Advirtieron que los hechos delictivos se dan a cualquier hora del día

Los vecinos de barrio Roma, movilizados contra una inseguridad que no da tregua

Dicen que las entraderas a domicilios, los arrebatos y robos se incrementan. Y que sólo hay dos parejas de oficiales a pie de la Policía Comunitaria para custodiar un barrio que es muy grande. Reclaman soluciones urgentes.

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“Vivimos con miedo a salir a la calle, o a que los ladrones entren a nuestras casas a cualquier hora del día. Reclamamos acciones de seguridad concretas”, exigieron.

Foto: Pablo Aguirre

 

Redacción El Litoral

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Cuando llegaron las cámaras, los micrófonos y los grabadores de los periodistas, todos se apresuraron para hablar, como en una catarsis colectiva: “A mi hijo le quisieron robar el celular. Y al ladrón le respondió: ‘No tengo celular, ¡si me lo robaste la semana pasada!’”, relata un padre casi a los gritos. Enojados, angustiados y hastiados, los vecinos de tres vecinales que integran el populoso barrio Roma se concentraron en la esquina de calle Gob. Vera y San José para reclamar más seguridad.

Denunciaron que los hechos delictivos ocurren a cualquier hora del día. Que el 911 no da siempre una respuesta inmediata; que la presencia y acción de la Policía Comunitaria es “virtual”, ya que hay sólo dos parejas de efectivos caminantes. También, que modificaron el recorrido de dos líneas y ya no ingresan a un sector del barrio entre las 20 y las 6; con lo cual, quienes deben subirse a un colectivo en horario nocturno tienen que caminar varias cuadras (hasta Av. Freyre) “a la buena de Dios”.

El que llevó las primeras banderas de la batería de reclamos fue Eduardo Rodríguez, de la vecinal barrio Roma. “Se pregonó en un primer momento que la Policía Comunitaria iba a tener continuidad: la verdad es que vemos dos parejas de oficiales que ‘recorren’ todo el barrio. Imagínense si estos cuatro policías pueden patrullar a pie todo el radio de barrio Roma”.

“No hay prevención del delito —insistió en este punto—. Aparecen dos o tres patrulleros por unos días, pero después desaparecen. Vemos que hay un retroceso en la atención de la gente, sólo pedimos que nos den un poco más de seguridad”. Una vecina algo alterada quiso hablar con los medios: “Padecemos robos a la mañana, al mediodía, a cualquier hora. Hay entraderas a cualquier hora”, insistía.

Casa tomada

Otra señora relató su episodio: “Fue de madrugada. Mi hijo se despertó por un ruido en el garaje, y vio que (los delincuentes) ya habían entrado subiendo las rejas, que se habían robado todo lo que había de valor y luego se fueron, como si nada. Los dos dormíamos. Hasta prendieron todas las luces. ¡Tomaron la casa!”. La frecuencia de los hechos de inseguridad es diaria. “A las denuncias las hacemos, llamamos... Pero bueno”, dijo, y ese “Pero bueno” sonó a resignación. “Pedimos que nos cuiden un poco, nada más”.

“Hace 42 años que vivo en el barrio, y nunca vi lo que se padece hoy. En veinte minutos nos entraron a la casa y nos robaron todo: celulares, notebook, hasta se cambiaron de ropa (los ladrones) y se fueron”. Un padre relató los robos sistemáticos del celular contra su hijo, un adolescente que estaba a su lado. “Ya llevó gastada no sé cuánta plata. Le pegan un golpecito a los pibes y se los sacan. Y mi hijo, como muchos otros, viene de la escuela. Ya no se puede vivir así, con miedo todo el tiempo”.

SOS Vecinos

Graciela Pieroni, referente de la vecinal Juan de Garay (también estaban representantes de la vecinal República del Oeste), dijo que la manifestación de este jueves fue “el punto de inicio”, y el próximo paso será hacer una movilización frente al Ministerio de Seguridad para “pedir a las autoridades que directamente nos reciban, para que nos den una respuesta seria sobre cómo cambiar este estado de situación”.

Habló de pequeñas “estrategias”, como un grupo de WhatsApp que se llama SOS Vecinos. “Por esa vía estamos conectándonos permanentemente, alertando eventuales delitos. Nos tratamos de ayudar entre nosotros. No tenemos el apoyo policial, más allá de cuando llamamos al 911, pues el hecho está consumado. Necesitamos más prevención”.

Rodríguez habló de una problemática estrechamente relacionada con la inseguridad: la presencia de la droga. “La droga está, no se ve pero está. Sabemos que hay algunos ‘kioscos’; es más, en su momento le dijimos a las autoridades policiales adónde estaban estos kioscos de droga, bajo nuestras sospechas fundadas. No quedó en nada. La droga es un factor de incidencia directa en la mayoría de los hechos delictivos”.

Colectivos

Rubén, vecino de barrio Roma, planteó otra problemática. “Las líneas 9 y 14 cambiaron el recorrido nocturno. Desde las 20 hasta la hora 8 no entran más al barrio. Por lo tanto, la gente que debe tomarse un colectivo de noche tiene que caminar 5 ó 6 cuadras hasta la parada (en Av. Freyre o hasta calle Vera). A esa hora, es tierra de nadie. Es un peligro”, fustigó.