Capacitación en UPCN

Control de las cuentas públicas

Una ex auditora general de la Nación y especialista en administración pública pasó por Santa Fe y habló del rol técnico y del marco político para una función fundamental en el Estado.

Redacción de El Litoral

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“En nuestro país se le da más importancia al presupuesto que a la cuenta de inversión”, que es “la rendición de cuentas sobre la aplicación efectiva de los fondos públicos”. La licenciada Emilia Lerner, ex Auditora General de la Nación, respondió así a la pregunta sobre esta singularidad de la cultura política -y periodística- que no le presta la mejor a la “rendición de cuentas” que refiere al compromiso que el presupuesto supone.

Especialista en Administración Financiera Pública, docente e integrante de la comisión directiva de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública, Lerner fue disertante en la jornada de capacitación organizada por UPCN.

“La cuenta de inversión por lo general no se trata en tiempo y forma sino con demoras, y no se le da la importancia a la rendición de cuentas sobre la aplicación efectiva de los fondos públicos.

“En otros países se le da más importancia. Es una cuestión de cultura política. De hecho el tratamiento podría dar lugar a la asignación de responsabilidades relevantes, pero evidentemente el acuerdo político no le otorga la importancia que debiera”.

La especialista explicó que la AGN “hace su trabajo de una manera técnica. Siempre hay una variable política en la gestión pública, que las combina con cuestiones técnicas y administrativas. El manejo de cada gestión depende de la impronta de los directivos”, reseñó”.

Al apuntársele sobre la edición de libros “blancos y negros” -según se mire- con el balance de la herencia en el cambio de gobierno nacional, Lerner explicó que “el hecho de que haya más déficit o superávit es una definición política. El sistema sirve para asignar prioridades al gasto público; el presupuesto es expresión de las prioridades que el sistema político le ha asignado al gasto.

“Eso tiene que manejarse con el tratamiento del Congreso, que define las prioridades (bienestar social, obras, defensa). Hay inflexibilidades, gastos difíciles de bajar como el gasto de seguridad social. Pero políticamente se define si se usa como variable de ajuste o no, pero no tiene que ver con los organismos de control”.

Consultada sobre la eventualidad de una nueva ley de emergencia y de su impacto en los sistemas de control, señaló una vez más que “es cuestión de acuerdo político. Los organismos de control en general no cuestionan la política sino que lo que hacen es velar el cumplimiento de las leyes y de los objetivo en términos de metas, resultados, eficiencia y eficacia”.