La política en foco

La política salvó al Presupuesto

Negociaciones políticas, técnicas y entre legisladores que seguirán en sus bancas desde el 11 de diciembre fueron los artífices del acuerdo entre el gobierno saliente y el entrante. Las palomas les ganaron la pulseada a los halcones.

Mario Cáffaro

mcaffaro@ellitoral

La provincia de Santa Fe empezará el ejercicio fiscal 2020 con sus lineamientos principales establecidos por la ley de Presupuesto General de Gastos y Recursos que fue sancionada sobre el final del Período Ordinario de la Legislatura con fuerte consenso tras el controvertido inicio de la votación en el Senado. De la sorpresiva y ajustada votación en la Cámara Alta a la unanimidad de siete días después en esa Cámara y la sola disidencia de la izquierda en Diputados obedece a la principal herramienta de la política, el diálogo, instancia que parecía olvidada en esta provincia que se caracteriza por el buen funcionamiento entre los tres poderes.

Frenar frente al precipicio y evitar caer en la grieta fue posible por las palomas dialoguistas, que impusieron su estrategia ante los buitres que solo buscan sangre. Tal vez ni Miguel Lifschitz ni Omar Perotti estén satisfechos con el texto acordado. Fue el texto posible y debe servir como ensayo de la situación con la que convivirán durante cuatro años el Ejecutivo de signo justicialista con una futura Cámara de Diputados con mayoría del Frente Progresista y presidida por el propio Lifschitz. En el medio, un Senado con mayoría justicialista, pero con mirada propia y más ligado a la territorial que a los signos partidarios.

El socialista Juan Carlos Zabalza y el justicialista y futuro ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, sentaron las bases de la negociación cuando en Diputados se había puesto en marcha el mecanismo reglamentario para sancionar el mensaje del Poder Ejecutivo con los votos frentistas más los de gran parte de Cambiemos. Zabalza y Borgonovo marcaron un camino que desde lo técnico concretaron luego los ministros de Economía, Gonzalo Saglione, y de Gobierno, Pablo Farías, con el futuro ministro de Gestión Pública, Rubén Michlig, y -si bien no se lo vio en la Legislatura- con la opinión de Walter Agosto que ocupará Economía desde el 11 de diciembre. Luego, fue el turno de los legisladores. En Diputados, se produjo el cambio de guardia. Negociaron los que siguen mientras hubo una mirada más pasiva de los habituales hacedores de acuerdos, la mayoría de los cuales no seguirá en el cuerpo. Leandro Busatto y Luis Rubeo por el justicialismo; Fabián Palo Oliver y Joaquín Blanco por el Frente Progresista y Julián Galdeano por Cambiemos se encargaron de la letra fina y de acordar con el Senado. Los senadores no fueron tampoco ajenos al texto sancionado.

El primer borrador con pedidos del perotismo ingresó a las 13 del miércoles al despacho de Saglione; la ley quedó sancionada al día siguiente, poco después de las 18. Hubo idas y venidas hasta alcanzar lo que Michlig definió como “un punto de gobernabilidad” y que servirá para iniciar la gestión. “Es positivo que el gobernador arranque su gestión con Presupuesto y que en esa ley tenga un conjunto de herramientas que le otorgan flexibilidad presupuestaria y capacidad de gestión de financiamiento para atender las circunstancias durante el año”, a decir de Saglione.

El diálogo se impuso y tras el cambio de gobierno llegará una de las primeras discusiones: el tema impositivo. La ley tributaria se discutirá en diciembre cuando Nación otorgue las primeras señales sobre si estará o no vigente el Consenso Fiscal.

El Presupuesto de la guerra fue un Presupuesto en paz, y abrió la puerta para retomar el diálogo para definir aspectos de la ceremonia del 11 de diciembre, donde las palomas quieren que se haga la transmisión del bastón de Lifschitz a Perotti como viene ocurriendo -con distintos actores- desde 1983. Santa Fe lo merece porque desde el regreso de las instituciones democráticas, éstas han demostrado poder funcionar y encontrar caminos para salvar circunstancias difíciles como las vividas en estos 36 años y donde lo del Presupuesto fue apenas una anécdota más.