Según una encuesta provincial

El 52% de mujeres policías sufrió violencia de género en las fuerzas

El relevamiento fue realizado por la Red de Mujeres Policías y Penitenciarias para “visibilizar” una situación hasta ahora silenciada. Según esos datos, en el 69% de los casos, la violencia fue ejercida por jefes o superiores.

5-U-IMG_9868.jpg

Foto: Mauricio Garín

 

Redacción de El Litoral

[email protected]

La Red de Mujeres Policías, Penitenciarias y del Iapip dio a conocer oficialmente los resultados de la encuesta provincial realizada desde julio del presente año sobre “violencia de género en las fuerzas”. El trabajo busca visibilizar una problemática hasta ahora silenciada dentro de la institución. Los datos provisorios del relevamiento habían sido la base de un proyecto de ley de la diputada Alicia Gutiérrez para crear un centro de denuncias que pudiese brindar garantías a las agentes que atraviesan ese tipo de situaciones (ver aparte). Porque, precisamente, una de las conclusiones del trabajo es que la gran mayoría de las mujeres no denuncia la violencia sufrida por temor a la represalia de los superiores, y a que ello pueda interferir en la carrera policial. Por eso, una manera de canalizar el trauma vivido es la solicitud de una licencia psiquiátrica. El sondeo aborda condiciones de salud, distancias entre trabajo y hogar, educación, casos sufridos en los espacios laborales, licencias otorgadas o no, entre otros aspectos.

Economía y hogar

Del total de las encuestadas, un 17,7% dijo tener más de 15 años de antigüedad en la fuerza y un 60%, más de cinco. En dicha etapa de servicio, el personal policial se encuentra capacitado para ocupar altos cargos jerárquicos, relacionados con la jefatura de comisarías, secciones o divisiones. En tanto, el 2,4% tiene más de 25 años, lo que significa que podrían ocupar jefaturas de Unidades Regionales o de la Policía Provincial. Sin embargo, el 79% de las encuestadas manifestó nunca haber ejercido cargos de mando. “La cifra demuestra, además, que son escasas las posibilidades de que en el corto plazo haya una mujer encabezando alguna de las fuerzas”, plantea el informe en sus conclusiones. En general, la mayoría confirmó estar atravesando alguna instancia de capacitación: un 44,8% contestó que se encuentra cursando carreras universitarias; un 37,9% la cursó alguna vez pero no la completó, y el 67,3% hizo “al menos uno” de los cursos de capacitación brindados por la fuerza.

La gran mayoría (82,3%) dijo tener uno o más hijos. Pese a ello, el 44% contó no residir en la localidad en la que trabaja por lo que se separan de su núcleo familiar durante uno o dos días, de acuerdo con los horarios y esquemas de trabajo asignados. Ello redunda en un gasto de movilidad, puesto que algunas localidades no tienen líneas de colectivos lo cual obliga a hacer trasbordo con otras líneas o viajar “a dedo”. Un 23,8% de las mujeres que no residen en el lugar de trabajo tienen su hogar a una distancia de entre 100 y 200 kilómetros. Una realidad que se agrava en términos económicos, si se tiene en cuenta que un 45% de las agentes tiene familiar a cargo, y el 51,6% es jefa de hogar o madre soltera.

Violencia

Respecto de las consultas específicas sobre casos de violencia de género (VDG), un 52,8% dijo haberla padecido una vez; y un 25,8% más de una. De acuerdo con los diferentes tipos de VDG padecidos, las respuestas fueron las siguientes: psicológica 56%, simbólica 25,8%, sexual 8,1%, económica/patrimonial 4,4% y física un 5,6%. Según relataron, en casi el setenta por ciento de los casos, la violencia estuvo ejercida por un jefe o superior, en un 20% por un compañero y en un 10 por ciento por la pareja. De ese universo, solo el 14,1% de los casos tuvieron resolución.

Ello está íntimamente relacionado con el bajo nivel de denuncia que se registra dado que no existe un espacio para abordar la situación que dé garantías a la víctima. En cambio, la circunstancia suele canalizarse a través del pedido de licencia. Según el mismo relevamiento, el 45% de las mujeres consultadas solicitó en algún momento licencia por patología psicológica/psiquiátrica, y el 81 % de esos casos fueron por “acoso laboral”.

Muchas de las mujeres consultadas aseguraron percibir “cierta connivencia entre los agresores y quienes están a cargo de diligenciar las denuncias, porque sus casos son archivados o desestimados rápidamente”. En determinados casos, el victimario fue “alertado” por personal de estos organismos sobre la presencia en el lugar de una mujer que se disponía a denunciarlo. Asimismo, en el diligenciamiento de los expedientes se detectaron irregularidades como la falta de toma de declaraciones a los denunciados o la no resolución de conflictos laborales graves, donde sucedieron agresiones físicas, verbales, hostigamiento, incluso, casos de abuso sexual.

Un centro que escuche y contenga

Por iniciativa de la diputada Alicia Gutiérrez, se aprobó el 29 de agosto pasado en la Cámara Baja por unanimidad el proyecto de ley que crea el Centro Integral con Perspectiva de Género, para que exista un espacio en el que las mujeres policías que sufrieron situaciones de violencia de género puedan encontrar asesoramiento y contención. “Desde nuestro espacio -plantearon desde la Red- seguimos luchando por su aprobación de la ley, ya que estamos convencidas de que esto repercutiría en una mejor calidad laboral. La problemática de género -acotaron- es una realidad que afecta a todos los sectores de la sociedad y también a nuestra institución. Lo diferente en nuestro caso es que no contamos con un espacio, ni herramientas, ni personal capacitado cuando denunciamos golpes, insultos, hostigamiento, discriminación o acoso sexual por parte de jefes, compañeros o de nuestra propia pareja policía. La violencia de género tiene que ser atendida de inmediato para que dentro de las fuerzas sea tomada en serio”, plantearon. Quienes promueven la sanción de la ley ya mantienen entrevistas con los senadores provinciales para que el proyecto pueda ser sancionado en el corto plazo.