Tribuna de opinión

IAPOS, la Obra Social Provincial

Juan José Sagardía

Cuando uno tiene una opinión sobre un organismo provincial tan importante, como es el IAPOS, obra social exclusiva y obligatoria para todo el personal dependiente de la provincia y los municipios, se debe tratar de no invadir la independencia de dicho organismo; pero al ser una entidad propiedad del estado Provincial se transforma en público y por ende se puede opinar y proponer innovaciones.

El IAPOS fue noticia cuando el senador provincial Dr. Miguel González, conocedor del funcionamiento de dicho organismo, presentó un proyecto de ley que propone el aumento de las alícuotas que aportan los empleados públicos para el sostenimiento de la obra social, lo que generó una negativa gremial.

Lógicamente se elevaron las voces gremiales, sin analizar que los asalariados públicos pueden tener un servicio de salud administrado por ellos mismos.

En algún momento se debería analizar si es conveniente que al personal dependiente de la Provincia se lo obligue a tomar sí o sí el servicio de salud de la Provincia o si se les permite la libertad de opción que existe para todos los asalariados en general.

Entiendo que el problema de la Provincia, no debería ser justamente preocuparse por atender a la salud de su personal, cuando los mismos están representados por gremios que a nivel nacional atienden a sus afiliados y el Estado nacional no toma esa responsabilidad porque el personal está debidamente atendido a través de sus entidades gremiales, que legalmente están autorizados a ejercer esa actividad. Entonces, si el Estado nacional no se ocupa de la salud de sus empleados, ¿por qué lo hace el Estado Provincial?

En la provincia de Santa Fe, los gremios UPCN, ATE, AMSAFÉ, SADOP, ASOEM, tienen existencia relevante a nivel provincial como sus pares a nivel nacional, todos en condiciones de gestionar la salud a sus afiliados a través de sus gremios, pudiendo darle el derecho que tenemos todos los asalariados de los distintos gremios a ofrecerles un mejor servicio de salud. La libertad de opción es un derecho, y hoy los empleados públicos de la provincia no lo tienen respecto de su obra social.

Hay un ejemplo que es irrisorio, los empleados de la EPE, de Vialidad Provincial y los Docentes Privados, hoy pueden optar por cualquier obra social, pero cuando se jubilan obligatoriamente tienen que ir al IAPOS. ¿Cómo se entiende? Cuando están en actividad tienen la libertad de optar, cuando se jubilan los obligan a ir a la obra social provincial, esto es coerción, contrario a los postulados de los derechos humanos y los derechos laborales.

La Administración de la Provincia se debería dedicar a brindar el Servicio de Salud a los Hospitales y Centros de Atención Médica para las personas de bajos recursos, que no tienen ningún servicio de salud y prestar más atención a la prevención de toda la población, antes que preocuparse de la salud de sus empleados. Esto se puede configurar como una discriminación con relación a otros asalariados de la provincia: hay una definición donde se encuadra el IAPOS, que se transforma en un privilegio y elimina el derecho. Además esto no está determinado como una norma constitucional.

La Provincia utiliza los aportes a la obra social que hacen los asalariados, pero, si dicho organismo tiene déficit, la Provincia tiene que completar los aportes que faltan.

Los gremios, además de los aportes de ley, cuentan con los aportes gremiales que se pueden utilizar para una mejor prestación de la salud, que la Provincia no puede ejecutar.

Para analizar esta propuesta se deben tener en cuenta, entre otros conceptos, la libertad de opción -que es un derecho individual- y que, al ser obligatorio aportar a la obra social provincial, los ciudadanos no pueden ejercer un derecho vital, que es la libertad. Los gremios provinciales a nivel nacional tienen su obra social y sus afiliados tienen la libertad de optar por otra obra social. La pregunta sería ¿por qué los empleados del Estado provincial, no tienen el derecho a la libertad?

Conocedor de cómo trabajan los legisladores, discutir este tema es sin sentido, pero qué bueno sería que los gremios en vez de quejarse se hagan cargo de sus obligaciones.