Hoy viernes

Jorge Migoya: directo desde París

El multiinstrumentista rosarino radicado en Francia llegará a El Taller para presentar su disco de piano solo, junto a Annabel de Courson en percusión. Antes de llegar, desplegó ante El Litoral las alternativas de su quehacer artístico.

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Guitarrista, pianista y clarinetista, Migoya se las ingenia para tocar esos instrumentos de manera alterna, pero sus dos últimos materiales lo tuvieron frente a las teclas.

Foto: Gentileza producción

 

Ignacio Andrés Amarillo

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Por tercer año consecutivo, el pianista, guitarrista y clarinetista rosarino Jorge Migoya, radicado en París desde hace décadas, regresa a El Taller Casa de Arte (1º de Mayo 2924), hoy viernes desde las 21.30. En esta ocasión será para presentar su último disco (“Jorge Migoya al piano”), editado por el sello BlueArt Records (también de Rosario), junto a su compañera de música y vida Annabel de Courson en percusión.

Antes del desembarco, El Litoral contactó al multiinstrumentista para conocer más sobre sus andanzas presentes y futuras.

Formatos

—¿Cómo surgió la idea de este disco de piano solo?

—Más que una idea fue una oportunidad. Durante una gira en el 2016, estaba tocando con el trío y en una pausa de la gira, pasando por Rosario, me propusieron un concierto de piano solo en el ECU, que es una sala muy linda en pleno centro de la ciudad. Al mismo tiempo, salió la posibilidad de grabar el concierto en vivo y ahí la cosa salió, simplemente. Yo desde hace tiempo tengo un repertorio de temas para piano y en ocasiones como ésa, es cuando lo saco a luz.

—Venías de “Cuando el alba”, un disco en trío en el cual además del piano tocabas el clarinete. ¿Nacen tus composiciones pidiendo una determinada instrumentación o las adaptás al espíritu de cada formato?

—Las composiciones nacen en cualquier momento, nada está realmente premeditado. Justamente, los temas de piano los hice y los hago en momentos de calma, con tiempo, cuando estoy despojado del cotidiano de tocar, ensayar o estar de gira; en general, todo lo que compongo lo hago en la calma, un poco aislado de todo y de todos.

La instrumentación, efectivamente, nace a partir de lo que tengo a mano, o a veces una idea bien determinada da lugar a una formación bien determinada, pero en general, y eso es lo interesante, interviene el trabajo de la orquestación, es decir, qué timbres elegir, cuál es el instrumento más adecuado para tal o cual pasaje, los colores, y todo eso que determina mucho la calidad sonora de un ensamble. Y sucede seguido, que cuando no tenés 10 músicos, orquestás para cinco, o cuatro, o para un piano solo.

—“Ginasterale” es un homenaje a Alberto Ginastera, a partir de su “Malambo”. ¿Cómo nació?

—“Ginasterale” es un homenaje simple y respetuoso de la obra de ese gran compositor argentino que fue Alberto Ginastera (las Sonatas de piano de Ginastera son alucinantes). El tema es totalmente propio, sólo que utilicé el motivo del final de la obra sinfónica como un guiño al gran maestro. Es una representación que simboliza el folclore argentino y la música clásica (en todo caso así lo muestra Ginastera), entonces no podía simplemente hacerlo a la manera de “Zamba de mi esperanza”.

Lenguajes

—Desde tus comienzos en el trío Síntesis, surgiste a la música como guitarrista, pero hoy sos esencialmente pianista. ¿Qué cambios operaron en esa migración?

—No, hoy no soy esencialmente pianista: comencé la guitarra a los seis años, el piano a los 15 y el clarinete a los 18, y para coronar el todo estudié composición y orquestación; pero en general, en mi trabajo me las arreglo para poder tocar esos tres instrumentos de manera seguida. Entonces cuando compongo música para teatro o danza la orquesto de manera que me haga tocar alguno de ellos tres. Justamente ese año 2016, estaba tocando guitarra con el trío y al mismo tiempo grabando ese piano solo.

—Tu esposa Annabel de Courson se sumará como percusionista. ¿Cómo llegaron a esa síntesis de dúo?

—Con Annabel tenemos un recorrido similar: ella también compone y hace música para otros, pero al mismo tiempo tocamos juntos en grupos y tenemos también un dúo donde ella toca bandoneón, piano y percusión y yo los tres, de los cuales hemos hablado más arriba. Hay una complicidad y un desafío constante, que nos hace avanzar a los dos. No es fácil compartir una vida en casa y otra en gira, pero nos entendemos bien y la música nos ayuda.

—¿Qué nuevos proyectos tenés en carpeta?

—Proyectos hay muchos, pero básicamente sigo componiendo mucha música para mí y para otros. El año que viene, junto a tres comediantes, mimos y malabaristas vamos a presentar un espectáculo en el Palais des Glaces en París, donde la música es parte fundamental del espectáculo. No hay texto, sólo imágenes y movimientos, poesía y humor se mezclan y ahí. Yo he compuesto la hora veinte de música y toco en vivo (justamente, ocasión para utilizar mis instrumentos preferidos). Si no, al margen de mi trabajo oficial, me gusta poner en YouTube montajes e imágenes en las cuales pongo música propia. Es una ocasión para la gente que me conoce o no, de escuchar más de mi música no editada en ningún lado, por consiguiente, totalmente original, y ahí también hay muchas orquestaciones diversas y músicas diversas.