Hay formas de perder y Unión “eligió” la mejor...

Con vergüenza y sin dar vergüenza

Otra vez entró dormido y regaló un rato y dos goles. Era difícil remontarlo, pero apareció el amor propio y un mejoramiento futbolístico que lo puso a tiro del empate. Un error arbitral terminó con dos expulsiones.

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Ezequiel Bonifacio recibe el saludo de Jalil Elías. Ambos fueron los que armaron la jugada que terminó en gol. El pase de Elías fue perfecto y mejor todavía la definición de Bonifacio. No habían empezado bien. Uno levantó (Bonifacio), pero el otro no (Elías).

Foto: Marcelo Endeli

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Al dolor de perder un partido es muy difícil remediarlo, pero una cosa es que venga acompañada —esa derrota— de una actuación frustrante, a que llegue como le llegó a Unión en el Nuevo Gasómetro. Esa imagen híbrida, desconocida y lamentable que el equipo brindó en Rosario, cuando perdió con Newell’s, dista demasiado de ésta, que tuvo sus puntos criticables y su muro de lamentos y carencias, pero que fue una imagen de equipo luchador, que en varios pasajes del partido entendió que enfrente no había un cuco, que se le podía jugar de igual a igual y de hecho que lo hizo y hasta en varios momentos fue superior.

Aquella actuación que dio vergüenza en la oprobiosa tarde rosarina, hace quince días, mutó en una labor con vergüenza en el Nuevo Gasómetro. Se pasó del bochorno al amor propio, al honor de pelear el partido y hasta de ponerse “a tiro” de empatarlo. Le faltó la contundencia que tuvo San Lorenzo. Ahí radicó la gran diferencia. Inclusive, en esos primeros 20 minutos en los que el equipo entró otra vez dormido, sumiso, sometido, con un rival que tuvo situaciones y no perdonó, pero con Unión que también las tuvo y se encontró con falta de precisión, indefinición y un Navarro que respondió brillantemente, sobre todo en la jugada del pibe Comas, que recibió una habilitación estupenda de un mejoradísimo Acevedo.

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¿Por qué Unión regala los comienzos de los partidos?, ¿por qué entra dormido? Le pasó con Newell’s, a pesar de que no le convirtieron pero se condicionó el trámite del partido; con Lanús fue notorio; con San Lorenzo, ni hablar (perdía 2 a 0 a los 20 minutos) y también, aunque en el segundo tiempo, ante Defensa y Justicia. Es una postura floja, liviana, que termina agrandando al rival y el golpe recibido, después, cuesta remontarlo. Hubo virtudes de San Lorenzo, sobre todo en el buen trato de pelota de los mellizos Romero y ese tándem impecable que por derecha armaron uno de ellos —Angel, el autor del primer gol— y Salazar. Pero hubo defectos muy acentuados de Unión, que dejó hacer, que no encontró la pelota, que no apretó con convicción ni tuvo seguridad para cortar esa tenencia muy evidente de la pelota por parte del rival.

Pero hubo algo que convirtió al partido en cambiante e interesante. Mientras San Lorenzo gobernaba el trámite y jugaba mejor que Unión, hubo dos o tres jugadas muy claras que la visita desaprovechó. Primero fue un cabezazo de Bou, apenas el Romero diestro convirtió el primer gol; y después llegó la mejor de todas: Gastón Comas recibió solo después de una habilitación bárbara de Acevedo, pero Moyano tapó el mano a mano que podía dejar el partido 1 a 1.

Esa falta de eficacia de Unión contrastó claramente con la contundencia de San Lorenzo, que llegó al segundo y parecía que ese golpe era terminal. Pero como ya pasó en otras oportunidades (por ejemplo, ante Lanús en el segundo tiempo y contra Defensa cuando el equipo de Varela empató momentáneamente el partido), llegó la reacción. Y el 2 a 1 puso un poco más de justicia, quitando la vara alta y exagerada que había puesto San Lorenzo con el 2 a 0 parcial.

