El Litoral
Fueron ejecutados por yihadistas de manera casi simultánea. Inauguraran un monumento Rue de la Loi.
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Telam
Bruselas conmemora mañana el primer aniversario de los peores atentados extremistas de su historia, dos ataques yihadistas casi simultáneos contra el aeropuerto y la red de metro de la ciudad que causaron 32 muertos y más de 320 heridos, y de los que aún no se conocen todos los detalles.
El primero de los homenajes tendrá lugar en el aeropuerto de Zaventem, donde se guardará un minuto de silencio a las 07.58 hora local (03.58 hora de la Argentina), momento en el que hace exactamente un año empezó la jornada más negra de la capital de las instituciones de la Unión Europea (UE).
Dos kamikazes -junto a un tercer atacante suicida, que escapó y fue detenido dos semanas después-, activaron sus chalecos explosivos en el principal aeropuerto de Bruselas, lo que causó 14 muertos y 92 heridos.
A las 09.11 hora local (05.11 hora de la Argentina), un tercer integrista lanzó otro ataque suicida contra la estación de metro de Maelbeek, en pleno barrio europeo de Bruselas. Mañana, a esa hora exacta, el personal de la empresa municipal de transporte y los viajeros están invitados a aplaudir durante 60 segundos.
A continuación, en la colindante Rue de la Loi, el rey y la reina de los belgas, Felipe y Mathilde, inaugurarán un monumento dedicado a las víctimas del terrorismo.
Los monarcas ya recibieron este lunes a Nidhi Chaphekar, una azafata india de 42 años cuya imagen se convirtió en uno de los iconos gráficos de los ataques reivindicados por el grupo islamista radical Estado Islámico (EI), al ser retratada herida, descalza, con la ropa desgarrada y cubierta de polvo, recostada en unos bancos del aeropuerto de Zaventem.
A mediodía, los colegios de la ciudad también rendirán tributo a las víctimas, al tiempo que el colectivo "Todos Unidos" invitará a los ciudadanos a portar una flor y participar en diferentes marchas que convergerán en la Plaza de la Bolsa desde distintos puntos de la ciudad, entre ellos el señalado barrio de Molenbeek.
Será una de las muchas actividades conmemorativas que acogerá ese distrito bruselense donde se criaron gran parte de los extremistas que participaron en los atentados de Bruselas y, cuatro meses antes, en los ataques yihadistas de París, del 13 de noviembre de 2015 (13-N).
Por su parte, el cardenal Jozef De Kesel oficiará por la tarde una misa en la catedral de Saints-Michel-et-Gudule, dos horas antes de que la iglesia Saint-Jean-Baptiste de Molenbeek sirva de auditorio para un concierto interreligioso.
Los homenajes y conmemoraciones tendrán lugar en una ciudad donde, a pesar de la fuerte presencia militar que se aprecia en las calles, muchos ciudadanos sienten que el fenómeno del extremismo islámico no es solo un asunto del pasado.
"Seguimos teniendo miedo. No nos sentimos seguros, aunque haya militares (por la calle) no van a impedir nada. Si quieren hacerse explotar lo van a hacer", explicó a la agencia de noticias EFE Jerémy, un joven de 22 años que esperaba el metro en la estación de Maelbeek, donde un atacante causó 17 muertos y más de un centenar de heridos.
Tras los atentados de Bruselas, organizados por el mismo grupúsculo que meses antes había atentado en París, fue la ciudad francesa de Niza la que vio como el 14 de julio, día de la fiesta nacional de Francia, un yihadista se lanzaba con un camión por el paseo marítimo, matando a 86 personas y dejando más de 450 heridos.
El pasado diciembre fue Berlín la que tuvo que lamentar 9 fallecidos en un ataque similar contra un mercado navideño y, este mismo sábado, otro presunto extremista fue abatido en el aeropuerto parisino de Orly tras intentar robarle el arma a una militar, en nombre de Alá.
El goteo de atentados en Europa, sumado a que aún no se esclarecieron todas las incógnitas sobre los ataques en París y Bruselas, como la identidad del cerebro de los ataques y el paradero del presunto experto en explosivos, sigue generando cierta sensación de desprotección ante el integrismo islámico.
En la víspera del aniversario de Bruselas, el coordinador antiterrorista de la UE, Gilles de Kerchove, declaró a la radio belga RTL que la gran amenaza no son los cerca de 2.500 europeos en Siria o Irak, sino aquellos que "están entre nosotros y se radicalizan a través de Internet".