Danilo Chiapello
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La sensación de espanto se percibe ni bien Adolfo Poncio (53) se asoma en su casa de barrio Alfonso.
Generoso, nos invita a pasar. Está vestido de manera informal con un pantalón buzo deportivo y una remera de color azul.
Una enorme venda de gasa rodea su cuello y permite adivinar la gravedad del asunto.
Es que hace sólo algunas horas este hombre, a quien sus íntimos llaman con el mote de “Dolfi”, estuvo literalmente a centímetros de una muerte horrible.
Fue en la madrugada de este jueves. Minutos antes de las 4 “Dolfi” regresaba en bicicleta a su casa luego de atender el buffet del club Arenales donde se había celebrado una peña del Club Colón.
Pero en la esquina de M. Zazpe y San José se vio sorprendido por tres siluetas que salieron de entre las sombras. Eran dos hombres y una mujer quienes, como hienas hambrientas, se le tiraron encima.
La mujer se paró delante y tomó con fuerza el canasto de la bicicleta. En simultáneo los hombres (dos muchachos de unos 20 años) se ubicaron a un lado y otro del rodado.
Con violencia le sustrajeron la billetera y el celular y tras un breve forcejeo lograron reducirlo, arrojarlo al piso, despojarlo de su bicicleta y comenzaron a atacarlo con cuchillos.
A matar
Una de las heridas que sufrió fue en el abdomen -afortunadamente la puñalada no afectó ninguno de sus órganos vitales- y luego le provocaron dos profundos cortes en el cuello.
Por sus propios medios llegó hasta la casa de su hermana y allí convocaron a la policía y a los servicios de emergencias.
Los primeros en llegar fueron los efectivos policiales quienes al observar la situación decidieron hacer ellos mismos el traslado hacia el hospital José María Cullen a donde recibió asistencia médica.
A minutos de ingresar al centro de salud Dolfi fue sometido a un tratamiento de sutura y fue medicado. Recibió en total 22 puntos (15 en un corte y 7 en el otro).
Según le informaron los médicos, los cortes estuvieron a dos centímetros de llegar a la arteria aorta por lo que se podría decir que salvó su vida de milagro.
Fue dado de alta y por estas horas se recupera en su casa. Lo que lamenta es que no tiene consigo su bicicleta “balón” que fuera regalo de su madre y que tiene para él un valor inestimable además de ser el medio que utilizaba para ir a trabajar.
Relato directo
Yo venía de trabajar del club Arenales donde me desempeño en el buffet. Eran las 4 de la mañana y venía a bordo de mi bicicleta balón.
Cuando llego a la esquina de San José y Zazpe, de la nada se me aparecen dos “malandras”, los que estaban acompañados por una mujer. Me traban la bicicleta y no me puedo bajar. Mientras uno me saca el celular y la poca plata que llevaba, el otro me acuchillaba.
En eso alcanzo a manotear al del cuchillo y el otro me pega un rodillazo en las costillas para que lo suelte. Me vuelvo para agarrar al otro y ahí es cuando siento que me cortan en el cuello. Tengo en la base de la garganta 7 puntos y 15 más arriba en la mandíbula.
Ni bien se fueron me acerqué hasta la casa de mi hermana, que es acá nomás, y ella me dio un toallón para que me parara la sangre. Vino el patrullero, no vino la ambulancia. Los policías me llevaron hasta el hospital donde me atendieron muy bien.
Los médicos me recomendaron que hiciera reposo y me dieron medicación. También me dijeron que si el corte hubiese avanzado 2 centímetros más, me tocaba la arteria. Gracias a Dios no me tocaron la tráquea, porque entonces me quedaba mudo.
Los delincuentes salieron disparando por calle San José hacia el sur, para el lado de la villa que se está armando acá en la ex estación del ferrocarril Mitre.
A partir de ahora voy a tener que cambiar la forma de entrar y salir del barrio. Voy a tener que gastar en un taxi o un remís. Estos hechos te cambian la vida”, sentenció.
El barrio
“El barrio ahora está muy mal”, relató Adolfo. “Nosotros hace 47 años que vivimos acá y nunca tuvimos problemas. Pero ahora últimamente no se puede andar en la calle.
“Se está armando un asentamiento irregular en la ex estación del Mitre que es terrible. Hace poco se incendiaron tres casas, se prenden fuego entre ellos. Se agarran a tiros entre ellos. Del otro lado es un jungla. Y lamentablemente las consecuencias las sentimos todos”.
Parecido
Un hecho similar se produjo esta madrugada en cercanías de la Costanera. Brian Ramos (18) circulaba a bordo de su motocicleta cuando varios sujetos lo interceptaron en Salvador del Carril y Vélez Sarsfield.
Los malvivientes le quisieron robar el rodado pero el muchacho logró zafar. No obstante en la trifulca resultó con una herida cortante en su mano izquierda.