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El segundo tiempo fue el momento de Unión y el reflejo de lo que, seguramente, se quiso hacer en todo el partido. Acevedo (mejoradísimo) haciéndose dueño del mediocampo y con mayor incidencia que Menossi y compañía; el tándem Corvalán-Milo controlando mejor (habían tenido problemas en el primer tiempo) y turnándose para proyecciones que no siempre terminaban bien, pero que al menos lo intentaban; Bonifacio, recuperado de algunos errores cometidos con su propio gol convertido en excelente definición, yendo y yendo por más que a veces le salía bien y otras no tanto, pero lo hacía con fervor, entusiasmo y convicción.

Eso, convicción, lo que el equipo no había tenido en el primer tiempo, fue la clave para pasar a manejar el partido. ¿Qué hacía San Lorenzo?, tenía mucho menos la pelota, se diluía la importancia de los mellizos Romero y sólo quedaba el inquieto Barrios para rotar por todo el frente de ataque, pero sin claridad ni profundidad. Era de Unión el trámite y rondaba la sensación de que el empate se podía dar y no iba a estar del todo mal.

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Hasta que de un “plumazo” (o de un error arbitral si se prefiere), Lamolina dejó a Unión con dos menos cuando todavía faltaba un ratito importante para el final. No quiero echar la culpa ni responsabilizar a Lamolina —que está claro que se equivocó y que no vio la simulación de Poblete en el mano a mano con Martínez—, pero cuando todavía le quedaba un tiempo a Unión (diez minutos con el descuento), lo dejó con dos menos: segunda amarilla para Martínez por el supuesto foul y roja directa a Bottinelli que además de tirarle un pelotazo a Poblete (ahí le aplicó bien la amarilla), después se excedió en el reclamo porque entendió que no era justo lo que estaba haciendo con su compañero y lo echó. 9 contra 11 en el momento en el que Unión era más, había tenido chances y faltaba el toque final, la contundencia necesaria para quedarse con un empate por el que había luchado mucho durante parte del primer tiempo y todo el segundo tiempo.

Bien Unión. Mal en el resultado, demasiado leve en el comienzo del partido, subordinado y manejable al principio pero rebelde después. Esa imagen contrastó no sólo en el mismo partido, sino con aquella palidez total y absoluta que había exhibido contra Newell’s y en los 30 minutos iniciales del partido con Lanús. Cualquier derrota duele, pero hay formas de perder. Y Unión esta vez lo sufrió “de la mejor manera”. Revirtiendo la adversidad de los primeros 20 minutos (en los que tuvo mucho que ver dejando que San Lorenzo haga lo que quiera con la pelota) para cambiar la imagen y ponerse casi al límite de merecer otra cosa que no sea la derrota.

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Gastón Comas dejó algunas cosas interesantes como resultado de su debut y estuvo muy cerca de convertir. En esta acción, lucha con Poblete por la posesión de la pelota.

Foto: Marcelo Endeli

BAJO LA LUPA

MOYANO (5).- Casi no tuvo intervenciones, porque San Lorenzo fue muy eficaz para aprovechar las situaciones a su favor en el primer tiempo.

MARTÍNEZ (5).- Fue expulsado injustamente por Lamolina, que “compró” la simulación de Poblete. Se complicaba cuando Barrios se tiraba por su costado. Tuvo más decisión en el segundo tiempo.

GÓMEZ ANDRADE (6).- Algunas imprecisiones con la pelota en los pies pero sin fallas en defensa. En las veces que perdió no hubo problemas para Moyano.

BOTTINELLI (5).- Se fue de boca y Lamolina lo echó cuando previamente se había equivocado en expulsarlo a Martínez. Algunas complicaciones en el primer tiempo.

CORVALÁN (5).- Mejoró poniéndole ganas y amor propio a su actuación, después de una media hora inicial en la que fue permanentemente desbordado.

