Un campo minado

De las Leliq a la inflación

Para “irse a dólares”, la gente retiró pesos de los bancos, que a su vez devolvieron las Letras de Liquidación al BCRA. En la Argentina las crisis hacen los ajustes que los políticos omiten; la devaluación licuó el valor de los pesos en medio del proceso electoral. El Cronista reveló que desde mediados de agosto, el stock de Leliq cayó en $ 500.000 millones. Desde las Paso el stock se redujo un 55% medida en dólares y un 38% en pesos. Buena parte de la “bomba financiera” que Cambiemos deja de herencia, perdió su carga explosiva. Pero los pesos quedaron circulando y podrían irse a inflación, o a una instancia aún superior. Roberto Cachanosky advirtió en las últimas horas que si la solución de Alberto Fernández es emitir, hay que ponerle fecha a la hiperinflación. Entonces el detonante no se diluyó; sólo cambió de escenario.

La buena noticia para la macroeconomía es que en este escenario podrían comenzar a bajar más las tasas de referencia (todavía están en 63 %). Pero por otro lado hay unos $ 150 mil millones más circulando en un mercado que produce menos bienes y servicios.

Los aumentos preventivos de precios y la caída en las ventas, son insumos necesarios para acelerar la estanflación, excepto que falta el plan económico de Alberto. Y la economía se lubrica con billetes cuyo valor -si no es verde dólar- depende menos de la cifra impresa que de las expectativas.