Todavía resuenan los festejos en la “Autopista”, tras la agónica victoria “gitana” del fin de semana pasado ante Jockey por un punto gracias a la certeza de Alejandro Molinas a la hora de patear el último penal del partido.
El medio scrum de CRAI fue un valor importante en el triunfo de su equipo ante Jockey por la tercera fecha del TRL. El sábado que viene, el rival será GER en el Parque Independencia.
Todavía resuenan los festejos en la “Autopista”, tras la agónica victoria “gitana” del fin de semana pasado ante Jockey por un punto gracias a la certeza de Alejandro Molinas a la hora de patear el último penal del partido.
El “otro” 9 en cancha, junto a Molinas, fue el experimentado Estanislao Bay. Él también tuvo, por momentos, que patear a los palos (también anotó un try). Y fue sin dudas, uno de los artífices fundamentales del triunfo gracias a su juego siempre rápido y desequilibrante, que contagia a sus compañeros.
“Como siempre decimos, intentamos que nuestra bandera sea la defensa, y en el primer tiempo anduvimos muy flojos en este sentido, y en prácticamente todos los ámbitos. Los dejamos jugar y hacer eso frente a Jockey con pelotas vivas o recuperadas, es prácticamente letal.
Sin dudas en el segundo tiempo hicimos un click de cabeza, tal como nos pasó en el clásico ante Santa Fe Rugby. También inconcientemente ellos bajaron un cambio, lo aprovechamos y esta vez la moneda cató de nuestro lado” fue el pequeño resumen que hizo “Tany” a diario El Litoral ni bien finalizado el partido.
Está claro que lo ocurrido en la etapa complementaria del encuentro, fue clave y así lo destacó Bay: “Teníamos que ponernos en campo de ellos, complicarlos, tacklear más fuerte en el uno contra uno. Consolidamos el line, algo que no fue bueno con SFRC, y pudimos mejorar el scrum, lo que habla a las claras del gran trabajo y esfuerzo que realizaron los forwards”.
Respecto al buen comienzo de CRAI en el TRL 2019 (tres victorias al hilo), el back “gitano” prefiere ser cauteloso. “Haber arrancado de esta manera, ganando los primeros tres partidos, no significa nada. Lo primordial es meternos entre los ocho mejores. Una vez consumado esto, damos vuelta la página y se arranca de vuelta. Debemos ir mejorando partido a partido sobre todo en el sistema de juego. El objetivo de máxima sería meternos entre los cuatro finalistas. Todos tenemos en la cabeza eso, pero nunca nos vamos a meter en las finales, si no tenemos previamente los pies sobre la tierra y trabajamos para cumplir con esa meta”.
“Lo del Ale Molinas fue destacable. Meter un penal sobre el final no es algo simple, con el valor agregado que el año pasado, una situación similar, terminó con una suerte distinta”