MINISTRA DE CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN

Hynes: “Queremos que los proyectos más vanguardistas tengan un espacio físico”

El proyecto para el Distrito de Innovación abre una instancia de vinculación entre el Estado, desarrolladores y el sector productivo, en un marco de transformación integral. Un trabajo “desafiante” del que se esperan los primeros resultados en un año.

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“Un proyecto en construcción que necesita aportes de todos los actores que quieran sumarse”, dijo la ministra Hynes sobre el Distrito de la Innovación.

Fotos: Luis Cetraro

 

Nancy Balza

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“Fue un trabajo de mucho diálogo y articulación entre distintos ministerios, porque no se puede improvisar. Nos parecía que para jerarquizar ese espacio en la ciudad, era necesario no solamente abrir calles y tumbar muros, sino llevar lo mejor en el sentido de lo más imaginativo que estamos pensando para la Santa Fe del futuro”. Con estas palabras, la ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación, Erica Hynes, sintetizaba el objetivo del Distrito de la Innovación, el ambicioso proyecto urbano, educativo, cultural y tecnológico que el gobierno de la provincia impulsa para el centro oeste de la ciudad, con el Parque Garay como epicentro.

—¿Tiene plazo de ejecución el Distrito de la Innovación?

—Empezaremos a trabajar a medida que se vayan desocupando los espacios del viejo Hospital Iturraspe. Si bien el Iturraspe nuevo ya abrió sus puertas (en Blas Parera y Gorriti), son mudanzas muy intensas y llevan mucho trabajo hasta que se pueda trasladar totalmente. Una vez que empiece esa mudanza, vamos a empezar a trabajar, sobre todo en el edificio donde funcionó la Maternidad, que es donde esperamos ubicar nuestro proyecto TICs. Este es un proyecto que no solamente es para ciencia y tecnología, involucra una transformación urbana y, en realidad, lo que más hemos trabajado es lo conceptual: con Gobierno, Trabajo, nuestro ministerio, pensando en llevar los proyectos de vanguardia a este espacio que esperamos que geográficamente también lo sea.

Hay tareas que van a empezar más rápido, como los que están previstos en el predio de la Sociedad Rural: abrirlo, hacer una calle peatonal ahí y un mercado donde los emprendedores santafesinos puedan ofrecer productos es relativamente sencillo de abordar. Habrá que ver los aspectos institucionales con la Rural y, después, poner en valor estos edificios.

En lo que hace a Ciencia y Tecnología, vamos a empezar a trabajar por el espacio TICs, que es lo que más necesitamos. Ahí planteamos hacer un laboratorio que se llama LabTICs, una iniciativa de vinculación entre los grupos de investigación, tanto de Santa Fe como de Rosario, que trabajan esa temática en institutos que son muy buenos y tienen científicos y científicas destacados a nivel internacional; por otro lado, tenemos un polo de empresas que hacen TICs que están en Rosario, Santa Fe, Sunchales. Y por otra parte hay un entramado productivo, manufacturero más que nada, que necesita estas herramientas para sumarse al paradigma 4.0 y permanecer competitivos.

—¿Se trata de fortalecer lo que ya está o de generar algo nuevo?

—Esto es nuevo, es un proyecto estratégico del ministerio que va a tomar un rol mucho más activo en la vinculación, donde vamos a enlazar la oferta tecnológica de los institutos de doble dependencia de primera calidad (Universidades-Conicet) con las empresas que producen software, pero también otras soluciones TICs y la tercera pata la constituyen las industrias que lo necesitan. Vemos que para que se produzca esta vinculación el ministerio tiene que invertir tiempo, recursos humanos para identificar los proyectos correctos, y recursos financieros también.

Estamos en el período de selección de proyectos. Tuvimos mesas de relevamiento de oferta y demanda, y estamos organizando mesas de concertación entre los actores de este entramado. Es un trabajo desafiante, pero esperamos tener, en un año, un producto de algunos prototipos listos para ser transferidos a la industria y, después, comercializarlos. Este es un aporte que viene trabajando un grupo de científicos desde hace cuatro años y lo plantearon en varios lugares: en el Conicet, en la fundación Sadosky, a nosotros. Y lo tomamos porque nos pareció excelente y, dialogando con el entramado productivo, también les pareció una buena idea. Esperemos que tenga éxito.

En ese mismo espacio físico esperamos que se radiquen empresas TICs que necesitan un apoyo estratégico del Estado que es un espacio que no está disponible en este momento. En el Parque Tecnológico Litoral Centro la provincia invirtió para la construcción de un edificio TICs que fue un aporte de nuestro ministerio, mientras que la Universidad del Litoral aportó el suelo. Ahí llegamos hasta la etapa de pre-radicación; varias empresas necesitan un apoyo para poder radicarse y lo harían en Santa Fe si estuvieran estos espacios disponibles. Por supuesto, falta trabajar mucho: este es un proyecto en construcción y necesitamos aportes de todos los actores: así como hemos trabajado con los científicos, es nuestro interés trabajar con todos los que deseen sumarse.

—Es un proyecto que se venía construyendo desde hace más de dos años, como dijo el gobernador Miguel Lifschitz en la presentación, pero no había trascendido hasta ese momento.

