli pone a Phylumtech, “es la primera en la que invertimos y por lo tanto la primera que dejó las instalaciones. Está aquí en Sunchales, con mil metros cuadrados de instalaciones, con 10 empleados y exportando sus productos a Japón, China, Estados Unidos, Alemania, Bélgica, con altísimo valor agregado y facturaciones que rondan para este próximo ejercicio el millón de dólares, posicionándola -para darle una dimensión de qué significa- entre las primeras 10 ó 15 Pymes de Sunchales, con sólo 3 años desde su creación. Generan equipos para realizar procesos de screening para el desarrollo de nuevos fármacos”.

De inversores y científicos

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Tognalli revela que mientras gestionan terceros “que puedan participar”, por el momento “la inversión ha sido realizada por Sancor Seguros. Tanto en el desarrollo de la infraestructura en la cual estamos, que son unos mil metros cuadrados para albergar startups, como espacios de cowoRking, laboratorios comunes, varios millones de dólares en infraestructura, equipamientos de última tecnología, sueldos.

Según explica, “vamos a universidades, centros de investigación, al Conicet, instituciones de otros países. Identificamos la tecnología, vemos la posibilidad de que esas tecnologías puedan generar un producto que sustente la creación de una compañía con un caso de negocios para competir a nivel mundial; y empezamos a ver las partes que faltan en ese rompecabezas, que pueden ser desde el gestor de la compañía, una para el desarrollador técnico, un proveedor de servicios para validación o aprobación regulatoria como en el caso de un dispositivo médico”.