Guillermo Dietrich

Lo que hace Moyano es “joder el empleo”

Los sindicatos del transporte fluvial y por camión elevan costos que encarecen la economía del país y hasta generan puestos de trabajo... en el exterior. La falta de un acuerdo de productividad en el sector -como sucede en Vaca Muerta- es “una frustración” para el ministro.

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Respecto de las regulaciones burocráticas que afectan el costo logístico, Dietrich ejemplificó que “un permiso de carga internacional tardaba 180 días. Hoy tarda 10”.

Foto: Guillermo Di Salvatore

 

Ignacio Hintermeister

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De padre empresario y vendedor de autos con buen pasar, Guillermo Dietrich pasó a funcionario público en bicicleta. Es para “dar las peleas profundas -justifica- y para transformar el país ante sindicalistas que ponen el palo en la rueda y limitan el trabajo como Moyano, o denunciar escándalos de corrupción como los de Vialidad o los puertos. Nadie se emocionó porque le vendí un auto, pero la gente me dice que a partir de lo que estamos haciendo, somos la esperanza de millones de personas”.

El ministro de Transporte de la Nación no se da por descontado como parte de un segundo mandato de Mauricio Macri, si es que gana. Pero ante la consulta lo imagina: “Sería un gobierno para hacer lo que vinimos a hacer y no lo que tuvimos que hacer; muchas de las dificultades estructurales están en proceso de ser resueltas”.

Como ejemplo puso la falta de un acuerdo de competitividad como el que disparó la producción en Vaca Muerta y no logra hacer con sindicatos del transporte. “Es una de mis frustraciones. Me da pena porque las inversiones y el empleo no se quedan en el país.

“En 1984 había 900 embarcaciones haciendo tráfico en el río (sin contar ultramar); 70 % era bandera argentina. En 2019 hay 4.500 embarcaciones, 90 % bandera paraguaya. Los paraguayos tienen 50 mil puestos de trabajo directo de gente que gana muy bien. Tienen sindicatos que generan condiciones de empleo. En una tripulación bajo bandera argentina, se trabaja un día descansa un día. Los paraguayos por cada dos días que trabajan tiene uno de franco, como en casi todo el mundo”, comparó.

Consultado si eso depende de una nueva ley laboral, Dietrich dijo que “acá el problema no es la ley, es el convenio del sector que ha puesto más requisitos y terminó destruyendo empleo. Teníamos un sistema de puertos que estaba cooptado por las mafias y la corrupción. Hoy el principal sindicalista de ese sistema está preso -el caballo Suárez- y mejora la competitividad por bajas en costos de estiba, de remolcadores, de un montón de servicios”.

Para el ministro, los ejemplos no terminan allí, y tiene nombre y apellido. “Es lo mismo que hace Moyano cuando dice que no quiere bitrenes o que hacen falta dos conductores por camión; lo que hace es joder el empleo. Lo que dice es que un bitren es de mayor peso y entonces va a haber menos camiones... es al revés. Si fuese como él dice lo que habría que hacer en vez de camiones es tener 150 mil fiorinos de 500 kilos. Pero si transportar la carga vale una fortuna, entonces nadie produce y el camión no tiene razón de ser”.

En comparación señaló que “en Australia hay camiones que llevan 200 toneladas; hasta hace poco en la Argentina eran 45 lo máximo, estamos en 65. En Brasil y en Estados Unidos hay bitrenes. Esto está pasando en todas partes del mundo” aseguró.

“Falso nacionalismo”

Sobre los procedimientos del sindicalismo “para proteger empleo”, Dietrich advirtió que “es cierto que en el corto plazo creás una sensación, pero es falso nacionalismo. Como en el caso de la carne: prohibís la exportación y en el corto plazo baja el precio, pero desaparecen millones de cabezas de ganado y te quedás sin carne. En cambio si permitís la exportación y reabren los frigoríficos, se genera nuevo empleo. En la mayoría de los casos, es al revés de lo que hizo el kirchnerismo. Metés a Moreno controlando la inflación con un revólver y lográs alguna baja, pero después...”.

