Está en la pared sur del Club Unión

Santo Tomé: inauguraron el mural hecho con tapitas más grande de la localidad

En su realización, que llevó unos cuatro meses de trabajo y más de 54.000 tapas de plástico, participaron alumnos de la escuela secundaria del barrio Monseñor Zazpe. Fue plasmado en conmemoración del trigésimo aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño.

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Mensaje. Mural alegórico, hecho con tapitas y ubicado en el sector del natatorio climatizado de Unión Santo Tomé. Además del valor estético que implica el trabajo, resguarda la intención de preservar el medio ambiente y la convivencia en comunidad.

Foto: Archivo El Litoral

 

Redacción El Litoral

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En la pared sur del club Unión Santo Tomé quedó inaugurado el mural hecho con tapitas de plástico más grande la ciudad, con una superficie de 45 metros cuadrados. La imagen multicolor puede apreciarse por calle San Martín, del lado en el que se encuentra el natatorio climatizado de esa entidad deportiva, a mitad de cuadra entre Belgrano y Libertad. La obra fue impulsada en conmemoración del trigésimo aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño, aprobada el 20 de noviembre de 1989.

En su realización participaron 44 alumnos pertenecientes a la Escuela de Enseñanza Secundaria Orientada Nº 596, 26 de cuarto año y 18 de quinto, entidad educativa del barrio Monseñor Vicente Zazpe, que cuenta con orientación en el Bachillerato en Artes Visuales (también referida como EESO Nº 596). Los estudiantes contaron con la coordinación del artista plástico local Martín Hernández. Para la concreción del mural se utilizaron 54.390 tapitas, de las casi 60.000 que fueron recolectadas con el apoyo de la comunidad santotomesina. La labor en general duró unos cuatro meses, aproximadamente, contados a partir de que empezó la tarea de recolección y se puso en marcha la iniciativa, mientras que el trabajo en la pared llevó dos semanas de paciente tarea.

En contacto con El Litoral, el presidente de Unión Santo Tomé, Néstor Lenarduzzi, puso énfasis en que “los chicos hicieron un trabajo extraordinario”, que consistió en renovar una parte de la fachada del club, apelando a una fuerte alegoría a la esperanza, la convivencia y la preservación del medio ambiente. Además de la recolección del plástico hubo una preparación puntual de la pared, que fue tratada con una técnica especial, que obligó a que varias personas trabajaran al mismo tiempo, ya que mientras una preparaba el pegamento, por ejemplo, otra presionaba las tapitas.

Experiencia enriquecedora

“En realidad fue una experiencia muy enriquecedora, no solo desde el punto de vista estético, sino por la fuerza y el significado de la alegoría que representa”, explicó Néstor después, sin dejar de remarcar la importancia de que la tapita, que es un residuo plástico, “pueda volver a ser útil en forma de arte”. “Todo esto formó parte de un proceso muy bueno, muy rico para los chicos, que contaron en forma permanente con el apoyo de un muralista reconocido como Martín, pero también para todos los actores involucrados”, añadió. Además, recordó que el trabajo en sí mismo fue bastante llamativo, desde el punto de vista de la técnica utilizada y en lo alegórico, en el sentido que demuestra las bondades del reciclado.

“Esa es la idea o metáfora que el mural quiere transmitir”, remarcó Néstor, quien insistió en que “desde donde se lo mire”, ha sido un emprendimiento positivo, en lo institucional y en lo personal, para todos aquellos que participaron del mismo. “Hacer cosas entre instituciones como estas, una cultural deportiva, la otra educativa, habla de la buena predisposición de una comunidad que quiere crecer”, destacó más adelante. Asimismo, puntualizó el aporte de todos en la recolección de las tapitas. El recipiente que estaba en el club no daba abasto. Se vaciaba y a la semana siguiente ya estaba lleno otra vez.

“Sobraron unas 6.000 tapitas, que podrían ser usadas en otras de las paredes del club o en cualquier sitio de Santo Tomé en los que se quiera crea algún punto de intervención muralista”, aclaró después Lenarduzzi, que es arquitecto y demuestra un especial interés por el tema. “Estamos abiertos a otras convocatorias, para poder replicar esto, e intentarlo en diversos lugares de la ciudad, porque es muy útil hasta desde el punto de vista urbano”, completó el dirigente deportivo, a la vez que agradeció especialmente la colaboración y el acompañamiento brindados por Adriana Cervilla (integrante de la comisión directiva de Unión Santo Tomé) y Carina Gueler (directora de la EESO Nº 596).

Valores

Según los realizadores, el mural del club Unión Santo Tomé representa el ciclo de la vida (el día y la noche), reflejando la posibilidad de convivir en una sociedad con valores. Una comunidad en la que se pueda trabajar juntos, por un mundo donde se respeten los derechos de las niñas, los niños y los adolescentes, en comunión con la cultura, el deporte y el arte.