CÓMO IMPACTARÁN LOS COMICIOS EN EL CONGRESO

Gane quien gane, nadie tendrá la mayoría en las cámaras

Si Macri es reelecto, contará con entre 110 y 120 diputados, y algo más de 30 senadores, sumando aliados. Si gana el kirchnerismo, tendrá un centenar de diputados y quedaría cerca del quórum en el Senado. Qué nombres sumaría cada fuerza.

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Sesión de la Cámara de Diputados de la Nación.

Foto: Archivo El Litoral

 

Redacción de El Litoral

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Fuente: Parlamentario.com

Las elecciones de este domingo resolverán contadas internas, pero en líneas generales no determinarán nada definitivo. Serán, se sabe, una fenomenal encuesta que servirá para tener ciertas certezas respecto de lo que pueda llegar a suceder en las generales, aunque tampoco esto indica que lo que se vaya a votar este domingo sea igual que lo del 27 de octubre. Como sea, podrá servir para especular con la futura conformación de ambas cámaras, según lo que adelanten los resultados de estas Paso.

Pero esos análisis pueden hacerse aún sin esperar la votación.

La duda se plantea en si realmente el sistema de gobiernos sin mayorías legislativas es una realidad que llegó para quedarse un buen tiempo. Vemos que en el caso de ex Cambiemos, es así, ¿será lo mismo para un gobierno peronista?

La respuesta inmediata es bien concreta, pues todo indica que tanto el actual oficialismo, como el que apoyaría a Alberto Fernández si fuera el nuevo presidente, no contarán con mayorías propias en ninguna de las dos cámaras. Ese dato surge de un análisis realizado en base a las encuestas y presunciones, basado en la polarización extrema que están anticipando los sondeos y que hace variar incluso las perspectivas que un año atrás habíamos previsto para el actual oficialismo.

¿Qué rigurosidad puede llegar a tener un análisis de este tipo cuando todavía no se ha registrado la elección? El resultado de este informe es una muestra muy aproximada en función de los porcentajes previstos y la realidad de muchas provincias que anticipan resultados cantados. Existe sí un margen de error que debe contemplarse y que no altera mayormente lo que acabamos de establecer: la falta de mayorías en ambas cámaras cualquiera sea el ganador. En tren de dar márgenes de error, podemos usar el + - 5 bancas.

QUIÉN ES QUIÉN

Pero este análisis va un paso más allá, pues analiza los nombres propuestos en las listas -fundamentalmente las del Frente de Todos-, para establecer con cierta exactitud adónde podrían ir en caso de llegar al Congreso.

En el caso de Juntos por el Cambio, permite hacer una radiografía de esa futura bancada, para determinar cuántos son del Pro, cuántos radicales, qué cantidad será de la Coalición Cívica, y cuáles los aliados. Lo cual no es un dato menor, fundamentalmente para el caso de que Mauricio Macri no resulte reelecto. ¿Qué posibilidades hay de que Juntos por el Cambio perdure en el tiempo? Nadie se anima a responder esa pregunta en época de elecciones, pero la realidad es que ante una eventual derrota cada fuerza podría buscar seguir su camino de manera individual, habida cuenta de que propios y extraños consideran a (ex) Cambiemos una alianza electoral.

La misma realidad le asiste al peronismo. ¿A quién responderán los legisladores elegidos en estas elecciones? La respuesta es muy distinta según vayan a ser oficialismo, o permanezcan en la oposición. Por eso en este análisis determinamos de manera aproximada cuántos de los posibles nuevos diputados responden al kirchnerismo duro, en la actualidad referenciado en Diputados en el bloque FpV-PJ que conduce Agustín Rossi, y el que tiene en su seno a la propia Cristina Kirchner hoy en el Senado. Y cuáles son los legisladores que se referencian en sus gobernadores, habida cuenta de que muchos anticipan que aun si Alberto Fernández fuera elegido presidente, el bloque Justicialista mantendría su independencia, integrándose en ese caso a la bancada oficialista solo a manera de interbloque.

Lo mismo sucederá con aliados como los del Frente Renovador, que posiblemente no se integrarían oficialmente en el bloque Frente para la Victoria, pero en caso de ser oficialismo sin duda lo harán dentro de un interbloque.

Ahora bien, una derrota no deja lugar a dudas de que cada fuerza seguirá su camino individual, mostrando a una oposición bastante más atomizada.

JUNTOS POR EL CAMBIO

El actual oficialismo tiene 107 miembros en la Cámara baja, de los cuales, 55 son del Pro, 39 de la UCR, 10 de la Coalición Cívica/ARI y 3 son aliados. Renuevan 45 escaños, los correspondientes al resultado de 2015. A razón de 27 del Pro, 15 de la UCR, 2 de la CC/ARI y un aliado (Alfredo Olmedo).

Según el cálculo estimativo realizado por parlamentario.com, un gran ganador sería el radicalismo, que podría sumar 21 legisladores llegando probablemente a 47 miembros, ocho más que los que hoy tiene. En esta sumatoria incluimos a los dos diputados de Evolución Radical, pues conforme el acuerdo alcanzado con Martín Lousteau, sus miembros se sumarán al bloque de Juntos por el Cambio, y es de imaginar que lo harán directamente en el seno de la UCR.

