Los caminos a seguir

En el fin de un nuevo ciclo, llega la hora de los balances y de los objetivos para el año que viene. Para el campo, vuelve la hora de la negociación.

Federico Aguer

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Se cierra un nuevo ciclo trabajando desde la redacción de El Litoral con el objetivo de mostrar lo que pasa en el campo de Santa Fe. Año electoral, marcado por el cambio de signo político a nivel nacional y provincial, y con nuevos nubarrones que se avizoran en el horizonte cercano.

La sanción de una Ley de Emergencia como disparador para justificar un nuevo ajuste al sector privado, y un aumento impositivo de los Derechos de Exportación, movilizan nuevamente a los tractores a las rutas. Movimientos de autoconvocados vuelven a liderar el reclamo de un sector que se siente atacado por una política que pregona el diálogo, pero que hasta ahora, sólo ha monologado.

La bronca se justifica en la eliminación virtual de la renta agropecuaria. De tres camiones cargado con soja, el Gobierno Nacional se queda con uno, sólo en concepto de retenciones, luego que los Derechos de Exportación pasaran del 24,7 % al 33 %. De hecho, según un estudio privado realizado por Néstor Roulet (ex secretario de Agregado de Valor) mientras la campaña anterior se podía contar con un resultado positivo de 119 dólares por hectárea, ahora la ecuación da en rojo: una pérdida del 2.64 % de la producción. El resto de los granos arroja un análisis aún peor, por mayores costos de implantación y protección del cultivo.

En el aire quedaron -hasta ahora- las promesas de segmentación y compensaciones, desarmando la unidad de una Mesa de Enlace desdibujada y sin margen de reacción.

Para cada uno, el balance del año arrojará distintas sensaciones, pero para el campo será recordado como el proceso del agravamiento de las crisis estructurales y coyunturales.

Es de esperar que en 2020 se consoliden las instancias de diálogo con los distintos estamentos de Gobierno, a sabiendas que es la única herramienta para plantear las diferencias de mirada y de los caminos a seguir. Y si se implementan medidas de fuerza, que colaboren a lograr acuerdos y soluciones.