Lía Masjoan
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Una luz de esperanza se abre para las personas que tienen una discapacidad en sus miembros superiores. Un grupo de ingenieros electrónicos y bioingenieros de la empresa Bioparx, incubada en el Parque Tecnológico del Litoral Centro de Santa Fe, creó una prótesis mioeléctrica de brazo que detecta las señales eléctricas de los músculos a través de sensores que se apoyan sobre la piel. De este modo, el paciente puede mover la prótesis voluntariamente y abrir la mano artificial.
Los ingenieros que llevaron adelante el proyecto son Luciana Joliat, Cecilia Pérez, Sebastián Vicario, Ricardo Rodríguez y Aníbal Fernández Peterson, quienes fueron distinguidos con el premio nacional Innovar 2014 que otorga el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
El desarrollo -que llevó unos cinco años de trabajo- se denomina myo-ARm y ya ha recibido el visto bueno de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
“No tenés que hacer absolutamente ninguna otra acción más que aplicarlo sobre la piel donde están los músculos; se hace un trabajo de filtrado de todas las señales y mediante un impulso eléctrico que tiene el músculo debajo de la piel, esa onda tiene un traductor que va a un mecanismo complejo que te hace hacer lo que quieras: escribir, cebar mate, coser, planchar”, explicó Amadeo Celino, el gerente general de PTLC.
Además del rol social que tiene la creación de este tipo de productos, Celino destacó que son clave porque permiten sustituir importaciones: “Lo estaba esperando, veo trabajar a estos jóvenes y hay que apoyarlos mucho, en especial el Estado que es quien tiene el poder de compra”, dijo.
¿Cómo funciona?
Cuando un músculo se contrae o flexiona se produce una pequeña señal eléctrica que es creada por la interacción química en el cuerpo. Esta señal se capta superficialmente y se usa para controlar los componentes mecánicos y eléctricos de la prótesis, permitiendo así un movimiento de apertura o cierre de la mano.
El producto contiene electrodos superficiales; movimiento prensil de apertura y cierre; batería de Li-Lon de excelente rendimiento y autonomía; socket de acople de la prótesis al muñón; diseño estético y ergonómico adaptado a la antropometría del paciente.
50% más económico
El Ing. Sebastián Vicario, a cargo del desarrollo del producto, destacó que su costo será aproximadamente un 50 % menor que los que se consiguen actualmente, que son importados desde Alemania. En este momento, se están cumpliendo los pasos necesarios para registrarlo y poder, luego, comercializarlo.
Este logro significa “un reconocimiento para la innovación y el trabajo. Hace muchos años nos dimos cuenta que no existía este producto en Latinoamérica y haberlo logrado es una meta cumplida”, contó Vicario. A futuro, sueñan con que “muchas personas que lo necesiten estén equipados con el producto que fabricamos”.
El Vera Candioti, pionero
El Hospital Vera Candioti de nuestra ciudad es una pata importante de este desarrollo. A través de un convenio, el Parque Tecnológico ha trabajado junto a sus profesionales: “Es importante que la amputación se haga de manera correcta para que la prótesis pueda ser debidamente colocada y tenga éxito”, explicó Amadeo Celino, el gerente del PTLC.
Además, fue una de sus pacientes quien primero probó la prótesis. “Queremos destacar a Estela porque un 50 % de este logro fue por su voluntad y perseverancia y el otro 50 % por la tecnología”, afirmó el Ing. Sebastián Vicario. Estela tiene poco más de 40 años, y hace un tiempo sufrió un accidente laboral en el cual perdió su mano y parte del brazo derecho.
Reconocimiento
El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva distinguió este desarrollo hace un mes, cuando entregó los premios de la décima edición del Concurso Nacional de Innovaciones - INNOVAR 2014 en el Predio Ferial de Tecnópolis.
La empresa Bioparx, incubada en el Parque Tecnológico del Litoral Centro de Santa Fe, ganó en la Categoría Tecnología para la Discapacidad, con el proyecto “Prótesis mioeléctrica de miembro superior” (myo-ARm).
En total, se otorgaron 51 distinciones repartidas en nueve categorías propuestas por el certamen: agroindustria, alimentos, equipamiento médico, tecnología para la discapacidad, energía, fitomedicina, producto innovador, investigación aplicada e innovación en la universidad.
INNOVAR busca estimular el desarrollo de emprendimientos innovadores, promover la transferencia de conocimientos y tecnología a productos y procesos que mejoren la calidad de vida de la sociedad y motivar el interés de los más jóvenes por la ciencia, la tecnología y la innovación.