Comienzo del ciclo

Crece un 5% la intención de siembra de trigo

A pesar de las dudas que generó el periodo húmedo con suelos saturados que condicionarían una óptima siembra, la intención para esta campaña fue de unas 375.000 hectáreas.

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Arrancando. Pese a algunos excesos de humedad y la incertidumbre política, el campo vuelve a apostar fuerte por el trigo.

Foto: Archivo

 

BCSF/Campolitoral

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Porcentajes de humedad de cierta importancia en suelos y granos, áreas con encharcamientos y sectores anegados en distintas zonas sin cosechar, fueron las condiciones en las que se desarrolló el proceso de cosecha de la semana.

En este contexto, dio inicio una nueva campaña de cosecha fina, siembra de trigo principalmente, que estuvo bajo la gran incógnita dada por el período muy húmedo con suelos saturados, sobresaturados que condicionarían una óptima siembra y variarían y/o ajustarían las variedades (ciclo largo, ciclo intermedio, ciclo corto), señaló el informe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Santa Fe.

Aún así, la intención de siembra estimada en este comienzo de campaña fue de unas 375.000 hectáreas, con un incremento del orden del 4,5 a 5 % sobre el área sembrada en el período anterior.

Maíz de segunda

Las tareas del proceso de picado-embolsado, para autoconsumo, finalizaron aunque condicionadas por dos factores: el estado del piso y la posibilidad para el acceso a los lotes, el movimiento de equipos y suelos saturados, muy húmedos (blandos), que con el transito necesario para la realización del proceso, se destruyó la parte física de los suelos, (huellas) y el estado fenológico de los cultivares, que en varios casos por su estado de madurez avanzado pasaron de ser de óptima calidad y se cambió su destino.

Los rendimientos promedios logrados fueron de 12 a 13 m/bolsa/ha, con lotes muy puntuales de 15 a 16 m/bolsa/ha.

El resto de los cultivares con destino a grano comercial, continuó su desarrollo y crecimiento normalmente, con muy buena a excesiva disponibilidad de agua útil en los perfiles de los suelos, sin inconvenientes y con un estado sanitario de bueno a muy bueno, hasta la fecha.

En los departamentos del sur del área, San Martín y San Jerónimo muy puntualmente en pocos lotes se comenzó con el proseco de cosecha, bajo condiciones de media a alta humedad ambiente y 18 a 21 % de humedad de grano, situación que condicionó el avance y detuvo el mismo.

El impacto en otros cultivos

La soja de segunda se encontró en un 50 % estado bueno, con sectores o áreas muy buenas y lotes puntuales a excelentes, un 25 % en estado regular y el resto un 25 % en estado regular a malo, con impactos y consecuencias directas por los eventos climáticos sufridos. Este último porcentaje se observó muy complicado y compleja su realidad en la disyuntiva de iniciar su cosecha o no.

La variación de los porcentajes de los estados del cultivo, estuvo dada por las condiciones ambientales con aumento de áreas encharcadas y otras anegadas, producción hongos, podredumbre de tallos, vuelco de plantas, áreas con un progresivo aumento de malezas y manchado y pudrición del grano.

Realidad agrícola

En arroz, la superficie cosechada fue aproximadamente de 31.000 hectáreas (1.000 menos). Los rendimientos promedios alcanzados fluctuaron entre 5.400 a 5.600 kg/ha, en la variedad de arroz largo fino y 4.100 a 4.300 kg/ha, en la variedad de arroz largo ancho. Por su parte, en algodón, las pocas horas de sol y días totalmente nublados hicieron que el cultivo y el suelo, no perdieran humedad y secaran. Al prolongarse en el tiempo el proceso de cosecha, que siguió complicado y observándose cultivares que volvieron a rebrotar, situación que nuevamente haría que se debiera desfoliar. Al continuar dicha realidad y con el transcurso del tiempo, se incrementaría la superficie, con el perjuicio económico que esta actividad acarrearía. Además las cápsulas, con tanta humedad comenzaron a podrirse, con caída de la fibra.