Danilo Chiapello | [email protected]
Delincuentes los atacaron en un galpón, en Lavaisse 1100. Les robaron una fuerte suma de dinero.
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En la tarde del sábado, dos delincuentes fuertemente armados dieron un certero golpe contra una empresa de transporte y logística desde donde se llevaron un suculento botín en dinero.
Todo comenzó minutos antes de las 16, cuando un camión Mercedes Benz Axor, que venía procedente de la provincia de Entre Ríos, llegó a un galpón ubicado en Lavaisse al 1100.
A bordo de la unidad venía el chofer junto a un acompañante, y en el galpón los estaba esperando Carlos Beltramo (67), el titular de la empresa.
Hasta aquí todo normal. Sin embargo, una vez que el rodado ingresó al depósito, comenzó la pesadilla.
Al suelo y boca abajo
Dos individuos fueron los que aparecieron de repente y se introdujeron en el inmueble. Los recién llegados estaban con los rostros descubiertos y ambos portaban armas de fuego.
Sin pérdida de tiempo, el más joven de los malvivientes (de unos 20 años) cerró el portón del galpón y quedó apostado a su lado a modo de “campana”.
Mientras, el otro sujeto (un hombre de unos 40 años) comenzó a dar claras indicaciones de que a partir de ese momento iba a ser la “voz cantante” en el asunto.
La primera orden fue clara y contundente: “¡Todo el mundo al suelo y boca abajo!”.
Tanto el camionero como su acompañante fueron maniatados con precintos plásticos. En tanto, el señor Beltramo fue el único que quedó “precintado” no sólo en sus manos sino también en sus pies.
No conformes con lo hecho hasta allí, los rufianes tomaron una frazada del camión y taparon las cabezas de sus víctimas para impedirles la visión.
Dinero y armas
Ya seguro de haber tomado el control del lugar, el cabecilla del atraco comenzó a hostigar al empresario con frases amenazantes.
“Queremos el dinero y las armas”, dijo el rufián mientras golpeaba con el cañón de su arma en la cabeza a Beltramo.
“Yo lo único que le decía era que podían llevarse todo y le aclaré que en el lugar no había armas”, dijo el empresario en diálogo con El Litoral.
Fue cerca de 20 minutos, el tiempo que los delincuentes estuvieron dentro del galpón.
Durante ese lapso sustrajeron las billeteras de sus víctimas y además también se hicieron de una fuerte suma de dinero que había dentro del camión.
Logrado su objetivo, los intrusos se retiraron en completo silencio, por cuanto no se escuchó el motor de vehículo alguno.
Testigos ocasionales refirieron a este diario que vieron salir a los rufianes caminando por Lavaisse en dirección a las vías del ferrocarril y exhibiendo sus armas en plena calle.
Transcurridos algunos minutos, las víctimas lograron zafar de sus ataduras y dieron aviso a la policía.
Poco después llegaron al lugar agentes del Comando Radioeléctrico, junto a personal de la seccional 5a. (que interviene por jurisdicción) y efectivos de la PDI que quedaron a cargo de la pesquisa.
“Nos estaban esperando”
“Esto no fue un robo al voleo, de eso no tengo dudas. Al contrario, esto fue algo muy bien planificado. Está claro que nos estaban esperando”, comentó Beltramo a El Litoral.
“Además el tipo que comandó el robo no era un improvisado. Estaba tranquilo, aunque ejerció mucha presión contra mí. Me pegó varias veces con el revólver en la cabeza, aunque no llegó a lastimarme”.
“La verdad que este barrio se está poniendo muy peligroso. Hace unos días asaltaron a una mujer en plena calle y también desvalijaron un taller motos”, culminó.