Uno de los grandes desafíos de la escuela es adaptarse a los constantes cambios causados por el rápido avance de las tecnologías de la información y comunicación. La robótica y la programación suponen una política educativa innovadora e integral, donde las habilidades relacionadas a las tecnologías digitales son fundamentales para el desarrollo, la inclusión social y la construcción del conocimiento. Adecuarse a los grandes cambios integrando los saberes fundamentales para la sociedad actual y del futuro es una política que el Estado provincial no debe dejar de lado.

Diversos informes coinciden en señalar que más de la mitad de las niñas y niños que se incorporan al sistema educativo van a desempeñarse en trabajos que aún no fueron creados. Es fundamental que nuestras escuelas construyan un ambiente de aprendizaje desde una cultura digital, incorporando en los procesos de enseñanza el pensamiento computacional, la robótica y la programación. Tres saberes fundamentales para promover el desarrollo de competencias relacionadas con la toma de decisiones, la formación científico-tecnológica y el desarrollo social.

Además, la exploración de estas áreas no sólo provoca en los estudiantes curiosidad, asombro y creatividad sino que también contribuye a la colaboración y el trabajo en equipo, generando un ambiente de aprendizaje multidisciplinario y dinámico, ubicando a los estudiantes como protagonistas en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Asimismo, estos nuevos lenguajes y modos de pensar permiten a los estudiantes reconocer secuencias y patrones, establecer hipótesis, detectar errores y corregirlos a partir de la experimentación.

Otro aspecto positivo es que una vez que los chicos logran apropiarse del funcionamiento de los sistemas digitales, ellos mismos pueden construirlos y reconstruirlos sobre las bases de sus intereses e ideas, en función de su realidad sociocultural. Para ello, se abordan aspectos técnicos referidos a las ciencias de la programación. Y es el aprendizaje de la robótica sustentado en la programación lo que genera en los chicos un alto nivel de motivación, convirtiéndose esto en un excelente recurso pedagógico.

Sabemos que la matriculación en los últimos años ha aumentado, pero ha sido una inclusión sin calidad, ya que no se logra brindar a los alumnos los contenidos y competencias básicas para un desarrollo acorde a las exigencias de este mundo cambiante altamente tecnificado e hiper comunicado.

Hoy la alfabetización en lectoescritura, además de pertenecer a otro siglo, es claramente insuficiente. En estos tiempos, necesariamente tenemos que pensar en la alfabetización científica y digital como presupuesto mínimo e indispensable para el desempeño ciudadano. Necesitamos posibilitar el acceso a sistemas más complejos de razonamiento, capacidad de abstracción y manejo de información.

Desde septiembre de 2018 las distintas jurisdicciones deberían haber implementado obligatoriamente -a través del Ministerio de Educación- los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (NAP) para Educación Digital, Programación y Robótica en sus currículas. Y para poder hacerlo, deberían haber desarrollado estrategias propias teniendo en cuenta los contextos, necesidades, realidades y políticas educativas particulares.

A un año de aquella resolución, resulta imperioso que el Poder Ejecutivo avance en acciones concretas para lograr su efectiva implementación en todas las escuelas de la Provincia de Santa Fe.

Sólo una sociedad que entienda realmente la importancia de aprovechar las ventajas que ofrecen las TICs y despliegue una estrategia educativa efectiva de alfabetización digital, estará en condiciones de desenvolverse de manera flexible e innovadora en el presente siglo