Mirada desde el sur

Descompensada, desconfiada y desilusionada

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Transporte, altura de edificios, permisos de construcción, permisos para bares, basura. Son temas no resueltos en la ciudad de Rosario.

Raúl Emilio Acosta

En la Región Rosario la ciudad central, Rosario, advierte que terminó la etapa de los cuentos de hadas. No hay plata. Poca. Casi nada.

La intendencia quedó en manos de un radical independizado que, por menos de 10.000 votos, se impuso de un modo impecable al candidato peronista.

La senaduría departamental, con muchos más votos de diferencia entre el socialismo y el peronismo se perdió, el senador es peronista.

Los votos a Gobernador, en la ciudad de Rosario, fueron más para Perotti, peronista, que para Bonfatti, socialista.

El actual titular de la Cámara de Diputados, el mismo Bonfatti, vive con una custodia de 24 horas; policías en tres turnos, los 365 días del año, lo siguen a todas partes. Su relación con aquel tiroteo aún asombra. Por qué la custodia. Por qué no. Son temas que contribuyen a los tres posicionamientos de la ciudad anunciados en el título de esta nota.

Antonio Bonfatti es un ejemplo. Es titular del socialismo nacional. Debería tener destino de viajero internacional. Su caso es el más importante de una serie de actores políticos que el 11 de diciembre no tienen relación con el Estado, ya sea Provincial o Municipal.

El caso más notorio es el de un funcionario político del ministerio de Innovación y Cultura, que “Chiqui” González apañó por mas de seis meses, seguramente mal informada, acusado y, aparentemente sumariado, juicio aún en curso, por violencia laboral y violencia de género. Se refugió en un cargo municipal y la intendente Fein, interpelada específicamente sobre este caso, sobre el punto contestó: “sí, Pedro conserva su puesto en la grilla municipal, todo acusado es inocente hasta que se demuestre lo contrario”... Lo mismo que dicen todos los acusados de prevaricato del gobierno K. No fue ni es una cuestión feliz.

ESCRITORIOS OCUPADOS

El tema de los que retornaron de la administración socialista en la provincia también es público y notorio y sirve de título a un ensayo sobre las funciones públicas en la democracia. Convocados por una idea de Estado los individuos se convierten en escritorios del Estado. La traducción de escritorio es Bureau. Burocracia. Jamás lo pensaron así. Hoy son “la burocracia socialista”, como sucedió cuando llegaron al poder y debieron lidiar con la Burocracia Municipal a la que llegaban para eliminar.

La propia intendente parece un tango de Cátulo Castillo: “que trole hay que tomar para seguir”... Está, estuvo en sus manos el tema basura (“La montañita” de Ricardone es una vergüenza provincial, un estigma a cielo abierto con un propietario que compra tierras para agrandarla y ciudades del Gran Rosario que adhieren al convenio de juntar basura hasta la altura de una serranía donde roedores y alimañas, insectos y estropicios sociales conviven malamente). Aclaremos: la basura es el más alto costo mensual de la Intendencia. Nunca afligió la contaminación, el reciclaje y la integración del cirujeo a la sociedad. No seriamente. Se ve en las calles día por día el tema irresuelto.

En manos de la intendencia está el tema Transporte. Que no está resuelto. El tema altura de edificios, permisos de construcción, permisos para bares que, después, los vecinos rechazan.

Está en sus manos la salud municipal, que se mantiene en un grado de excelencia con dineros provinciales que, si faltasen la llevarían al caos. Una distorsión real y peligrosa.

Rosario no tiene Diputados Provinciales que peleen temas locales y al senador saliente, el Dr. Cappiello, se lo podría usar como estrella de una película sobre la injusticia y el desprecio socialista a un hombre valioso. Lo tiraron a la basura por bueno y leal a Binner. Todo suma a explicar el título de la nota.

SIGLAS ELECTORALES

Tiene importancia como señal un hecho electoral muy visible. El socialismo eligió como cabeza de lista a concejales de su sector a una periodista y productora comercial, exitosa en ambos rubros, que era afín a sus principios. Susana Rueda acaba de declarar que no integrará el FPCyS y que, para el 27 de octubre, votará a Alberto y CFK. Recordemos. Este socialismo eligió a Contigiani en el 2017, como candidato a Diputado Nacional. Deberían reflexionar sobre sus decisiones de cúpula.

Algo similar dicen los dos Di Pollina, el que funciona como titular en Rosario Central y el que termina su mandato. Bienvenidos los K parece ser la consigna de este sector.

El Concejo también, además de la posición de Susana Rueda, tiene a Daniela León, primera candidata por el PRO como otro “minibloque” posible. No es todo. Un cocinero televisivo, Marcelo Megna ocupará oficialmente una banca y nadie sabe qué piensa de su tarea y sus obligaciones más allá que el PRO, el mismo que ya no oculta la diferencia entre Roy López Molina y Angelini, es el que le consiguió esa banca al cocinero televisivo.

Las siglas electorales aparentan tener fecha de vencimiento y ser meras excusas. No es bueno para un mensaje claro. El mensaje claro es la deuda de estas elecciones en Rosario.

El Concejo y el Ejecutivo Municipal tienen cada sector, al menos una silla en el Directorio del Banco Municipal. Un Banco Municipal al que miran con ojos diferentes tanto Javkin como Perotti. Está claro que ya no es un búnker socialista. No debería serlo. La ciudad lo advierte.

La ciudad, desconcertada, descompensada, desconfiada y sin ilusión alguna espera a Pablo Lautaro Javkin, el 11 de diciembre, pidiéndole al menos dos cosas. Que no ubique en sitios importantes a autos viejos y chocados. Que renueve la flota. Y que diga la verdad de todo lo que encontrará bajo la alfombra, Para compensar, ilusionar, poner fe en los días que vienen.

Rosario no tiene Diputados Provinciales que peleen temas locales y al senador saliente, el Dr. Cappiello, se lo podría usar como estrella de una película sobre la injusticia y el desprecio socialista a un hombre valioso. Lo tiraron a la basura por bueno y leal a Binner. Todo suma a explicar el título de la nota.

Convocados por una idea de Estado los individuos se convierten en escritorios del Estado. La traducción de escritorio es Bureau. Burocracia. Jamás lo pensaron así. Hoy son “la burocracia socialista”, como sucedió cuando llegaron al poder y debieron lidiar con la Burocracia Municipal a la que llegaban para eliminar.