Hay 72 mil focos encendidos

Bolsonaro culpa a ONG extranjeras de los incendios en el Amazonas

Según datos oficiales, de enero a agosto aumentaron el 82% frente al mismo período de 2018, la cifra más alta desde 2013.

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El presidente de Brasil se quitó la responsabilidad por lo que está ocurriendo en la selva brasilera.

Foto: Xinhua

 

Redacción El Litoral

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Telam

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, denunció la posibilidad de que las organizaciones ambientalistas hayan impulsado incendios en la región amazónica, que este año aumentaron un 80% respecto a 2018, mientras que su ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, fue abucheado y repudiado en una reunión de la ONU sobre cambio climático en Salvador de Bahía.

Según los datos publicados por los medios locales, basados en datos satelitales del Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE), de enero a agosto los incendios forestales aumentaron el 82% frente al mismo período de 2018, la cifra más alta desde 2013 cuando comenzaron las encuestas sobre el fenómeno, con un 52% de incendios concentrados en el Amazonas brasileño.

El INPE contabilizó 72.000 focos desde enero, de los cuales 9.500 ocurrieron en la última semana.

En un discurso en Brasilia, Bolsonaro dijo que estos incendios, causados principalmente por acciones humanas, “podrían haber sido impulsados por las ONG, porque perdieron el dinero que recibieron”.

Cuando los periodistas le preguntaron, el presidente brasileño declaró: “no estoy diciendo que las ONG sean responsables de los incendios, estoy diciendo que aquí hay un crimen contra el que luchar”, pero “hay un interés de las ONG, que representan intereses diferentes a los de Brasil”.

“Les sacamos dinero de las ONG. De las transferencias de fuera (para la protección de la Amazonía, NDR), el 40% iba para ONG. No lo tienen más. Acabamos también con las transferencias de órganos públicos” a esas entidades, dijo.

Las cifras sobre el crecimiento de los incendios se suman a las que también publicó el INPE, según las cuales la deforestación en la Amazonía creció un 278% en julio pasado en comparación con el mismo período en 2018, indicó la agencia ANSA.

La propagación de estas cifras llevó a una controversia entre el gerente de INPE, Ricardo Galvao, atacado por Bolsonaro, que lo acusó de “actuar al servicio de ONG extranjeras”.

La política ambiental del gobierno brasileño ya ha llevado a Alemania y Noruega a decidir suspender sus donaciones al Fondo Amazonas, y el clima de tensión fue palpable hoy cuando el ministro Salles habló en la Semana de América Latina y el Caribe sobre el cambio climático, organizada por las Naciones Unidas, en Salvador de Bahía, y fue abucheado y hostigado por muchos participantes.

El mismo Salles, de hecho, había anunciado en mayo la cancelación de la reunión de Salvador, argumentando que, dado que Brasil ya había renunciado a ser anfitrión de la Conferencia Climática de la ONU (COP 25, que tendrá lugar en Chile, en diciembre), no tenía sentido organizar una cita preparatoria.

“¿Debería permitirse una manifestación solo para que los participantes hagan turismo en Salvador?”, había dicho el ministro.

Ayer, el grupo de acción ciudadana Avaaz entregó ayer al Congreso brasileño un documento respaldado por un millón de firmas en el que exigen medidas para poner coto a la creciente deforestación en la región amazónica.

Protestas en todo el mundo

La organización Fridays for Future (FFF) convocó a los jóvenes a manifestarse mañana ante las embajadas de Brasil en todo el mundo, entre ellas frente a la sede de Argentina para protestar por los incendios que están devastando la selva del Amazonas y que avanzan a una velocidad que califican de “alarmante”. “Nuestra casa está literalmente en llamas y los pulmones de nuestro planeta se están convirtiendo en cenizas”, alertaron los jóvenes. La organización relaciona el aumento de los incendios en Brasil con la llegada a la presidencia del país de Jair Bolsonaro, quien asumió el 1 de enero de 2019, a cuyo Gobierno acusa de ver el Amazonas “solo como una bolsa de dinero”.