Luis Rubeo va por un cuarto mandato como diputado provincial encabezando la lista Desafío 2019 en Juntos. Fue presidente de la Cámara Joven entre 2011 y 2015 y desde su lista apoya la precandidatura de Omar Perotti a gobernador “recorro la provincia no colgado a su falda”; a Marcos Castelló como senador en La Capital donde comparte cartelería y de Ricardo Porta como concejal.
—¿Por qué un nuevo mandato?
—Creo que tengo muchísimo para dar todavía. El peronismo puede ganar la provincia y quiero ser uno de los principales hacedores de ese triunfo en Santa Fe; quiero convertirme en el brazo legislativo del peronismo. Además vengo empujando una importante camada de dirigentes jóvenes y para ellos trato de establecer una cabeza de playa que en un hipotético triunfo del peronismo les permita ocupar lugares. Estoy convencido de que la administración del peronismo que viene queda en manos de dirigentes con menos de 50 años. Tengo equipos, tengo propuestas, quiero modificar situaciones injustas que todavía se viven en la provincia.
—Desde su llegada a la Legislatura viene insistiendo, sin suerte, con la reforma tributaria.
—Es un tema de justicia tributaria no solamente para que haya equidad sino porque el Estado necesita recursos. Si no tenés plata no podés gobernar. Hay una cantidad de demandas sociales -que se van a agudizar- que el gobierno deberá hacer frente y que necesita para ello de recursos. Quiero todavía que Miguel Lifschitz me explique por qué en el presupuesto 2017 le bajó la tributación a las empresas cerealeras del 0,50 al 0,25%. Son cientos de millones de pesos que venimos perdiendo todos los años. Nuestra expectativa es incrementarlos. La última vez incluso fue apoyado esto por diputados oficialistas y quedó trabado en el Senado. Así como quedó trabada en el Senado con vocación política se hubiera podido incluir en el mensaje del presupuesto y allí el gobernador la retiró.
—Subirle a un sector pero bajarles a otros por la alta incidencia que tiene la política impositiva en todos los sectores.
—Tenemos que hacer una muestra concreta de adónde bajamos y pienso en el comercio minorista que está teniendo un embate con dos cosas que le pegan muy fuerte: la tributaria desde el Estado y los altos costos de la energía. La energía se convirtió en impagable. La cantidad de comercios que cierran lo hacen por dos cuestiones: no tienen ventas y les cuesta pagar el alquiler, y la segunda porque no pueden pagar la factura eléctrica. En Santa Fe no hacemos nada ante esto.
—¿Hay que mirar a la EPE o es un problema nacional el tema tarifas?
—Hay que mirarlo también desde la estructura de la EPE. Se debe mirar la cifra el VAP (Valor Agregado de Distribución) que es el verdadero meollo de la cuestión. Como legislador, nunca he podido saber cuáles son los componentes de ese valor, cuánto le carga la EPE a lo que viene del sistema interconectado nacional. Nunca lo pude saber. Te mandan a tal página y ni economistas me la han podido desarrollar porque tiene una notable cantidad de componentes que hace imposible determinar cuál es ese valor agregado. Hay que revisar algunos costos en forma urgente. La factura tiene además de los kW consumidos una serie de leyes provinciales que es casi un 25% de la tarifa. Acá en la ciudad de Santa Fe el tema se discutió por el conflicto entre municipio y provincia por el cobro de la CAP, pero en el resto de la provincia se sigue pagando. No digo que sea injusto pero debemos revisar eso, bajemos algunos puntos en cada una de esas leyes y reducimos ese 25%, que será beneficioso no sólo para el consumo domiciliario sino también en las micro y medianas empresas que generan el 80 % del trabajo en la provincia. Que es lo que más me piden en el recorrido. Ya no está en primer lugar la seguridad; la gente no quiere vivir del asistencialismo, quiere trabajar, tener un trabajo digno para llevar el pan a la casa y la principal demanda que tienen los presidentes comunales hoy es pedidos de alimentos de los vecinos y de mayores que no pueden comprar medicamentos. Son realidades que hay que atender. Soy partidario para que en la discusión paritaria el gobierno acuerde salarios con trabajadores públicos y docentes, pero no para quedar bien con la masa de ellos sino porque ellos consumen y mantienen el nivel de consumo. Es más, si hubiese que parar alguna obra para mantener los niveles de consumo lo haría si fuese gobernador. Hay que tomar decisiones y veo al gobernador que cuando hay que tomarlas se para más al lado de las corporaciones que de la gente. Lo hizo con las cerealeras; ¿por qué no reglamenta el plus médico que votó la Legislatura y que sufre el vecino cotidianamente? No lo hace porque acordó con Clínicas y Sanatorios, con las gerenciadoras.
—Tampoco le reglamentaron la ley de trato digno...
—Días atrás escuchábamos a un legislador del oficialismo hablando de defender a la tercera edad, proteger a los jubilados, y le contesté que le pida al gobernador que reglamente la ley y así los jubilados no tienen que estar haciendo tres horas de cola al aire libre para cobrar. La ley dice que tienen que atender en 30 minutos, en lugares confortables y que tengan baño. Lifschitz no la reglamenta porque acordó con las entidades financieras.
—El gobierno pone en la campaña también la reforma constitucional.
—Es un caballito de batalla de Lifschitz para no discutir cuestiones de fondo. Si hubiese tenido vocación de modificar la Constitución, hubiese enviado el mensaje en Extraordinarias; lo hubiéramos votado y si hubiese hecho caso a la oposición, en junio elegiríamos convencionales constituyentes. Leyendo las crónicas se demuestra que había un Miguel Lifschitz hasta el 29 de agosto y hubo otro al 30 de agosto. El 29 fracasó la reforma en Santa Fe y a partir de allí el gobernador empezó a endurecer el discurso con el gobierno nacional. Hasta ese momento coqueteaba con el gobierno nacional. ¿Hubo alguna declaración altisonante con respecto a Macri hasta ese día? Al contrario, lo recibía, firmaron el pacto fiscal que a Santa Fe no le trajo ningún beneficio. Todo esto ocurrió. Queremos modificar esta situación y la oportunidad es el 28 de abril.
* Lugar de residencia: Rosario, donde nació.
* Familia: casado, dos hijos y abuelo de Olivia Eva.
* Club: Rosario Central. “Soy canallón aunque hace años que dejé de ir a la cancha”.
* Hobby: hacer política.
* Película favorita: “El Padrino”.
* Autor de libros: Jorge Amado.
* Música preferida: Cumbia, “Soy autor de la ley del día de la cumbia santafesina”.