BONIFACIO (6).- Tuvo errores y se hizo cargo, sobre todo en el segundo gol de San Lorenzo (dejó solo y sin marca a Bruno Pittón). Pero además de convertir un gol y de estar cerca de marcar otro, también mostró amor propio y confianza.

ELÍAS (4).- Un muy buen pase a Bonifacio en el gol de Unión y nada más. No encontró nunca el partido, se lo vio lento y sin gravitación, ni en la marca ni en el juego. Debe mejorar.

ACEVEDO (7).- Mejoradísimo. Está claro que es un jugador que Unión necesita a pleno porque permite levantar mucho su volumen de juego. Le puso una pelota brillante a Comas en el mano a mano que le tapó Moyano. Y se adueñó del partido en el segundo tiempo.

MILO (5).- Arrancó mal, complicado por las subidas de Salazar y el tándem que se armaba con Oscar Romero. Levantó luego y hasta tuvo un par de posibilidades.

GASTÓN COMAS (5).- Buen “bautismo” del pibe, que hasta pudo ser consagratorio si convertía en ese mano a mano que le tapó bien Moyano. Movedizo, necesita adaptarse al ritmo de primera pero mostró buenas condiciones.

BOU (5).- Por momentos dio la impresión de quedar muy solo arriba, porque cuando el equipo retrocedía demasiado, a los volantes les costaba llegar. Inquieto, pero sin ocasiones, salvo en un cabezazo al principio del partido.

CUADRA (4).- Jugó un rato de delantero y otro rato de volante, cuando echaron a Martínez y a Bottinelli y tuvo que retroceder Bonifacio. Le falta explosión, tiene de sobra para jugar mejor.

TROYANSKY (5).- Se paró por izquierda, con la obligación de ir y venir por afuera porque al entrar por Milo, el equipo necesitó que alguien retroceda por ese costado y que no sea sólo de ataque.

NARDONI (5).- La impresión que dio es que no tuvo mucho tiempo para hacer pie en la cancha. No encontró la posición ideal, aunque entró con toda la intención de sacrificarse al máximo en el rato que jugó.

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Walter Bou se eleva con los ojos bien abiertos esperando por la pelota, ante la marca de Menossi.

Foto: Marcelo Endeli

Síntesis

San Lorenzo 2

Unión 1

Cancha: San Lorenzo.

Arbitro: Nicolás Lamolina.

San Lorenzo: Nicolás Navarro; Víctor Salazar, Fabricio Coloccini, Marcos Senesi y Bruno Pittón; Lucas Menossi y Gerónimo Poblete; Ángel Romero, Òscar Romero y Nahuel Barrios; y Nicolás Blandi. A.S.: Torrico. Estuvieron en el banco: Vergini, Fértoli y Gaich. D.T.: Juan Antonio Pizzi.

Unión: Sebastián Moyano; Damián Martínez, Yeimar Gómez Andrade, Jonathan Bottinelli y Claudio Corvalán; Ezequiel Bonifacio, Jalil Elías, Gastón Comas, Nelson Acevedo y Federico Milo; Walter Bou. A.S.: Peano. Estuvieron en el banco: Blasi, Brian Alvarez y Mazzola. D.T.: Leonardo Madelón.

Goles en el primer tiempo: 2m. Ángel Romero (SL), 20m. Bruno Pittón (SL) y 37m. Ezequiel Bonifacio (U).

Cambios: en el segundo tiempo, antes de comenzar, Juan Ramírez por Blandi (SL), 17m. Maximiliano Cuadra por Elías (U), 27m. Adam Bareiro por Ángel Romero (SL), Franco Troyansky por Milo (U) y Juan Nardoni por Comas (U), y 38m. Mauro Pittón por Poblete (SL).

Amonestados: Salazar, Barrios, Poblete (SL); Martínez, Corvalán, Milo, Elías, Bottinelli (U).

Incidencias: en el segundo tiempo, 37m. expulsados Bottinelli (U) y Martínez (U).