No solo por las cuentas públicas

Tensión entre Perotti y Lifschitz por la seguridad

Desde la cartera que dirige Pullaro salieron a advertir que existe incertidumbre sobre si se continuará o no en el próximo gobierno con el plan de estaciones policiales. El diputado Mirabella se quejó de que en la transición tuvieron vedado hablar con los responsables de las áreas de gobierno.

Germán de los Santos

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Corresponsalía Rosario

Los tironeos entre Miguel Lifschitz y Omar Perotti no solo se hicieron notorios en materia de números, como las cuentas públicas, sino que también ahora empiezan a aflorar en el área de seguridad. Desde la gestión de Maximiliano Pullaro salieron a marcar la cancha al admitir que existe incertidumbre sobre el futuro del Plan de Refuncionalización del Sistema de Comisarías. Es uno de los proyectos más ambiciosos que se desarrolla en varias ciudades de la provincia, pero con mayor profundidad en Rosario, donde se busca cambiar el esquema de las tradicionales seccionales por estaciones de policía, que estarán ubicadas en cada distrito. Pero más allá de los cambios en la modernización de los edificios, destacan en la cartera de Seguridad, apunta a una modificación en la mirada para prevenir el delito.

En noviembre próximo está previsto que se inaugure la primera estación policial que estará ubicada en la zona sudoeste de Rosario. Pero lo que plantean los funcionarios del Ministerio de Seguridad Esteban Santantino, director de Planificación Estratégica, y Luciano Durand, director de Coordinación de Gestión, en diálogo con El Litoral, es qué pasará en el futuro, cuando asuma el nuevo gobierno. “Nadie se acercó a hablar, con lo cual no tenemos idea si continúa o no. Nosotros avanzamos hasta el 10 de diciembre”, aseguró una alta fuente de la cartera de Seguridad.

Roberto Mirabella, diputado provincial y uno de coordinadores de la transición del equipo del gobernador electo Omar Perotti, rechazó de plano ese argumento al afirmar -en diálogo con El Litoral- que en las dos reuniones de la mesa de transición que se realizaron el 3 de julio y el 1º de agosto pasado “se pidió expresamente empezar a tener reuniones e información de los ministerios, entre ellos el de Seguridad, y nunca se concretó nada porque el gobierno de Lifschitz no quiso”.

“Parece que la intención del actual gobierno es empezar a echar la culpa a Perotti de los problemas que existen”, aseguró el legislador, quien admitió que notó “impaciencia” de parte del actual ministro por saber quién lo va a suceder. “El gabinete se va a anunciar después de las elecciones nacionales de octubre, y es algo que está dentro de la potestad del gobernador electo hacerlo cuando considere necesario”, agregó el diputado.

Mirabella advirtió que “nadie del Ministerio de Seguridad llamó a alguien del equipo de Perotti para conversar sobre la transición, porque el propio ministro de Gobierno, Pablo Farías, nunca lo permitió. El único encuentro que tuvimos fue con el ministro de Desarrollo Social y fue por pedido nuestro”.

Entrelíneas

El planteo que realizaron desde el Ministerio de Seguridad apunta específicamente al Plan de Refuncionalización del Sistema de Comisarías, que se empezó a aplicar en 2016. Desde el entorno del gobernador electo señalaron a este diario que el planteo “parece esconder otra intención que es que se revele quién va a ocupar el Ministerio de Seguridad”.

El plan que prevé la construcción de seis estaciones policiales y dejar de lado a la comisaría como el centro de contacto entre los agentes de la fuerza y la comunidad fue uno de los proyectos más ambiciosos de la gestión de Pullaro. Plantea un cambio estructural en el funcionamiento de la Policía, que desde la creación del OJO en Rosario empezó a patrullar en las distintas ciudades de la provincia con la lógica de las cuadrículas.

“El objetivo con este plan es que el policía se encargue de ser policía, no de tareas administrativas ni de otra índole como ocurría en las comisarías. Casi la mitad de las seccionales de Rosario se dejaron de usar como tal y ahora tienen otras funciones, porque lo que se apunta es que la comunidad tenga un punto de contacto diferente con la policía”, consideró Durán.

Santantino sostuvo que en noviembre se pondrá en marcha la primera estación que está ubicada en Crespo y Sabatini, donde antes había un terreno que se usaba como depósito de la EPE en ese sector de barrio Acíndar, en el sudoeste de Rosario. La segunda, en Uriburu e Hipócrates, en la zona sur, está previsto que se termine en marzo. “Este plan aspira a descentralizar a la Unidad Regional, y no a centralizar en las estaciones policiales el trabajo de las comisarías”, señaló Santantino.

Dudas

La incertidumbre que plantean desde el Ministerio de Seguridad sobre este plan es, según advierten, porque en la campaña electoral Perotti planteó que en su gestión “habrá un jefe de Policía y 19 jefes en cada una de unidades regionales. Un jefe que tenga todas las atribuciones para que quede claro quién debe llevar adelante las medidas de seguridad”. Pero en esta etapa de la transición política todo parece estar en discusión y en un proceso de tironeo permanente, más allá -como en este caso- de las cuentas públicas, y ya con una tensión en un ministerio en particular como es el de Seguridad.