Peisadillas

Cabildeo abierto

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El sábado 18, Cristina anunció su candidatura a vice. Ella, siempre ella, desató la furia de unos cuantos, la amplia columna opositora del medio se encontró en medio, como no, de una encrucijada que los dejó perplejos y obligados a apurar la jugada para no parecer tan opositores, ni tan oficialistas. Ilustración: Lucas Cejas

Carlos Mario Peisojovich (El Peiso)

En los sueños, el soñador sabe de qué se trata, en las roscas políticas, también.

En mi infancia escolar, y doy por sentado -en el pupitre- que en la infancia escolar de la nueva educación se seguirá enseñando que el día 18 de Mayo daba comienzo a la llamada Revolución de Mayo, ése día era el inicio de la que luego se llamó la “Semana de Mayo”.

Astucia, coincidencia, causalidad o casualidad; Cristina anuncia su candidatura a Vice, ungiendo a su ex jefe de gabinete, Alberto Fernández, para la presidencia, un mismísimo 18 de Mayo, y da comienzo, desencadenando una serie de acciones; inacciones; procesos; uniones; desuniones; trenzas; dichos, desdichos (desdicha de algunos, exagerada dicha en otros), dimes y diretes, juzgamientos y prejuzgamientos y toda clase de comportamientos y reacciones a nivel político y mediático. Convengamos, guste a quien guste, que cuando ella hace algo, el amperímetro político se mueve sincopadamente. La nueva semana de mayo comenzó tomando a la dirigencia política vernácula desprevenida y lagañosa. Sábado dieciocho, cerca de las nueve de la mañana, descreídos y creyentes se preguntaban lo mismo. La duda y la bronca en unos, la felicidad y la euforia en otros, iban marcando el ritmo de una somnolienta mañana que no era como las anteriores. El cielo estaba encapotado, la fina llovizna molestaba sin mojar, pero la temperatura subía a niveles inmensurables, las redacciones periodísticas, más analíticas políticamente de sus ediciones sabatinas y domingueras, se vieron en el embrollo de pensar y repensar, de analizar, editoriales apresuradas y de hipérboles conclusiones, urgentes y maniqueístas, echando mano a los archivos para detentar de primera mano la noticia, que antes, los ahora unidos Efes, estaban desunidos a muerte, o que los desunidos de antes ahora practican el “perdonismo” como una religión alternativa del movimiento, los muchachos/as perdonistas. Ella, siempre ella, desató la furia de unos cuantos, la amplia columna opositora del medio se encontró en medio, como no, de una encrucijada que los dejó perplejos y obligados a apurar la jugada para no parecer tan opositores, ni tan oficialistas. El gobierno, ante semejante intromisión y bronca por quitarle el oficial sueño del descanso semanal presidencial, que se había abogado, mediando abogados y jueces desdichos junto con su tropa de ministros, secretarios y trolls -varios aguardaban con ansias ver la enorme y esperada foto del juzgamiento de la ex presidenta en la primera plana de los diarios propios y ajenos-, se tuvieron que tragar el sapo y el mal trago para empezar a buscar escasos casos donde los cosos esos que quieren ser la causa de su desvelo mueran en el intento presidencial. El anuncio de Cristina de la F.F.F (Fórmula Fernández Fernández), dió comienzo a la segunda revolución de Mayo, para el gobierno, más que un sueño de mayo... fue un desmayo.

La tan mentada y bailada revolución de la alegría y los globitos fue un fiasco, sin más, lo digo con despecho, porque soy un repartidor y un exacerbado y exagerado cultor de la alegría, y las esperanzas del cambio se fueron por el caño (no de Nicolás, que se quedó en blanco). La U.C.A. hizo un estudio, a través del “Observatorio de la Deuda Social”, y difundió en su informe que la crisis socioeconómica argentina entristeció aún más a los argentinos en relación al período anterior, o sea, estamos más tristes, más infelices y más deprimidos. También en la percepción de la salud, los argentinos nos sentimos más enfermos, ¿será por el aumento estimativo de un 147% del costo de la medicación que también nos enfermó más por no poder adquirir los medicamentos por su alto costo?

Theresa May también tuvo su mayo, no francés. Con lágrimas en los ojos renunció a su puesto como líder del Partido Conservador del Reino más o menos Unido, lo que la llevará, indefectiblemente, a dimitir como primera ministra.

Volviendo a nuestro terruño, la rosca está en proceso, a punto de mayonesa. Massa se Lavagna las manos de su pasado filokirchnerista y trasciende el opoficialismo cuasi peronista, Schiaretti con el voto peronista “cordooobé” intenta sacar un Cornejo de la galera, con la intención de meter al Gato por liebre. Urtubey “salta” casilleros buscando una salida intermedia sin parecer obsecuente a la oficialidad, Scioli aún no sabe como viene la mano. Los Fernández, se acomodan en el fondo, tratando de armar la revolución de la devolución.

Caminando por “Primera Junta” y “25 de Mayo”, a “Paso” lento pensando en las P.A.S.O. veo venir a un “moreno”, cabizbajo mirando los precios, mirando su gesto con rictus de tristeza y desánimo, comprendo que él no es parte de la revolución de la alegría.

Mientras escribo mi Peisadilla, en vísperas del 25 de mayo, que es el día que se publica, no dejo de pensar que en la Quiniela, el número 25 es “La Gallina”, los “Astrolocos” dirán que la patria nació bajo el signo de la gallina, ¿será por eso qué parimos con dolor cada gobierno? ¿Será por eso que todo nos cuesta un huevo?

¡Pelad la escarapela! gritad con orgullo ¡Argentino hasta los huevos!

Aunque en la Argentina, las cosas nunca estén claras...