BAJÓ A SERBIA

Con un impecable juego colectivo

Argentina superó a Serbia y clasificó a semifinales, instancia en la que se medirá con el ganador del encuentro que mañana protagonizarán Estados Unidos con Francia.

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¡Un grande! Facundo Camppazzo manejó el ritmo de juego. Se comió la cancha.

Foto: Gentileza fiba.com

 

Redacción de El Litoral

Hasta hoy todo había salido muy bien para el Seleccionado Argentino en el Mundial de Básquetbol China 2019: invicto en su grupo, jugando bien, con jerarquía, compromiso y solidaridad; es decir, con la “Marca Argentina”.

Primero de grupo, sin derrotas tampoco al finalizar la segunda ronda y con el pase Olímpico a Tokio 2020 antes de jugar los cuartos de final. ¿Qué más se podía pedir? Pero enfrente estaba Serbia, el talentoso y poderoso representativo europeo.

Sin embargo, se volvió a hacer historia: Argentina ganó por 97 a 87, repleta de convicción y con un puñado de figuras sobresalientes. Campazzo, primero, con 18 puntos y 12 asistencias, demostrando que en FIBA nadie lo supera; Scola, el eterno, con 20 puntos, varios en el momento clave; Garino, otro “bestia” que le dicen que tiene que defender a King Kong y le saca las bananas de la mano; Deck, que con su metro noventa y ocho hasta se permitió defender a Jokic; y Vildoza, que esperaba una noche así hace rato y se le dio hoy.

¡Cuántas veces repetiríamos que pase esto siempre! Argentina está en las semifinales del mundo, otra vez y ahora espera por Estados Unidos o Francia, que se miden este miércoles.

El partido

En la primera mitad, Argentina rozó por momentos la perfección de lo que puede hacer como techo. Salvo por el comienzo accidentado por las faltas pitadas, alguna técnica y el nerviosismo, lo demás lo hizo todo bien, incluso durante esos momentos.

Campazzo hizo lo que quiso desde la base, controló el ritmo con el que quería que se jugara y se encontró con compañeros inspirados desde lejos, que la metieron con una efectividad pasmosa.

Así sacó 12-4 rapidito, aunque la ventaja se esfumó porque esas faltas cobradas al principio, sobre todo las 2 de Delía, hicieron que Hernández tuviera que mandar temprano a Gallizzi a la cancha y hasta tuviera que improvisar a Deck para defender a Jokic, el hombre que marcaba la diferencia ante un Bogdanovic más controlado por Garino.

Los serbios igualaron en 16 y llegaron a pasar al frente, pero nunca con consistencia. Lo mejor de Argentina fue que no se cayó con la salida de Campazzo y encontró al fin al enorme tirador que es Luca Vildoza, para retomar una diferencia de 8 en varias oportunidades.

Argentina defendía bien la primera línea presionando el balón y su problema era cómo hacer con Jokic. Porque Scola también tenía 2 faltas y Gallizzi 3. Una vez que recibía en el poste bajo, doblarlo agresivamente era seguir sumando faltas y en el uno contra uno no había como pararlo.

Se buscó liberar algo más a los tiradores menos confiables, como Jovic o Simonovic, además de intentar que no le llegara el balón tan fácil cerca del cesto.

Salió y no, pero el resultado tras 20 minutos fue más que bueno, más allá del 8-25 en los rebotes. La defensa permitió provocar 10 pérdidas y anotarle 54 a un Serbia con talento suficiente para darlo vuelta, aunque el partido contra España había dejado cicatrices.

En el tercer todo bajó un cambio. La defensa serbia ajustó sobre los tiradores (1/5 triples Argentina), los de Hernández perdieron muchos balones que no habían perdido antes y, lógicamente, se modificó la dinámica del juego. No era normal un 54-49 en 20 minutos.

De todos modos, Argentina mejoró defensivamente en su tablero, y los errores no le costaron tanto, aunque no pudo controlar a Bjelica, la mejor arma que tuvo Serbia en el período para terminar el cuarto solo a 1 (68-67). Parecía que todo iba a ser muy emocional en los últimos 10 minutos. Y lo sería.

La definición

Serbia se fue arriba con un triple de Guduric apenas comenzado el juego y podía pensarse que el esfuerzo había llegado hasta ahí, pero no. Había mucho corazón todavía en el plantel argentino.

