La política en foco

Resultados que entusiasman

El campo sabe esperar. Pasó la peor sequía, ahora llegó la cosecha récord.

José E. Bordón

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Días atrás, la aseguradora Moody’s sostuvo, en un informe actualizado sobre la situación de Argentina en vísperas de las Paso, que nuestra economía es una economía débil, por el contexto político actual, la falta de inversiones y el déficit fiscal. Sin embargo, destacó que los resultados de la cosecha granaria y la producción de Vaca Muerta le permitirán subsistir un tiempo, hasta tanto se consolide la recuperación industrial y mejore también el contexto internacional. Nada nuevo. Pero sirve para recordar que con la producción histórica de soja, maíz y trigo, el sector es uno de los ganadores del año y se coloca al frente de ese intento de recuperación. El antecedente no era el mejor. Por eso se disfrutan tanto estos resultados.

Todos recordamos la campaña 2017/2018, segada por la peor sequía de los últimos 50 años, que afectó el 30 por ciento de la producción y nos privó ingresos por unos US$ 8.500 millones. Desde Agroindustria coinciden en que este año se alcanzará la marca histórica de unas 148 millones de toneladas, incluidos todos los cultivos, como consecuencia de un clima favorable, una decida inversión de los productores para recuperarse de las pérdidas, a lo que se suman los avances tecnológicos y la reducción inicial de las retenciones que generaron una ampliación de la superficie del maíz y la segunda mayor área destinada al trigo en los últimos 20 años. Es importante destacar que esta superficie se logró implantar en tiempo récord, gracias a las favorables condiciones climáticas y a la adecuada a óptima oferta hídrica registrada durante gran parte de la ventana de siembra.

En el medio apareció la decisión comunicada por el gobierno de China, de suspender las compras de productos agrícolas de los Estados Unidos en represalia por el nuevo arancel que la administración de Donald Trump impondrá desde el 1º de septiembre. Ello generó una suba del 6,3% del valor FOB de la soja en los puertos argentinos, dada la necesidad china de orientar definitivamente su búsqueda de materia prima en Sudamérica. Según el informe que publica a diario el Ministerio de Agroindustria de la Nación, el precio de exportación del poroto de soja argentino creció en la semana de 332 a 353 dólares por tonelada. Este mismo movimiento se evidenció en los principales puertos de Brasil y se dio en detrimento del valor de la oleaginosa de los Estados Unidos en el Golfo de México, que se negoció a 348,24 dólares.

En nuestro país, sobre una cosecha 2018/2019 de soja de 55,30 millones de toneladas, según el último informe mensual de estimaciones agrícolas publicado por Agroindustria el 18 del mes pasado, el saldo exportable de poroto de soja se prevé en 8,70 millones de toneladas. Es posible, como coinciden en sostener varios especialistas, que una mejora en la ecuación económica a partir de la suba del valor FOB genere una mayor competencia entre los exportadores y la industria aceitera que, en función de las cifras oficiales, procesaría unos 48,40 millones de toneladas, en un ciclo comercial que se inició con un stock de 3,94 millones y que contempla importaciones temporarias por 2,50 millones. Por eso también es importante explicar que los niveles récord de cosecha de trigo y maíz permitieron compensar las menores ventas de la oleaginosa. En maíz ya se fijaron con precio unas 27.100.000 toneladas, lo que significa el 60% del total, cuando normalmente representa el 40%, y aportando al sistema de agronegocios hasta este momento con una diferencia positiva a precios actuales de unos 1.900 millones de dólares más. Y los cultivos de invierno con la cosecha 18/19 ya finalizada, como trigo y cebada, aportaron más de 1.0000 millones de dólares más que el año anterior.

Resta saber qué ocurrirá luego de esta cosecha récord. ¿Dependerá solo de lo que suceda políticamente en la Argentina?.