"Cuántas veces con un cuatro a un envido dije: ¡Quiero!"

Rogelio Alaniz

I

Desde hace cincuenta años, la política como actividad, como especulación, drama y tragedia ocupa horas diarias de mi vida sin feriados ni días de guardar. La antigüedad no es garantía de nada, pero no creo que tampoco sea una desventaja a la hora de pensar el presente e indagar algunas pistas del futuro. En nombre de ello es que digo, con las precauciones del caso, que con esta situación económica y este escenario social se hace muy difícil ganar elecciones, incluso a Drácula.

II

Las peripecias de Marcelo D’Alessio me recordaron al Gordo Villanueva, el personaje de la revista de Patoruzú que se distinguía por su afán de invocar cargos, roles y relaciones para obtener beneficios. Villanueva, claro está, era un personaje simpático para un país que siempre miró con ojos benevolentes al pícaro. D’Alessio no es simpático, es mucho más dañino que el Gordo y tal vez mucho más enfermo, pero con sus diferencias, Villanueva y D’Alessio son herederos de una tradición muy criolla que se inicia con el Viejo Vizcacha, el Laucha, el sobrino de Juan Moreira y, por qué no, Juancito Duarte.

III

Beatriz Sarlo comparó a Mauricio Macri con Juárez Celman, por lo que habría que prestar atención en qué momento estalla la revolución del 90, porque entonces, el rol de Carlos Pellegrini lo ejercería Gabriela Michetti. Pobre Gringo: jamás hubiera imaginado que la historia le tendería semejante celada.

IV

Tarde empiezo a sospechar que cuando Cristina calificó a Eduardo Duhalde de jefe mafioso, estaba diciendo algo que se aproximaba a la verdad, con lo que se demuestra que hasta los mentirosos más contumaces, aunque sea por los peores motivos, en algún momento se reconcilian con la verdad.

V

Que Leopoldo Moreau presida la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados, es tan sugestivo y coherente como la entrega del premio “Rodolfo Walsh” de la facultad de Periodismo de La Plata y el “honoris causa” de la Universidad de Lanús a Hugo Chávez.

VI

Mario Negri es el mejor legislador que tiene Cambiemos en el Congreso, el que defendió posiciones con brillo y lucidez. No conozco la interna radical de Córdoba pero lo conozco a Negri como para decir que solo un partido con vocación suicida puede sabotear a un candidato de lujo.

VII

Los radicales de Córdoba -todos los dirigentes radicales de Córdoba- se excusan diciendo que no se pudo hacer otra cosa y que la culpa la tiene el rival interno. No comparto. Siempre se puede hacer otra cosa si hay un poco más de grandeza y un poco menos de narcisismo.

VIII

En 2003 el aparato radical hizo lo imposible para impedir que Rodolfo Terragno fuera candidato a presidente. Y lo más patético de todo fue que semejante despliegue de torpezas y felonías se realizó para que Moreau fuera el candidato del dos por ciento. ¿Mestre será el nuevo Moreau?

IX

Y ya que alguien comparó lo que pasa ahora con Negri con lo de Terragno y Moreau hace casi quince años, señalo que no solo el “aparato” apoyó a Moreau -que ya perfilaba ser lo que luego fue- sino que para que ganara se hizo fraude. Y todo para que Moreau sacara el 2% de los votos. Un chaleco de fuerza por allí.

X

La situación política de la provincia de Córdoba es deplorable para Cambiemos. La responsabilidad de la UCR de Córdoba es absoluta. No hay excusa, no hay justificación, no hay coartada que explique lo que están haciendo. Ni el enemigo más despiadado hubiera sido tan eficaz.

XI

Lo dijo Amadeo Sabattini: “Las internas partidarias son un sano ejercicio democrático si a continuación el que ganó y el que perdió hacen juntos la campaña electoral, hablan en la misma tribuna y en los pueblos que visitan se alojan en el mismo hotel”. ¿Tanto cuesta entenderlo?

XII

Incorregible Cristina. Un video con objetivos electorales presentándose como madre desconsolada y victimizando políticamente a la hija. El decoro exigiría discreción por la enfermedad de la hija. Pero no, ella elige videos lacrimosos dignos del más deplorable culebrón caribeño.

XIII

El lenguaje real del video de Cristina es interesante. Aquello que no se reconoce a primer golpe de vista y sin embargo es evidente. La luz, los tonos de voz, la música, el movimiento de la cámara... un lenguaje de muerte, un lenguaje necrofílico que suele ser tan afín al populismo y a sus especulaciones políticas.

XIV

Cristina K es la exclusiva responsable de haber expuesto a su hija a las asperezas de la lucha política. Agravado en este caso, porque además la expuso (con el consentimiento de Florencia) en los abundantes y lucrativos negocios ilegales montados por el régimen cleptocrático.

XV

“Métanse conmigo, pero no se metan con ella”, dice con tono de madre desconsolada la Señora. Se refiere a su hija Florencia, la misma mujer que aceptó entregar los atributos presidenciales del mando en 2011 y ser titular de una cuenta con millones de dólares sin haber trabajado en su vida dos días seguidos.

XVI

Si los políticos quieren en serio apartar a sus familiares del poder pueden hacerlo. ¿Quién conoce, por ejemplo, qué pasa con los hijos de Carrió? Es una cuestión de decoro republicano pero también de cultura política. Al populismo en sus diversas variantes no solo le encanta exponer a la familia como emblema de poder, sino que su concepción del poder es cortesana. Recordemos que entregar los emblemas del poder republicano es una de las actividades simbólicas más importantes de un Estado de derecho. Cristina le otorgó ese privilegio a su hija. Si la chica ahora está enferma, la responsabilidad no hay que buscarla lejos sino cerca, demasiado cerca para desgracia de Florencia.

XVII

Se inicia el debate para interpretar el resultado de las elecciones en Neuquén. “Cambiemos salió último”, dirán los K, “El candidato K fue derrotado”, dirá Cambiemos. En homenaje a la verdad diría que en Neuquén ganó el MPN y que, para satisfacción de Macri, Vaca Muerta no corre riesgos.

XVIII

La derrota de Ramón Rioseco en Neuquén provoca sus dolores y lamentos. Vaca Muerta es una inversión multimillonaria. Y hacia el futuro se avizoran muchas más inversiones. ¿Ustedes se imaginan a De Vido, Báez, López, Jaime o el Morsa poniendo las manos en ese negocio? Que lástima.

XIX

Sumando los votos de Gutiérrez y Sobisch, el Movimiento Popular Neuquino (MPN), suma el 50 por ciento de los votos. La pregunta a hacerse es la siguiente: esos votantes del MPN ¿a quién votarán en el orden nacional en octubre: a Cristina o a Macri? La respuesta parece evidente.

XX

En honor a la verdad, los comicios de Neuquén habilitan a Cambiemos un respiro, pero no hay motivos para festejar. Mucho menos pueden festejar los K. Perdieron por goleada. Además, un porcentaje de votos que recibió Gutiérrez eran del candidato radical que votaron contra Rioseco.

XXI

Sospecho que el problema de las encuestadoras no es que se equivocan, sino que siempre dan ganador a quien les paga. Es verdad que en cada elección hay una encuestadora que acierta, pero acierta no porque juegue limpio sino porque alguien inevitablemente tiene que ganar.

XXII

Me informan que el eje de la campaña de Rioseco fue: “Si gana Gutiérrez, gana Macri”. Admitamos que cuando los kirchneristas quieren ser claros, lo son. En lo personal, admito que por primera vez estoy tentado a creerles. “Si gana Gutiérrez, gana Macri”. Si ellos lo dicen...