—Fue un trabajo de mucho diálogo y articulación entre distintos ministerios porque no se puede improvisar. Nos parecía que para jerarquizar ese espacio en la ciudad era necesario no solamente abrir calles y tumbar muros, sino llevar lo mejor en el sentido de lo más imaginativo que estamos pensando para la Santa Fe del futuro. Por eso coordinamos con Trabajo y Educación todo lo que es la formación de jóvenes en oficios digitales, las nuevas energías, los oficios del futuro, y la capacitación en nuevas tecnologías para quienes ya están trabajando.

Tenemos la ambición muy grande de contar con un Museo de Ciencia en la provincia. Es lo más desafiante porque requiere pensarlo desde el primer concepto: más que ladrillos o dispositivos, son ideas las que tienen que jugar ahí para que las chicas y los chicos comprendan, se entretengan, se emocionen con la ciencia. Eso ayuda a construir ciudadanía y a no caer en las trampas de las subjetividades a la hora de tomar decisiones como, por ejemplo, no vacunar a los niños o no creer en la geometría de los planetas. Se trata de comunicar más y mejor la ciencia.

Otro tema que nos ocupa es trabajar el espacio de laboratorios abiertos, para que científicos de Santa Fe puedan abordar problemáticas concretas que priorice la provincia. Si tenemos un problema de energía y queremos desarrollar una propuesta para una energía (orientada) más a biomasa, podemos convocar a los equipos que quieran estudiar ese tema durante un tiempo y que sirva como espacio de formación de recursos altamente calificados, tesinas de grado, posdoctorados.

El gobernador pone mucho énfasis en que los ministerios articulemos, que hagamos programas que tengan mucha potencia y la única forma de hacerlo es juntarnos y trabajar en conjunto.

PRESUPUESTO

“En el marco de la ley de Ciencia y Tecnología vamos a tener un presupuesto creciente”, confió la ministra Erica Hynes. “Este es el primer año de la ley y, a partir del año que viene, vamos a tener más recursos hasta llegar al 0,5 % del presupuesto provincial”. La misma norma demanda establecer “en qué invertir ese presupuesto, a pensar un plan estratégico con proyectos especiales”. Los cuatro ejes definidos son: género, bio, TICs y el Acuario del río Paraná, a los que se agregaría salud.

  • Coincido con lo que plantea Dora Barrancos, en el sentido de que no solo hay una crisis presupuestaria sino también institucional en el Conicet”.

“Nadie puede confiar en el azar para mantener un laboratorio”

En la misma semana en que se anunció el desarrollo del Distrito de la Innovación en la provincia, la realidad de los institutos científicos a nivel nacional llegó a las primeras planas. Primero fue la participación de Marina Simian, científica del Conicet, en un programa televisivo de preguntas y respuestas, y el anuncio de que destinaría el dinero ganado (medio millón de pesos) en sostener las investigaciones de su equipo. Y pocas horas después, la renuncia de la historiadora Dora Barrancos al directorio del Conicet, después de un año de haber sido designado su sucesor.

“Coincido con lo que plantea Dora Barrancos en el sentido de que no solo hay una crisis presupuestaria sino también institucional en el Conicet”, expuso la ministra Erica Hynes, consultada por este diario. “En el caso de ella (por Barrancos) ya está electo su reemplazante (Mario Pecheny) hace más de un año; a los miembros del directorio los nombra el Poder Ejecutivo Nacional y si bien siempre se hace referencia a que se demora o a que históricamente se demoraba la sucesión, siempre eran meses, pero no tantos”.

—¿La situación del Conicet a nivel nacional afecta a Santa Fe?

—Por supuesto que esto afecta a nuestros institutos. Más de 140 directores del país se autoconvocaron en Córdoba (en abril) y firmaron una carta donde expusieron al presidente de la Nación los problemas que tienen, y muchos de los directores de Santa Fe y Rosario la firmaron. En este momento, hacen referencia a que lo más difícil es la falta de dinero para financiarse y para el funcionamiento. Son fondos dirigidos a pagar los servicios, la vigilancia, el mantenimiento, la limpieza. Y recibieron menos de la mitad de lo presupuestado para todo el año, que ya era poco. Eso hace muy difícil sostener en marcha un instituto. Además, hay un retraso o inexistencia para los fondos que se mandan para investigar y que los investigadores concursaron y obtuvieron, pero no llegan. Y las ciencias experimentales son muy demandantes de fondos para trabajar.

—Esto quedó en evidencia tras la participación de una científica en un programa televisivo de preguntas y respuestas.

—Eso puso más a la vista el tema de las ciencias que las tres manifestaciones que hubo y la toma del ex ministerio. Porque fue muy poco frecuente de ver pero cumplió el rol de darle visibilidad al tema. Mostró que para funcionar necesitan, de base, entre 15 mil y 20 mil dólares -a la cotización actual- por año. Nadie puede confiar en los juegos de azar para mantener un laboratorio. También puso en evidencia que hay temas relevantes que se están abandonando. Nosotros tenemos en Santa Fe una población de científicos muy importante: sus salarios y sus trabajos dependen del Estado nacional.

  • Se trata de comunicar más y mejor la ciencia. Eso ayuda a construir ciudadanía y a no caer en las trampas de las subjetividades a la hora de tomar decisiones como, por ejemplo, no vacunar a los niños o no creer en la geometría de los planetas”.
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Hynes destacó la calidad de los institutos de investigación de la provincia y de los científicos y científicas que trabajan en ellos.