Garino tuvo dos apariciones monumentales con tiros largos, Campazzo un bombazo de 3 y otra vez Argentina sacó 4, con 7 minutos en el reloj, y sin cometer faltas, contra 4 de Serbia, que no podía desnivelar ahora con Jokic, bien defendido por Scola y obligado a desprenderse del balón cuando intentaba ir al cesto. Cómo decir lo que pasó en el último cuarto. Cómo decirlo. Ver a Scola correr y anotar como cuando tenía 22 y en Indianápolis explotó como jugador. O ver a Deck defender a gigantes como si midiera 2,20. O a Lapro y Vildoza y Campazzo ser dueños de un partido memorable. Cómo decirlo.

Argentina sacó 11 a 3 minutos 17 segundos del final (87-76) y tenía la semi ahí... Serbia puso la victoria en duda con una bomba de Bogdanovic que achicó la diferencia a 6, pero la mente argentina estaba demasiado alta como para permitirse perder un partido imposible.

Entonces apareció Campazzo con un golazo y Deck con un robo y volcada que sentenciaron el juego.

Fue 97 a 87, pero el resultado final no importa. Importa que, como dijo hace poco Scola, esta Argentina lo hacía acordar de la previa de Indianápolis, cuando vencieron al gigante Estados Unidos por primera vez en la historia y llegaron a la final.

Ahora bajaron al gigante Serbia y están en semifinales, esperando por el ganador de Estados Unidos-Francia. Y por qué no permitirse soñar una vez más.

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Luis Scola aportó lo suyo para que Argentina se quede con la victoria.

Foto: Gentileza fiba.co,

Síntesis

Argentina 97

Serbia 87

Estadio: Dongguan Basketball Center

Parciales: Argentina 25-Serbia 23, 54-49 y 68-67.

Arbitros: Cristiano Maranho (Brasil), Tolga Sahin (Italia), Michael Weiland (Canadá).

Argentina: Facundo Campazzo 18, Nicolás Brussino 4, Patricio Garino 15, Luis Scola 20, Marcos Delía 4 (fi); Gabriel Deck 13, Nicolás Laprovittola 8, Luca Vildoza 11, Máximo Fjellerup 2, Tayavek Gallizzi 2, Agustín Cáffaro 0.

DT: Sergio Hernández.

Serbia: Bogdan Bogdanovic 21, Stefan Jovic 7, Vladimir Lucic 12, Nikola Jokic 16, Miroslav Raduljica 0 (fi); Nemanja Bjelica 18, Marko Guduric 5, Boban Marjanovic 0, Vasilije Micic 5, Nikola Milutinov 0, Mark Simonovic 3.

DT: Sasha Djordjevic.

Récord de Campazzo

Argentina consiguió un triunfo histórico ante el gran candidato al título, Serbia, y mucho tuvo que ver el juego en equipo, la intensa defensa y (¿cómo no destacarlo?) Facundo Campazzo. El base del Real Madrid tuvo un partido que quedará en el recuerdo durante mucho tiempo.

Campazzo marcó los ritmos durante todo el torneo, tanto en defensa como en ataque, y con su planilla contra Serbia también hizo historia: logró 18 puntos, 12 asistencias, 6 rebotes y 3 robos, convirtiéndose en el primer jugador en un Mundial con +15 puntos, +10 asistencias, +5 rebotes y +3 robos desde el croata Toni Kukoc, quien lo consiguió contra Canadá en 1994, según los datos de la FIBA. La selección que conduce Sergio Hernández está entre los cuatro mejores del mundo y para seguir soñando necesitará a este Campazzo intratable el mayor tiempo posible, que se lo ve disfrutar dentro de la cancha.

España, semifinalista

España venía con rendimiento regular y algunas críticas, pero todo cambió en el último partido de la segunda ronda. Hizo un gran partido ante Serbia y se ganó un rival de segunda linea para los cuartos de final. Y sin duda alguna, lo aprovechó: ganó ante Polonia por 90 a 78 y se metió entre los cuatro mejores del Mundial FIBA 2019. La gran figura de este equipo de Sergio Scariolo sigue siendo Ricky Rubio, que maneja todos los hilos y se transformó en el máximo asistidor en la historia de la Copa del Mundo.

El base de Phoenix Suns aportó 19 puntos, 5 rebotes y 9 asistencias. Además, tuvo grandes aportes anotadores en las manos de los hermanos Hernangómez: Juancho, con 16, y Willy, con 18.

Polonia hizo un gran Mundial, pero no tiene potencial suficiente para pelear contra las potencias. España transitó tranquilo el partido, pese a no despegarse en el marcador hasta el final. De esta manera, el conjunto español esperará en semifinales por su rival: Australia o República Checa.