Así, tal cual sucedía hasta que se encolumnó con Lousteau, Carla Carrizo volvería al bloque del partido centenario, acompañada por Alvaro De La Madrid, que será quien complete el mandato del ex embajador en Washington, que pasará al Senado. Eso sin contar al catamarqueño Eduardo Brizuela del Moral, que tiene mandato hasta 2021 y pese a ser radical mantiene su bloque Frente Cívico, que no se incrementará este año pues en Catamarca el diputado que sumarían es de la Coalición Cívica.

La Coalición Cívica/ARI sigue sumando miembros y podría tener a partir del 10 de diciembre un 50% más, pasando a ser un bloque de 15 integrantes tras sumar 7 en estas elecciones.

En cambio es el Pro el que más resignará en la Cámara baja, pues a diferencia de sus aliados vería reducido su número actual. Hoy cuenta con 55 diputados, y si bien sumaría una veintena, quedaría en alrededor de 47, producto de todo lo que tuvo que ceder en el armado de listas.

El bloque Juntos por el Cambio sumaría entre cinco y seis aliados, con lo que podría orillar un mínimo de 116 miembros, que podrían estirarse al menos a 119 si les va muy bien en determinados distritos. Lo cual es un mejor resultado que si replicaran los guarismos de 2015, pero menor al no repetirse el triunfo de 2017. Con todo, seguirá siendo minoría.

EN EL PERONISMO

Está claro que Cristina Fernández de Kirchner tuvo una participación total en la conformación de las listas, contemplando las dos alternativas probables en esta elección: triunfo y gobierno, o derrota y oposición dura. Es así que un repaso de las listas en todo el país permite ver muchos camporistas en ambas cámaras -sobre todo en el Senado-, pero fundamentalmente kirchneristas fieles. En la medida que pudo imponerlo, pues los gobernadores también ubicaron algunos legisladores propios en las listas.

Asimismo, el objetivo de ampliar el frente opositor llevó a incluir aliados eventuales que tarde o temprano tendrán vuelo propio. Es el caso de la Ciudad de Buenos Aires, donde solo la número dos de la lista de los precandidatos con posibilidades de ser elegidos es del kirchnerismo: Paula Penacca, de La Cámpora. Los otros son Fernando “Pino” Solanas, Itai Hagman (a pedido de Juan Grabois) y Victoria Donda.

Ahí es cuando debe tenerse en cuenta un detalle no menor: todo oficialismo suele nutrir al Ejecutivo con miembros del Parlamento, lo que lleva a imaginar la posibilidad de que alguno de esos tres precandidatos aliados mencionados vaya a ocupar lugares en ministerios y secretarías. Por ejemplo Donda, que aceptaría de mil amores un eventual ofrecimiento para integrar el Ministerio de la Mujer que promete crear el candidato kirchnerista. Así es que vale observar que el quinto de esa lista es el kirchnerista Eduardo Valdés, y sexta figura otra ex diputada K, Mara Brawer. Dos muy probables relevos.

Lo mismo pasa en la provincia de Buenos Aires, donde la lista del Frente de Todos incluye entre los lugares elegibles a cinco camporistas, otros tantos kirchneristas puros, uno del Movimiento Evita y Facundo Moyano, más tres massistas. Calculamos el ingreso seguro de 15 diputados del FdT, y en el puesto 16º aparece una precanddiata del Frente Renovador. Pero en el siguiente se lo ve al ultrakirchnerista Rodolfo Tailhade, a priori postergado en el armado de listas, pero con posibilidades ciertas de ascender si es que Alberto F. es elegido presidente. Sin ir más lejos, reemplazando a Sergio Massa, a quien no son pocos los que ven en un cargo en un eventual gobierno de Fernández, más que al frente de la Cámara baja como oficialmente se menciona.

Además de los nombrados, La Cámpora podría sumar miembros en las provincias de Córdoba, Corrientes, Chubut, Santa Fe y Tucumán.

En la actualidad, el bloque que conduce Agustín Rossi cuenta con 65 diputados, de los cuales se van 38, y sumaría unos 33, con lo que el kirchnerismo duro contaría entre 58 y 60 miembros a partir de diciembre. De los diputados que siguen, el FpV sumará además a la sindicalista santafesina Patricia Mounier, que reemplazará a la vicegobernadora electa Alejandra Rodenas, que no integraba esa bancada.

El bloque Justicialista retendrá 10 diputados y sumaría otra decena; y el justicialismo tucumano tendría cuatro miembros.

De Red por Argentina, el interbloque que conduce Felipe Solá, tres de sus miembros mantienen sus escaños y sumarían a otros tantos, al tiempo que el bloque Federal UNA -ya sin contar a Graciela Camaño y a Marco Lavagna, que renovarían sus bancas- quedaría con siete integrantes.

