En el norte provincial

Escuelas que siembran y cosechan

El cuarto Encuentro de la Red de Escuelas de la Cuña Boscosa Santafesina reunió a más de 30 docentes rurales de la región en torno a la huerta como experiencia pedagógica.

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El objetivo es introducir una mirada más integral de la huerta que permita trabajar los conceptos de la soberanía alimentaria y el arraigo en la zona. Foto: Gentileza

 

Luciana MARGHERIT - INTA

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El encuentro se realizó en la escuela de jornada completa Nº 6235 del Paraje 17, el pasado martes 14 de mayo, con el compromiso de hacer “crecer el espacio”.

Es un espacio “en construcción, nuestra intención es conectar lo productivo con lo pedagógico para que tenga sentido”, comentó Ariel Marchetti, director de la escuela anfitriona y uno de los impulsores del espacio. La movida comenzó en 2015, con un grupo de docentes que asistió a un evento de PROHUERTA sobre Soberanía Alimentaria, en Oliveros Santa Fe. Hoy es un grupo integrado por docentes, técnicos de PROHUERTA Garabato e ICAM ISPI 9204, quienes organizaron el evento.

Vinieron del Km 115; Vera; Guaycurú; Pedro Gómez Cello; Colmena; Intiyaco; Paraje Santa Lucía; Fortín Olmos; Paraje Km 109; Lote 127; Paraje Km 29; Los Tábanos; Margarita y La Gallareta. “Nos mueve necesidad de encontrarnos y de hacer visible nuestro trabajo”, se destaca en la apertura. “Este encuentro nos permite poner el foco en una escuela en el medio rural que apueste al desarrollo”, comenta Claudia Favit, docente del ICAM y facilitadora pedagógica en el Encuentro.

La huerta, recurso educativo

Son escuelas que implementan la huerta como recurso educativo y buscan conectar su experiencia con otras escuelas de la región. En esta oportunidad trabajaron en la plantación de hortalizas de estación y también sobre contenidos pedagógicos para el aula. Aprender, compartir, integrar a la comunidad forman parte de los objetivos de este colectivo.

“La intención”, comenta Claudia Favit, “es apuntalar la seguridad de docentes que muchas veces en soledad no encuentran razones para éste compromiso: el de plantar y no saber cuánto vamos a cosechar; entonces casi poéticamente los agrupamientos contribuyeron a la certeza de que no estamos solos. Podemos no tener claras las ideas, los porque, los cómo ni para qué, pero solos no estamos”.

Para Fernando Brandalise - técnico de PROHUERTA INTA Garabato las acciones del programa en el territorio buscan “introducir una mirada más integral de la huerta que permita trabajar los conceptos de la soberanía alimentaria y el arraigo en la zona, ya que el éxodo rural es una de las principales problemáticas en la región”.

Trabajo integrado

En este sentido “la Red de docentes permite intercambiar información, conectar lo pedagógico y gestionar proyectos”, enumera el técnico. “A lo largo de estos años logramos trabajar de manera integrada en la zona y esto nos permite gestionar recursos, como hoy por ejemplo conseguir plantines a través del gobierno de la provincia”.

La jornada se configuró en dos momentos: la práctica en la huerta y la conexión de lo productivo con lo pedagógico. “La idea de tomar como punto de partida a la huerta con la pretensión de vincular a la escuela con otros mundos posibles. Partir de una experiencia que traslada el eje de lo pedagógico a otro espacio tiene que ver con desbibujar estos muros rígidos que nos dicen que sólo aprendemos dentro del aula”, comenta Favit.

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El objetivo es introducir una mirada más integral de la huerta que permita trabajar los conceptos de la soberanía alimentaria y el arraigo en la zona. Foto: Gentileza

El sentido de “encontrarnos y aprender juntos, los docentes no somos sólo transmisores de un saber. Año a año conectamos lo que hacemos y lo que transmitimos. Lo que hacemos en la huerta lo conectamos con un texto, o un contenido, un concepto. Hoy trabajamos en pedagogizar la huerta, conectando con una herramienta que tiene la provincia de Santa Fe que son los núcleos”, agrega.

Cada docente pudo compartir sus experiencias. “La huerta es la excusa para vincularse con la comunidad, siempre que la escuela tenga las puertas abiertas”, destaca Marchetti que cuenta en la escuela con una huerta modelo producto del trabajo de varios años.

“La ruralidad sin las familias no se sostiene”, afirma Gabriela Santillán quien es personal único en una escuela en La Gallareta, que actualmente tiene 8 alumnos. “De cada encuentro siempre nos llevamos algo, deben continuar y expandirse hacia otros lugares del departamento Vera”.

Sofía Tula, viene del paraje 29 comparte su experiencia en la escuela que alberga 45 estudiantes. “Compartimos la huerta con la escuela secundaria, que funciona en el mismo edificio. Surgió a partir del aporte comunitario; intentamos fomentar la cultura del trabajo y valorar lo que nos provee el suelo”, comenta y agrega que “esta red es admirable, que los chicos tengan este saber es maravilloso”