La política en foco

El bloque de los jefes

La Cámara de Diputados estará en manos del Frente, seguramente presidida por Miguel Lifschitz. Se daba por descontado que la mayoría PJ del Senado le daría a Omar Perotti su principal apoyo legislativo. Ahora hay preguntas al respecto, que nunca conviene responder con simplificaciones.

Luis Rodrigo

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Los próximos cuatro años de la mayoría justicialista en el Senado santafesino han ocupado el foco de la atención política provincial en las últimas semanas. Pero para entenderlos deben mirarse los doce años anteriores.

Son doce años de tres gobiernos del Frente Progresista, en los que fueron esfumándose los liderazgos peronistas en la bota. Palabras como reutemanismo y obeidismo fueron desapareciendo, mientras otras identificaciones justicialistas nacionales se hicieron más fuertes, pero pasajeras, según el peso específico de Néstor y de Cristina Kirchner, de Daniel Scioli, e incluso de Mauricio Macri (que se quedó con un ex jefe de ese bloque, Ricardo Spinozzi).

Son doce años en los que la representación provincial del peronismo santafesino más importante estuvo allí, en ese bloque, más allá de cada intento por recuperar la Casa Gris, o de las acusaciones que puertas adentro de ese partido se hizo a su buena relación con los distintos gobiernos progresistas.

Esos doce años, más las tres elecciones en las que la Cámara Alta se renovó con la boleta única (casi sin cambios) y la atención en obras y subsidios institucionales que le aportaron esa mayoría sólida, hizo a cada uno de los senadores provinciales -en especial a los del PJ- verdaderos jefes territoriales.

La mayoría de los doce senadores que tendrá el peronismo logró en su departamento, en las últimas elecciones santafesinas, más votos que el gobernador electo, Omar Perotti.

Entender que casi todos los senadores del justicialismo no tienen que levantar el teléfono para dar una respuesta política, que sus decisiones se conversan entre pares y no hacia arriba, es clave para saber qué puede pasar.

Doce, ese es el número clave, el que hay que recordar. Son también doce (como los años de opositores que quedarán en el pasado) los senadores peronistas de la próxima Cámara Alta, que hoy parecen divididos por la felicidad, en seis y seis.

No hubo fotos de sendos grupos pero nadie niega que así se han reunido, por separado. De un lado se ubican Alcides Calvo (Castellanos) y el senador electo Marcos Castelló (La Capital), que no dudan en identificarse bajo el liderazgo de Perotti, y probablemente estarán junto al también senador electo Marcelo Lewandowski (Rosario), que fue candidato de María Eugenia Bielsa. A ellos hay que sumar, tal vez en trío, a los históricos Ricardo Kaufmann (Garay), Cristina Berra (San Martín) y Eduardo Rosconi (Caseros).

Del otro lado, se ubican el actual presidente del bloque Armando Traferri (San Lorenzo), el presidente provisional del Senado Rubén Pirola (Las Colonias), José Baucero (San Javier), Guillermo Cornaglia (Belgrano), Osvaldo Sosa (Vera) y Joaquín Gramajo (9 de Julio), que nunca dejó a sus pares justicialistas, aun cuando apoyó a Antonio Bonfatti.

Seis a seis. Es probable que alguno haya decidido estar en uno u otro grupo al solo efecto de empatar la situación. Todos saben -el gobernador electo también- que si en el Senado se suman seis más seis, el resultado puede no dar doce sino trece: ésa es la cifra deseada (y tentadora para quien se sume), necesaria para tener los dos tercios de las bancas, la poderosa mayoría especial que ganaría cualquier pulseada con Diputados.

Desde que Traferri, el jefe del bloque Juan Domingo Perón, dejó la comisión de transición, hubo un cambio de panorama entre las autoridades salientes y entrantes, que tiene a los santafesinos en medio, algo perplejos porque la convivencia política en la bota se ha lesionado, al punto de que el Presupuesto 2020 se ha convertido apenas en un argumento más de esa confrontación. De cómo se resuelva ese tema en el Senado (si el Ejecutivo lo envía) dependerá la próxima mayoría PJ y, lo más importante, su formato. Un inesperado vocero de Perotti le dijo a sus pares este jueves: “Quien vote el presupuesto le declara la guerra a Omar”. ¿Habrá un bloque que ratifique a Traferri? ¿Un bloque con nuevo presidente que sea “prenda de unidad”?, ¿un bloque con conducción colegiada?, ¿un interbloque dividido en bloques que logre que nadie saque los pies del plato?