En el día mundial de la enfermedad

Cómo estimar las probabilidades de sufrir un ACV, según sus factores de riesgo

La escala de Framingham arroja resultados orientativos personales con el objetivo de ayudar a tomar conciencia y prevenir Accidentes Cerebro Vasculares. Más allá de los resultados, siempre se recomienda consultar a un médico para la detección y control de los factores.

 

Redacción El Litoral

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Conocer los factores de riesgo y los síntomas de un Accidente Cerebro Vascular (ACV) es fundamental para prevenirlos. Como cada año en el día mundial de la enfermedad, que se conmemora este martes, el médico neurólogo, Master en Neurociencias (Mat. 5010), Hugo Valderrama, brindó una serie de recomendaciones. Además, compartió una interesante escala internacional para obtener estadísticas orientativas de sufrirlos, según los factores de riesgo personales de cada individuo (ver cuadros).

—¿Pueden ser controlados los factores que producen un ACV?

—Sí, se los llama factores de riesgo modificables, los que podemos cambiar según nuestro estilo de vida, diagnósticos tempranos y tratamientos. Los principales son presión alta (hipertensión), diabetes, desequilibrio en el colesterol, inactividad física, obesidad, fumar tabaco y enfermedades cardíacas. En cambio los factores no modificables son la edad, el sexo, la raza y los antecedentes familiares.

—¿Está comprobado que combatir estos factores reduce el ACV?

—Sí, el estilo de vida es clave. Por ejemplo, en EEUU está pasando que hay estados en lo que está bajando la incidencia y en otros que está subiendo, a estos últimos los denominan “el cinturón de los ACV”, por la proximidad de esos estados entre sí. Esto significa que el riesgo mayor podría deberse a factores ambientales y culturales, como las diferencias regionales en el estilo de vida, incluyendo tasas más elevadas de consumo de cigarrillos, una preferencia regional por alimentos salados y con alto contenido de grasa.

—¿Cómo podemos saber qué probabilidades tenemos de sufrir un ACV?

—Consultando al médico para detectar y hacer diagnóstico de los factores de riesgo. Aunque suene obvio no intentar diagnosticarse o tratarse a sí mismos; escucho todos los días frases como “no, pero yo no soy hipertenso” o “tengo presión un poco alta, pero lo manejo” y nunca fueron a un control médico.

—¿Más factores, más riesgo?

—Sí, no solo se suman entre sí, sino que se potencian entre sí. Los factores que se acumulan pasan a producir mayor daño que por separados. Existen escalas a modo solo de orientación estadística, que ayudan a tomar mayor conciencia. La más conocida es la “Escala de Framingham”, que teniendo en cuenta gran parte de los factores de riesgo que puede padecer una persona, arroja probabilidades de padecer un ACV en los próximos 10 años.

—¿Cómo debe ser interpretado el puntaje que arroja esta escala?

—Sin importar cuál sea el puntaje, saber que no reemplaza ningún control médico, los cuales deben realizarse de todas maneras más allá de los resultados. Un porcentaje de puntos más bajo no significa que no vaya a tener un ataque cerebral, sólo de que se encuentra en menor riesgo de tenerlo. El puntaje alto no significa que vaya a tener si o si un ataque cerebral, pero sirve como llamada de atención, que impulse a tomar las medidas que pueden disminuir su riesgo o hasta prevenirlo. También hay que tener en cuenta que estas escalas varían sus porcentajes por ejemplo según la población y su actualización.

—¿Una persona sin factores de riesgo e inclusive joven, puede sufrir un ACV?

—Sí, pero es menos frecuente, generalmente padecen de una patología congénita o factores genéticos que lo producen. Es por eso que todos tenemos que conocer los principales síntomas, para frente a la duda acudir de manera urgente a un servicio médico, si es posible de alta complejidad, no esperar.

—¿El tiempo es cerebro, es decir, cada minuto que pasa implica posibles neuronas que se pierden?

—Sí, es por eso que hay que difundir los principales síntomas para detectarlos los antes posible y lograr un tratamiento de urgencia cuando es factible:

-Debilidad o entumecimiento súbito del brazo, la pierna o la cara, especialmente de un lado del cuerpo.

-Confusión o dificultad para hablar o comprender.

-Dificultad súbita para ver con uno o ambos ojos.

-Dificultad súbita para caminar, mareos, o pérdida del equilibrio o la coordinación

-Dolor de cabeza grave súbito sin causa conocida.