Recolección de residuos

Cliba podría intentar rescindir el contrato este mes, pero debe quedarse hasta abril

Así lo establece el pliego al que están atadas todas las concesiones precarias que se le otorgaron en la última década, ya que el servicio nunca se volvió a licitar. Reclama al Municipio una deuda de $310 millones. “La demora que tenemos en los pagos no justifica rescindir el contrato”, dijo el intendente.

missing image file

Desde hace algunos meses, hay tensión entre el municipio y Cliba por el reclamo del pago de servicios prestados.

Foto: Mauricio Garín / Archivo

 

Redacción El Litoral

[email protected]

La discusión que mantienen en estos días las autoridades municipales con Cliba sobre el monto de la deuda y la posibilidad de que la empresa deje de prestar servicio, tiene al menos una certeza: desde el momento en que la firma notifique su decisión de rescindir el contrato, deberá seguir realizando la recolección por otros 120 días, lo que garantiza la prestación del servicio hasta al menos abril de 2020 inclusive.

La ordenanza 10.035 del año 1996 aprobó el pliego de bases y condiciones de la última licitación que se realizó para concesionar el servicio de recolección. Establece que “en todos los casos de extinción anticipada del contrato, la contratista estará obligada a continuar la prestación de los servicios por un plazo de 120 días” (Cap. VI, art. 44).

Antes de que venza el plazo de concesión otorgado en 1996, en el año 2008 el Concejo Municipal sancionó la ordenanza 11.549 que aprobó los nuevos pliegos y dispuso que el Ejecutivo realice el llamado a licitación, el cual nunca se concretó. Es por esto que todas las concesiones precarias que se realizaron a lo largo de estos 11 años, se ataron a lo que rige en la ordenanza del ‘96.

Hace aproximadamente un mes, autoridades de la empresa de recolección de residuos se reunieron con el intendente José Corral y parte de su gabinete y le informaron la intención de rescindir el contrato y comenzar las actividades tendientes a finalizar sus prestaciones en la ciudad, en caso de que no se salde la deuda. Lo mismo transmitieron a Emilio Jatón, el intendente electo.

En ese momento la deuda era de $306 millones y hoy asciende a $310 millones, según Cliba. Ese dato no puede contrastarse porque no ha sido aclarado por el Municipio. De todos modos, Corral ya manifestó públicamente que para que eso suceda espera que el gobierno provincial le gire fondos que le debe, lo cual tampoco ha ocurrido.

“Plazos razonables”

“Nosotros le hemos comunicado a la empresa que la demora que tenemos en los pagos no justifica prestar mal el servicio, ni mucho menos rescindir el contrato”, aseguró el intendente José Corral, que destaca también que “estamos dentro de plazos razonables en una economía que tiene muchas dificultades y que se siente en los gobiernos locales”.

Desde el Municipio aseguran que “hoy no están dadas las condiciones para que Cliba rescinda el contrato, porque el pliego establece que la deuda debe ser de 3 meses completos, y eso no está ocurriendo, por lo que no hay causal para la rescisión”. Respecto a esto, la empresa sostiene que son 8 meses los que se le adeudan. De todas formas, en el Municipio admiten que “no estamos al día, como nos gustaría, pero tomamos el compromiso de reducir la deuda en la medida en que Provincia nos envíe los fondos que nos retiene y que nos corresponden legítimamente”.

En la empresa

Puertas adentro de la sede de la empresa en Santa Fe ya perciben la retracción: “Desde Buenos Aires no nos autorizan a realizar compras y se nota que la empresa está en retirada”, confió a El Litoral una alta fuente interna. “Por lo que nos plantean desde Buenos Aires, la decisión de rescindir es firme, lo cual me preocupa mucho porque es mi trabajo y el de todos”, agregó.

Para que esto no suceda, la empresa espera que el Municipio pague la deuda en los próximos días, o al menos, entable una negociación en la cual abone lo suficiente como para que la deuda no supere el monto de 3 meses de facturación. Es decir, deberían achicar la deuda a unos 130 millones, aseguran.

A comienzos del mes pasado los empleados de uno de los dos turnos (hay matutino y nocturno) no recogieron la basura durante dos días ante el temor de no cobrar sus salarios en tiempo y forma. Y en muchas zonas de la ciudad, los vecinos advierten demoras en la prestación del servicio de recolección de ramas, montones y escombros, lo que demuestra la menor actividad de la firma.

Cliba explica que los pagos parciales que recibió de parte de la Municipalidad en este tiempo (entre fines de agosto y principios de septiembre pagó 11 millones de pesos), en ocasiones solo alcanzaron para cubrir los costos de mano de obra del personal. Y aclara que un servicio como este tiene muchos costos operativos diarios que afrontar para garantizar la prestación de los servicios: combustible, seguros, cargas sociales, mantenimiento mecánico de equipos, entre muchos otros.

Agrega que la persistente deuda que mantiene el municipio la llevó a una situación de endeudamiento para poder garantizarle la prestación del servicio a los vecinos, y que “lamentablemente en el actual contexto económico financiero del país, resulta imposible para la empresa continuar trabajando en estas condiciones. No hay actividad que pueda brindarse de manera sustentable con semejante nivel de deuda por atraso en los pagos”.

Así las cosas, si finalmente la empresa decide retirarse de la ciudad, será la gestión de Emilio Jatón la que deba resolver la situación financiera y jurídica. Cuando el año pasado se intentó encauzar el tema en el Concejo, el actual edil se manifestó a favor de “corregir este marco jurídico”, considerando que “hay un caos normativo, y la salida es el pliego licitatorio para ser tratado en las comisiones del Concejo”.