Juliano Salierno
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Una de las víctimas tenía 14 años y fue ajusticiado de un tiro en la cabeza, debajo de una cama.
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“Los tiros fueron como a las cinco y media, más allá, al fondo”, señaló un vecino, uno de los pocos que esta mañana se animó a hablar de lo ocurrido. La barriada de villa Oculta estaba en silencio, a pesar de que anoche hubo corridas, disparos y dos muertos, a unos 200 metros de distancia uno de otro.
En Padre Quiroga y Suipacha, en una casa de material y ventanas verdes de chapa, se podían ver dos impactos. Sobre el marco de la abertura que mira al este, desde donde se ve el característico puente de hierro del ferrocarril, había un orificio que los especialistas consideraron de “grueso calibre”; “una nueve” o “un treinta y ocho”, aventuraron. Sobre la pared que da al norte y tiene a la circunvalación como horizonte, una perdigonada de escopeta confirma la hipótesis de que habrían sido varios los involucrados y las armas empleadas.
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Doble crimen en Villa Oculta
Identificados
“Estaban de joda, tomando, consumiendo, acá pasó de todo”, dijo una fuente del lugar, mientras los peritos de la Policía de Investigaciones (PDI) levantaban de entre unos pastizales dos cartuchos percutados.
Desde el Ministerio Público de la Acusación confirmaron que la primera víctima fatal fue Juan José Hernández, de 28 años, quien recibió al menos un disparo. Fue trasladado al hospital Cullen desde Padre Quiroga y Suipacha en las primeras horas de la mañana, en un auto particular, pero ya estaba muerto cuando lo recibieron en la guardia.
Casi en forma simultánea, unos 200 metros más al este, en una casita prefabricada que está detrás del Jardín Municipal “Atilio Rosso” -en Suipacha y Aguado-, volvieron a sonar las armas. Esta vez el destinatario fue un joven de 14 años, llamado Walter Salva, el cual habría buscado refugio debajo de una cama, donde lo ajusticiaron de varios balazos, uno de ellos en la cabeza. Su cuerpo fue retirado de la vivienda, tres horas más tarde, por la morguera policial.
Sin detenidos
Aunque no fue oficialmente confirmado, el rumor que circula en el barrio es que tras el primer hecho se produjo una persecución y la consecuente venganza.
Por otra parte, se investiga las circunstancias en las que un tercero fue hospitalizado en horas tempranas de la mañana del sábado, también producto de un impacto de bala, que habría sido trasladado desde un sector de la ciudad no muy lejano.
En tanto, en horas cercanas al mediodía todavía no se habían producido detenciones por ninguno de los dos crímenes, confió una fuente cercana al caso.
La investigación está a cargo del fiscal de la Unidad Especial de Homicidios, Jorge Nessier, quien fue informado de los hechos.