Santo Tomé

Culmina el entubado del canal Roverano

Redacción El Litoral

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Se encuentra en su etapa final el proyecto más importante que tiene la ciudad de Santo Tomé para reducir el riesgo hídrico: el entubado del canal Roverano, la obra que permitirá quintuplicar la capacidad de escurrimiento en las Adelinas, disminuyendo los problemas de anegamiento que se producen en el barrio debido a la pendiente natural del terreno.

La construcción del conducto de hormigón, en reemplazo del histórico desagüe a cielo abierto, avanza actualmente a la altura de calle Córdoba. De esta manera, sólo resta una cuadra (hasta Batalla de San Lorenzo) para completar la traza de esta primera etapa.

La intendente Daniela Qüesta supervisó los trabajos días atrás junto a funcionarios de su equipo de gobierno y explicó que este entubado “es la obra hidráulica más importante de los últimos 20 años en la ciudad”. Respecto a los aspectos que faltan terminar, explicó que “además de la última parte del conducto, se ejecutarán alcantarillas para vincular el desagüe con sectores aledaños, como así también el mejorado de la calle intervenida”.

Próxima etapa

Qüesta adelantó que ya están gestionando ante la Provincia una ampliación de los trabajos para, en principio, continuar una cuadra más, y resaltó que “el gran desafío que tenemos por delante es lograr que la próxima gestión provincial licite la segunda etapa del entubado, lo que nos permitiría llegar con el conducto hasta las Ruta Nº 11”.

De esta manera, se completarían los 4,5 kilómetros del conducto que atraviesa la ciudad de oeste a este, desembocando en el río, y se llevaría una solución a las familias que habitan en el sector más bajo de esta cuenca, “donde los problemas de anegamiento son crónicos”, detalló.

Obra histórica

El proyecto, incluido en el Acuerdo Capital, contempla en su primera etapa la construcción de un conducto de hormigón armado de 2.550 metros de longitud que llegará hasta calle Batalla de San Lorenzo, beneficiando a una cuenca de 320 hectáreas y determinando un progreso sustancial en materia de desarrollo urbano y disminución del riesgo hídrico.

Con un presupuesto superior a los 160 millones de pesos financiado por la Provincia, la obra implica la eliminación del viejo zanjón a cielo abierto ubicado a lo largo de calle Roverano, la recuperación de veredas, espacios verdes y el empedrado y ensanchamiento de calles.