Dichos y hechos

Mientras el campo afronta una de las cargas tributarias más altas, la Mesa de Enlace presentó un petitorio al nuevo gobierno.

Campolitoral

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Según el último informe FADA, más del 55% de los impuestos que afronta la renta agrícola son no coparticipables. La medición del pasado mes de junio, marcó que cada $100 de renta (valor de la producción menos costos) que genera una hectárea agrícola, $56,90 se lo llevan los distintos niveles de gobierno. Además, de esa cifra, sólo un 38,7% vuelve a las provincias. El estudio también discrimina por provincias, y mientras el índice nacional es de 56,9%, la provincia de Santa Fe registra un 56,1%, Córdoba 55,8%, Buenos Aires 58,8%, La Pampa 57,4%, y San Luis 54,1%.

En estos resultados se conjugan los rindes, los impuestos provinciales y locales y los fletes, que generan efectos diferenciados sobre cada uno de los cultivos. Así como la participación de cada cultivo en el área cultivada de cada provincia.

Esta realidad nos hace inviables para salir a competir a los mercados mundiales, y en orden al acuerdo recientemente suscripto con la UE, queda expuesta la urgencia de implementar cambios que permitan reducir esta asfixiante carga tributaria.

La reciente modificación del esquema de retenciones a las exportaciones del agro se planteó como un aliciente para las economías regionales, pero en verdad, producciones muy arraigadas en nuestra provincia como la frutilla, el arroz o la miel, están lejos de sacar provecho de esta medida.

En verdad, el costo argentino (del que estos impuestos forman un porcentaje mayúsculo), se ha encargado de sacar de la cancha del mercado exportador a muchas de estas economías desde hace varios años. Y si bien la meta de alcanzar el déficit cero para el ciclo 2019 con la renta de estos sistemas productivos permite visualizar una salida a la macroeconomía, nadie garantiza que este impuesto se elimine a fines de 2020, tal lo prometido.

Las entidades del sector, cuya representatividad ha ido cayendo significativamente, se manifestaron en este sentido a través de un comunicado, planteando una listado de buenas intenciones. Si quieren que la nueva administración tome nota de dicho pedido, tiene sabor a poco.