El sábado, en ATE Casa España

Ignacio Andrés Amarillo

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El bailarín argentino Hernán Piquín, regresa junto a su ballet a los escenarios de la Argentina con “Fuego y Pasión”, un nuevo espectáculo de ballet y teatro, que combina a lo largo de casi dos horas boleros y tangos emblemáticos con la magia del flamenco. La idea y dirección general es del propio Piquín junto a Osmar Odone y Sol Viviano.

Allí se unen “La cumparsita” con “Penumbras”; “Si tú supieras” y “Nostalgias” con “El día que me quieras” o “Bésame mucho”, “Algo contigo”, “Contigo aprendí” y “A mi manera” con “Orobroy”, “Fuego fatuo” y “Alegrías”, entre otros, de la mano de la primera bailarina Daiana Chorni y seis bailarines destacados. La cita en Santa Fe será este sábado desde las 21.30, en ATE Casa España (Rivadavia 2871).

Para precalentar el escenario, El Litoral se contactó con el artista para conocer más sobre esta propuesta y su actualidad profesional.

Hay equipo

—En “Pasional” trabajaste el tango, en “Entre boleros y tangos” sumaste la mística del bolero, ahora se agregan los climas del flamenco. ¿Cómo se armó la idea y la selección de los temas?

—Todo comenzó con las ganas de hacer un nuevo espectáculo y nos parecía muy interesante la idea de sumarle el flamenco. Nos encontramos en mi casa con los directores del espectáculo, Sol Viviano y Osmar Odone y allí empezamos a idear el show; no fue fácil tener que elegir entre tanta música ya que nos gustaba todo, pero finalmente nos pusimos de acuerdo.

—¿Qué te moviliza en el cuerpo cada uno de estos géneros o estas canciones que llevas a la performance escénica?

—Para un bailarín lo más importante es la música, ya que la traducimos en movimiento y es ahí donde nace la interpretación.

—¿Qué tiene que tener un bailarín o una bailarina además de la pureza de la técnica para abordar la danza sobre música popular?

—Creo que lo más importante es la pasión por la danza, el amor, la disciplina, el estudio y el respeto por la carrera.

—Trabajaste con dos colaboradores habituales como Odone y Viviano en la creación integral de la puesta. ¿Cómo se reparten los roles creativos, o cómo es la interacción a la hora de pensar cada cuadro?

—Es refácil tratar de trabajar con ellos ya que somos amigos de muchos años, todo se conversa. Los tres tomamos las decisiones: un verdadero trabajo de equipo.

—Volvés a compartir el escenario con Daiana Chorni, con quien compartiste el show anterior. ¿Cómo es trabajar con ella, y cómo se fue afianzando la química escénica a través del tiempo?

—Así es, una vez más estamos trabajando juntos con Dai, es muy bueno cuando encontrás a alguien con quien te podés comunicar en el escenario solo con la mirada y saber qué es lo que pasa.

—Sumaron al bailaor flamenco español Agustín Barajas. ¿Cómo lo eligieron, y qué nos podés decir de él como artista?

—A Agustín lo conocí en una gira que hice por España bailando en la compañía de Rafael Amargo, donde hicimos funciones en los teatros romanos de España. Allí vi su danza y fue cuando le pregunté si quería acompañarme en mis giras por la Argentina. Es un artista estupendo que tiene una agenda muy apretada que cuando no puede acompañarnos en la gira lo reemplaza otro gran bailaor, Vico Zapata.

Celebridad

—Gracias a la televisión y a los espectáculos que venís realizando te convertiste en un artista popular, generando una euforia poco acostumbrada para los bailarines de formación clásica. ¿Cómo vivís esa respuesta eufórica de la gente?

—La verdad es que agradezco cada muestra de afecto de la gente, pero me da vergüenza que me pidan fotos o autógrafos. Soy un agradecido de poder vivir de lo que amo hacer.

—Tus giras pasan por las ciudades grandes pero también por localidades del interior de cada provincia, por donde no pasan muchos espectáculos. ¿Hay más gratitud de parte de esos públicos?

—Me encanta poder llegar a todo mi país a cada provincia a cada pueblo y poder compartir nuestro trabajo con todos, los más agradecidos somos nosotros de poder estar allí.

—Este año volviste al “Bailando”. ¿Cómo es de diferente el ritmo de trabajo de un programa de estas características al de una compañía en gira, y cómo los compatibilizás?

—Este no es mi primer año en el “Bailando” haciendo gira simultáneamente; el ritmo es muy difícil, ya que no tengo un día libre para poder descansar: salimos de gira a veces los martes a la noche o miércoles a la madrugada, hacemos giras de miércoles a domingos, volvemos el lunes a la mañana y ese mismo lunes y martes ensayo para el “Bailando”.

Pasado y futuro

—¿Sos de hacer balances sobre todo lo que lograste en estos años, o estás siempre mirando hacia el futuro?

—Siempre estoy mirando al futuro tratando de generar más y más proyectos.

—¿Qué le diría el Hernán Piquín de hoy a aquel muchacho de Los Polvorines que quería dedicarse a la danza?

—Le diría que haga el mismo camino pero con el doble de esfuerzo, para que las oportunidades lleguen más rápido.