“Mafiosos” y algo más

“En el caso de Moyano las actitudes del sindicato atentan contra la creación de trabajo. El problema no es la sindicalización. Los de petróleo están sindicalizados, como los mineros, pero tienen dirigentes sindicales que tienen una mirada para trabajar para generar empleo y no comportamientos mafiosos como los de Moyano que dicen: sabés qué, los tipos tuyos que están manejando logística y cargan las cajas, si no me los ponés en el Sindicato de Camioneros vos no trabajás más. La gente tiene miedo lamentablemente y terminan acordando”.

Dietrich sostuvo que “los que manejan camiones son argentinos que se rompen el lomo que no les importa nada de todo esto de la política sindical y los intereses económicos de Moyano y que estarían felices de manejar bitrenes. Pero Moyano los prohíbe”.

Por otra parte añadió al respecto que el gobierno de Miguel Lifschitz “demoró más de un año” la aprobación de estos equipos que además “se fabrican en Santa Fe y generan trabajo en la provincia para empresas santafesinas”. Una de ellas -recordó- es decisiva por ejemplo en la producción de bitrenes (entre otros equipos) para Vaca Muerta. Sólo los bitrenes para llevar arena al fracking del yacimiento, supondría sumar “90 camiones más que no sustituyen lo que hay”, explicó el ministro. Y resaltó la decisiva necesidad de la cadena de valor para reducir costos y mejorar toda la estructura económica del país.

El contrato de Hidrovía y el cabotaje

“Se termina el contrato en 2021. Se va a relicitar; estamos trabajando. Hicimos una mesa desde el momento cero con dadores de cargas, con los puertos del Litoral y el de Buenos Aires. Estamos trabajando en el pliego y adaptado a una hidrovía que creció exponencialmente desde los 90”, explicó Dietrich.

El ministro se refirió así al contrato que actualmente gestiona Hidrovía SA, encabezada por la empresa belga Jan de Nul, que cobra peajes a las embarcaciones a cambio de mantener dragado el curso de agua. Firmas holandesas o chinas suman su interés; Dietrich no descarta a ninguna para buscar el mayor beneficio entre el dragado a contratar y el costo de la tarifas de peaje.

Sobre la continuidad del dragado profundo hasta Santa Fe -que sin embargo carece de un puerto de ultramar en condiciones operativas estables- el ministro no aseguró la continuidad de esa condición.

Aclaró en principio que “los puertos son provinciales y hay muchos puertos privados en la Argentina. Las grandes inversiones que se hicieron en los últimos años son puertos privados o terminales privadas en puertos públicos (Bahía Blanca, Rosario) . Estamos licitando terminales del puerto de Buenos Aires con una inversión de miles de millones de dólares.

“Más calado es más tarifa; los barcos pueden ir menos cargados e ir completando sus bodegas en el recorrido; es parte de lo que estamos estudiando”, señaló. “Estamos trabajando con todos los sectores para ver a cierto nivel de calado qué trabajo hay que hacer y qué tarifa pagar. Todos queremos todo” reflexionó sobre una eventual pretensión santafesina.

Dietrich destacó que el objetivo de la política es abaratar y eficientizar costos logísticos. Recordó ante la consulta que el gobierno de Macri desreguló el cabotaje argentino para barcazas bajo bandera paraguaya con transferencia de cargas en terminales uruguayas. “El kirchnerismo lo impedía para joderle la vida a Uruguay mientras su presidente hablaba loas de Cristina. Macri suprimió eso y los uruguayos felices. Con esto dejaron de operar puertos nuestros, pero el trasbordo volvió a la Argentina casi en un 100 % porque bajamos los costos portuarios. El puerto de Paraná de las Palmas estaba muerto y hoy está operando”, ejemplificó.

“El principal problema que tenemos en la Hidrovía es el costo exorbitante de la bandera argentina en el tráfico de cabotaje. En gran cantidad de los viajes conviene el camión al barco, por las exigencias de los sindicatos”.