Considerando a “Pino” Solanas e Itai Hagman, un peronismo oficialista podría llegar a tener un interbloque peronista de un mínimo de 99 miembros. Y a los efectos de pensar en el quórum, podría contar con unos 11 diputados más, sumando a santiagueños y misioneros, que siempre fueron aliados del kirchnerismo.

En caso de derrota, cada uno seguiría su camino y el eventual gobierno macrista podría buscar aliados en la veintena de diputados que responden a los gobernadores, más los cuatro del cordobesismo, misioneros y santiagueños.

EN EL SENADO

El interbloque Cambiemos tiene 24 senadores: 9 del Pro, 12 de la UCR, más el catamarqueño Oscar Castillo, y los aliados Roberto Basualdo y Claudio Poggi. Renuevan solo cuatro bancas, tres del Pro y la restante del radical Angel Rozas. Según las estimaciones, el Pro sumaría dos bancas (una por CABA y la otra por Entre Ríos) y el radicalismo dos o tres, si Horacio “Pechi” Quiroga es elegido por la minoría en Neuquén. Así las cosas, el ahora bloque Juntos por el Cambio quedaría como está hoy: entre 24 y 25 miembros.

Pero ahí es donde juega el “factor Pichetto”. Conforme las alianzas que ha hecho el rionegrino, que de ganar sería el titular del Senado, ese oficialismo contaría como aliados a Juan Carlos Romero, Carlos Reutemann, Adolfo Rodríguez Saá, Alberto Weretilneck y la rionegrina que lo acompaña, como así también a Carlos Menem y Carlos “Camau” Espínola. Sin contar a Lucila Crexell, si llegaran a ganar en Neuquén.

Así las cosas, en caso de ganar Juntos por el Cambio, podría sumar en el Senado probablemente a entre 31 y 32 miembros.

Por el lado del peronismo, triunfe o pierda la fórmula de los Fernández, gran ganadora en el Senado resultará Cristina Kirchner cualquiera sea el resultado. Porque si gana el Frente de Todos, presidirá un cuerpo con mayor injerencia kirchnerista. Y si pierde, le quedará el alivio de contar con un bloque más grande, que pensando a futuro y en sus fueros no es un dato menor.

En la actualidad, el bloque FpV-PJ tiene 9 miembros, de los cuales a tres se les vence el mandato, pero podría sumar entre 8 y 9 senadores, con lo que quedaría un bloque de 15 legisladores.

En caso de ganar Alberto Fernández, el interbloque hasta ahora denominado Argentina Federal seguramente no sufrirá las fugas que en caso contrario ya se han tramitado, Pichetto mediante. A los 15 miembros que conservarían sus bancas en ese interbloque se le agregarían cuatro, con lo cual ese interbloque tendría unos 34 miembros a partir de fin de año.

Habría que ver qué sucedería con los tucumanos José Alperovich y Beatriz Mirkin, enemistados con el kirchnerismo tras las elecciones en esa provincia, aunque lo más probable es que terminen todos juntos. Y el quórum propio lo alcanzarían sumando al santiagueño Gerardo Montenegro, a la puntana Eugenia Catalfamo y a los dos misioneros, todos seguros aliados de un kirchnerismo gobernante.

De los diputados que siguen, el FpV sumará a la sindicalista santafesina Patricia Mounier, que reemplazará a la vicegobernadora electa Alejandra Rodenas, que no integraba esa bancada.

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Sesión del Senado de la Nación.

Foto: Archivo El Litoral

Todo indica que tanto el actual oficialismo, como el que apoyaría a Alberto Fernández si fuera el nuevo presidente, no contarán con mayorías propias en ninguna de las dos cámaras.

EL CASO SANTA FE

En Santa Fe, uno de los grandes distritos del país, hay en disputa diez bancas. En las presidenciales de 2015, el Frente para la Victoria (31,46) se alzó con cuatro; Cambiemos (30,47%) con tres; el massismo (21,97%) dos, y el Frente Progresista Cívico y Social (11%) con la restante. Hace dos años Cambiemos ganó los comicios con el 37,80% y se quedó con cinco lugares; el Frente Justicialista (25,90%) retuvo tres y el Frente Progresista Cívico y Social (14,63) una.

Si se diera un triunfo ajustado del Frente de Todos o Juntos por el Cambio y se repartieran entre los dos ocho bancas, de los cuatro del peronismo estos serían el camporista Marcos Cleri; Alejandra Obeid; Gerardo Martínez, del sector de Agustín Rossi, y Vanesa Massetani, del Frente Renovador.

En Juntos por el Cambio compiten dos listas, prevaleciendo posiblemente la encabezada por el presidente del Pro, Federico Angelini, sobre la del radical Martín Rosúa, que en principio no podría estar pegada a la fórmula presidencial. Junto a Angelini podrían ingresar también la radical Ximena García, sería reelecto José Núñez (Pro), e ingresaría también Carolina Castets, de la Coalición Cívica.

Si Consenso Federal sumara dos diputados en esta provincia, ellos serán Enrique Estévez, hijo del fundador del Partido Socialista Popular, Guillermo Estévez Boero, y Carolina Piedrabuena, de la UCR.