Unión empató 2 a 2 después de ir abajo 2-0

Por poco lo pierde, por poco lo gana

Independiente aprovechó las dudas de la defensa unionista en el primer tiempo y marcó dos goles. En el segundo, después de tanto insistir, el Tate logró la igualdad en la última jugada. Si hubiera descontado antes, los tres puntos habrían quedado en el 15 de Abril.

Alberto “Nene” Sánchez

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Es algo que casi siempre pasa, y hasta es lógico que así suceda. Aun cuando al partido le quedan minutos por jugarse, uno ya va imaginando o pensando en posibles títulos para el posterior comentario. Y la verdad, muchas veces he tenido que cambiarlos dado que el resultado me ha obligado a hacerlo.

Pero por dos motivos excluyentes, lo de anoche superó todos los antecedentes. En principio porque el segundo gol de Unión llegó faltando segundos para la finalización del encuentro, pero además, ese tanto no sólo alteró el marcador, sino que le dio al equipo de Madelón lo que, no obstante de manera poco ortodoxa, había buscado durante todo el segundo tiempo: llegar por lo menos al empate después de estar 2-0 abajo ante este pobre Independiente que solamente lo que hizo fue aprovechar las extrañas ventajas que le otorgó la defensa rojiblanca.

Hasta los 24 minutos de juego, lo único que pasó fue una “camiseteada” de Silva a Mazzola dentro del área visitante a poco de empezar el partido, pero que Echavarría ignoró. Pero llegó el minuto 24, Benítez “echó” el centro de izquierda a derecha, la pelota cruzó el área menor y del otro lado apareció Pablo Pérez, que hizo lo mismo hacia el medio, por donde apareció la cabeza de Silvio Romero para batir a Moyano.

El trámite del cotejo no cambió mucho, sólo que Unión comenzó a mostrar más urgencia para conseguir la igualdad, algo que le jugó en contra, porque ni Carabajal ni Acevedo estaban bien con la pelota, y en consecuencia era todo ganas y empuje pero sin claridad y precisión. Y eso que a los 33 el “Rey de Copas” se quedó con 10 por la expulsión del defensor Bustos.

Para colmo, cuando ya se terminaba la etapa, un rechazo del fondo del “Rojo” encontró mal parada a la zaga central unionista, Silvio Romero encaró a Yeimar, en el cuerpo a cuerpo el delantero logró meterse dentro del área, y el defensor colombiano le cruzó la pierna y lo derribó. Esta vez Echavarría no se equivocó, como tampoco lo hizo el mismo Romero en la ejecución para poner el 2-0 con el que se fueron a los vestuarios.

Raro por donde se lo mire. Todavía ni pensaba en el título, pero esas seis palabras podrían haber sido uno, aunque quedaba mucho por jugar y todo podía pasar.

Para el segundo período, Madelón metió a Cavallaro por Acevedo en una clara muestra de que las ganas y la voluntad no alcanzaban, a su equipo le faltaba generación de fútbol, por eso la entrada de “Juani”, que desde que se movió la pelota se juntó con Carabajal, y ahí empezó a cambiar la cara de Unión.

A los 17 minutos, Cavallaro obligó a Campaña a esforzarse para rechazar al corner un buen disparo que se metía por el segundo vertical; de ese tiro de esquina llegó el cabezazo de Mazzola que nuevamente exigió al arquero visitante.

Unión continuaba “machacando” pero Independiente soportaba con dos líneas de cuatro bien paradas. La más clara llegó mediante un muy buen disparo de Carabajal que se estrelló en la base del caño derecho de Campaña. Fue a los 35 minutos, ya con Troyansky en cancha en lugar de Martínez.

A los 42, Carabajal tomó el balón en la izquierda del ataque, encaró a Silva ya dentro del área y cuando lo iba a desbordar, “pareció sentir un contacto y se dejó caer”. Echavarría estaba cerca y no dudó en cobrar el penal. Walter Bou se hizo cargo y no perdonó. 2-1 abajo con 7 minutos por jugar contando la adición.

Esos minutos fueron “tremendos”. El área de Independiente tenía un imán para la pelota, pero siempre aparecía una pierna o una cabeza para rechazarla. Mientras tanto, el título ya estaba “rondando”.

De pronto, Corvalán (uno de los destacados del equipo) recibió de Elías, se acomodó y tiró el centro pasado, por la derecha llegó Troyansky para volcarla de cabeza al medio, por donde apareció Mazzola para vencer a Campaña con un gran cabezazo. Faltaban 15 segundos para la culminación del partido, recién ahí llegó el premio a la insistencia; pero además la justicia después de buscar por todos lados, sabiendo que la mayoría de las veces, no de la mejor manera.

Por poco lo pierde. Igualmente, quedó una clara sensación (aunque incomprobable): si el descuento hubiera llegado con aquel remate de Carabajal que dio en el poste por ejemplo, los tres puntos bien podrían haberse quedado en la avenida. Por poco lo gana.