Danilo Chiapello | [email protected]
Varios de los proyectiles ingresaron al interior del inmueble. Por fortuna no hubo heridos. Ocurrió en Avellaneda y Calcena.
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En la madrugada del viernes, varios delincuentes lanzaron una feroz balacera contra una vivienda de barrio San Roque, en un hecho que está siendo investigado por la policía.
Eran cerca de las 5 cuando los vecinos de Calcena y Avellaneda despertaron sobresaltados por los estampidos de los balazos.
Según se supo cuatro individuos, los que se movilizaban en dos motocicletas, llegaron hasta el lugar y comenzaron a disparar contra el frente de un inmueble ubicado en dicha esquina, para luego escapar a toda velocidad.
No menos de 16 proyectiles impactaron en distintos sectores de la casa y -lo que es peor-, algunos de ellos ingresaron a la finca, donde en ese momento había cuatro personas (dos mayores de edad y dos menores). Sólo por obra de la buena fortuna no hubo que lamentar víctimas personales.
La criminal acción habría quedado registrada por las cámaras de seguridad del inmueble en cuestión. Y dichas imágenes ya estarían en poder de los investigadores.
Todo parece indicar que los sicarios utilizaron armas de distinto calibre. Esto es así porque los pesquisas que inspeccionaron la escena se incautaron de vainas calibre 9 mm y otras de menor porte.
Guerra sin fin
Quien vive en la casa baleada es Mario (40). El nombrado es hijo de Beatriz Ramos (60), una conocida dirigente barrial que fue asesinada a tiros el año pasado en Santa Rosa de Lima.
Es por este motivo que no son pocos los que sostienen que lo acontecido en barrio San Roque, es otra derivación de aquel cruento femicidio.
Beatriz Ramos dejó de existir la tarde del 15 noviembre, cuando un sicario la acribilló a balazos en Padre Quiroga y Salta.
Una de las que cree que ambos sucesos están relacionados es Norma Porucznik, hija de Beatriz y hermana de Mario, quien además es una activa dirigente del Movimiento Unidad Popular.
“Son los mismos”.
“Quienes balearon la casa de mi hermano son los mismos que mataron a mi madre”, afirmó contundente Porucznik, en diálogo con El Litoral.
“Desde hace mucho tiempo, nuestra familia vive con amenazas. Mi hermano se tuvo que ir del barrio. Y es por eso que desde hace poco más de un año estaba viviendo en barrio San Roque”, dijo.
“Yo tengo custodia policial, al igual que mis hermanas. Pero las amenazas siguen igual. Durante las fiestas (Navidad y Fin de Año) no pudimos pasarla en nuestros hogares, como cualquier familia normal. Tuvimos que irnos y después juntarnos en otro lugar”, agregó.
Narcos en el barrio
Como causa de todos sus males la dirigente apuntó a “los narcos barriales y a la corrupción policial”.
“Santa Rosa de Lima, como muchos otros barrios, está tomado por los narcos y la corrupción policial. La realidad es que allí el único emprendimiento posible es vender (droga)”, sostuvo.
“Como nosotros denunciamos todo eso, entonces molestamos. A mi madre la mataron, mi hermano se tuvo que ir del barrio, pero vamos a seguir luchando. No nos van a ganar”, sentenció.