Llegan cartas

Violencia en el tránsito

Jorge Rabey

A las personas que desean poder salir con tranquilidad a las calles y rutas de la provincia. La violencia en el tránsito es un flagelo que sufrimos: las muertes por esta causa equivalen a que caiga un avión con 200 pasajeros cada 10 días y mueran todos. Muchos miles quedan con graves secuelas. Manejar por las rutas prudentemente es un calvario. Viajo a San Carlos usando la autopista, la autovía 19, la ruta 6 o por Matilde, circulo por la ruta 11 todo el tramo señalizado como controlado por radar que pasa por Sauce Viejo, señalizado con doble raya amarilla indicando zonas peligrosas... son incontables las infracciones que compruebo. No hay control ni en las rutas ni en las calles. Hasta las veredas son un peligro para el peatón. En la ciudad es muy difícil cumplir con las normas elementales como circular a 40 k/h en las calles, que respeten la prioridad de paso. Y como peatones sabemos lo que significa cruzar calles o avenidas, es iluso pedir que respeten la senda peatonal. Hace 53 años que tengo autorización de manejo y siempre pensé que lo peor que me podría pasar es causar un daño físico perjudicando a un semejante, a sus familias y a sus seres queridos, o también a un animal. Es un problema de todos, no solo de quienes lo han sufrido. Y ante esta situación, en lugar de tomar una determinación para ser estricto en las obligaciones de los conductores se beneficia a los infractores rebajando el monto de las multas y perdiendo la garantía de pago en la transferencia del auto al venderlo. Es un absurdo, quizá necesitamos otro tipo de legislación, pero ésta sólo sirve para que el peligro aumente. Por ello pido colaboración para que juntemos firmas solicitando al gobernador que vete esta peligrosa norma, y a los legisladores que se asesoren y estudien seriamente el tema y propongan una solución integral al problema, con la debida responsabilidad de conductores y autoridades.