Jóvenes inventores argentinos
La innovación llega con drones, snacks e iluminación sustentable
- Fueron distinguidos en el concurso Innovar por su alto grado de novedad e impacto social. Entre los responsables de los proyectos hay tres santafesinos.
Francisco Agretti, Victoria Pozzo Galdón y Gastón François son los jóvenes de la escuela industrial que desarrollaron el proyecto distinguido en numerosas oportunidades. Foto: Archivo El Litoral / Pablo Aguirre
Redacción El Litoral
Télam
Drones subacuáticos para inspeccionar el interior de las centrales nucleares, máquinas productoras de snacks saludables y un sistema de iluminación sustentable son desarrollos de jóvenes inventores argentinos que fueron distinguidos en el concurso Innovar por su alto grado de novedad e impacto social.
Los responsables de esos proyectos son hombres y mujeres de entre 18 a 30 años de todo el país, algunos de los cuales cursan el último año de la especialidad Mecánica Eléctrica en la escuela Industrial Superior de Santa Fe. Otros están a punto de graduarse de diseñadores industriales en la UBA, y también hay ingenieros mecánicos con maestría en Robótica.
Con diversos perfiles y desde diferentes rincones del país buscan un mismo objetivo: desarrollar iniciativas que se destacan por su alto grado de novedad e impacto comercial y social, y brindar soluciones a demandas de las comunidades.
Los tres proyectos fueron distinguidos en el concurso nacional Innovar, un certamen organizado por la Secretaria de Ciencia y Tecnología de la Nación, con el objetivo de impulsar la cultura innovadora en los diferentes ámbitos productivos del país.
Eficiencia bajo el agua
Otro de los proyecto es “Robotino 2.0, un drone subacuático pensado para inspeccionar visualmente ambientes cerrados bajo agua, tales como tanques, cisternas u otro tipo de recipientes con agua estanca”, contó Matías Robador, ingeniero Mecánico egresado del Instituto Balseiro, Río Negro.
La principal utilidad de su desarrollo, que fue parte de sus tesis de maestría y está en fase de prototipo funcional, es “la inspección de los componentes internos del recipiente a presión de un reactor nuclear, en particular está pensado para el reactor Carem 25 (el principal proyecto de la Comisión Nacional de Energía Atómica)”.
“De esta manera, se evitaría que esta tarea la realicen operarios humanos con la consecuente exposición de los mismos al ambiente radiactivo, además la inspección se haría más rápido y con mejor calidad”, destacó Robador.
Más allá del aspecto académico, el ingeniero busca seguir con este proyecto hasta finalizar los aspectos que quedaron pendientes: el estudio de radiación y la implementación de algoritmos de control y navegación autónoma.
Comer rico y sano
En tanto, con la misión de fomentar la industria y el diseño nacional, un grupo de estudiantes de Diseño Industrial de la UBA desarrollaron Chipser, una máquina productora de snacks saludables.
“Es una máquina productora de snacks de fruta deshidratada, la cual realiza los procesos de corte y deshidratado de forma integrada, diseñada para pequeños productores de las economías regionales”, contó Martina La Mura.
La futura diseñadora comentó que el proyecto -en fase de prototipo inicial- surgió como “solución a una problemática actual, donde existe un gran porcentaje de frutas en buen estado que son vendidas como descarte, a menor precio, porque no cumplen con los parámetros y las condiciones de los mercados”.
“Nuestro proyecto le da a los pequeños productores la oportunidad del aprovechamiento de la materia prima, mediante el desarrollo de un producto terminado con valor agregado, mayor rentabilidad y la posibilidad de diversificar su producción y avanzar en la cadena productiva”, destacó.
El prototipo de los estudiantes santafesinos. Foto: Archivo El Litoral
Más y mejor luz
Entre las iniciativas distinguidas hay una que está a cargo de tres estudiantes de secundaria del último año de la especialidad Mecánica Eléctrica, en la Escuela Industrial Superior, de nuestra ciudad.
“El proyecto consiste en un sistema de iluminación natural que concentra luz del sol y la transporta a un interior, reduciendo el consumo energético durante horas del día en ambientes que requieran iluminación artificial constantemente (escuelas, oficinas, bibliotecas)”, describió Francisco Agretti, parte del equipo que completan Gastón François y Victoria Pozzo Galdón.
La aplicación de este proyecto, que está en fase de prototipo funcional, “representa un ahorro energético, por lo tanto también económico además de un menor impacto ambiental, y una mejora en la calidad de luz”, completó.
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