Proyecto en el Senado santafesino

Una ley para obligar a los presos a trabajar 

La iniciativa busca imponer “el deber” de cumplir con labores en las cárceles, como una forma de resarcir a la sociedad los delitos cometidos por los reos. Imponerles el trabajo como parte de la pena.

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Definición. Lisandro Enrico presenta una propuesta para que los detenidos no se conviertan en “un parásito para el Estado”.

Foto: Archivo El Litoral

 

Redacción El Litoral

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El senador radical Lisandro Enrico plantea en un proyecto de ley que los presos con condena deban trabajar para pagar al menos parte de los gastos que ocasiona su encierro a los ciudadanos.

La iniciativa está llamada a provocar un fuerte debate y -como ocurría tiempo atrás- impone el trabajo como parte de la pena.

La intención es que solo “las personas privadas de libertad, que se encuentren cumpliendo condenas tengan el deber de trabajar durante el tiempo de su detención, a modo de resarcimiento a la sociedad”. En este sentido, el legislador indicó que su propuesta apunta a evitar que quien viole las leyes se convierta en un “parásito del Estado”.

En la actualidad, apenas el 8% de la población carcelaria, trabaja en lo que se conoce como Instituto Autárquico Provincial de Industria Penitencia (Iapip). Es el modelo donde los internos se desempeñan en diversos talleres como carpintería, albañilería, mecánica, electrónica, herrería y talabartero, sostiene el autor del proyecto que aún no tiene estado parlamentario.

El senador recuerda que “en el país hubo un tiempo en que los presos cumplían su condena con un trabajo y de hecho subsiste en el Art. 9 del Código Penal. Allí se establece que la prisión trae aparejado el deber de trabajar y el producto del trabajo tiene que ir en parte para resarcir a la víctima, en el costo que afronta el Estado para su atención y un incentivo para el interno”

“Hoy no pasa eso y cuando se plantea, aparecen los Derechos Humanos”, se quejó Enrico. Remarcó que el preso “debe incluirse en la ley laboral, lo cual implica una distorsión máxima ya que entre otras cosas daría la posibilidad de que por ejemplo se agremien”.

“Eso -continuó-, lo pone en un nivel de igualdad con un trabajador, cuando es una persona que lesionó la sociedad y a alguien en particular y cumple una condena. Lo que entendemos es que ese cumplimento (de la pena) debe ir aparejado a un trabajo”, alegó.

Enrico advirtió que en las cárceles se ven los pabellones con las paredes sucias, sin mantenimiento, cuando hay tantas personas ociosas. “Esta propuesta ya se aplica en Mendoza y en Santa Catarina en Brasil, donde hay empresas que montaron talleres en las unidades carcelarias”, indicó.

En este sentido, sostuvo que en las cárceles santafesinas hay pabellones para talleres -por ejemplo, en Coronda-, pero que por razones de seguridad se van limitando.

Empoderamiento del guardiacárcel

“Tenemos que darle más empoderamiento al personal penitenciario para que se involucre y haga los controles necesarios para que se pueda cumplir con lo que será una obligación. Esto sin dejar de lado el valioso apoyo de las pastorales evangélicas y la Iglesia Católica, que brindan la contención espiritual y que van a ayudar a que la cárcel entonces sea un espacio de resocialización como lo establece la ley”, subrayó.

Sostuvo que “si el fin es conservar el orden social, habría que recuperar cierta rigurosidad en las cárceles”, ya que el sistema penitenciario “tiene sus manos atadas para poder aplicar el orden con criterios más estrictos”, opinó.

50.000

pesos

es el costo que por interno afronta el Estado cada mes, según los datos con que cuenta el senador Enrico.