Con educación y servicios públicos como los principales ejes de su tarea legislativa; la situación económica y social, empleo y seguridad entre las preocupaciones más graves que recoge en las recorridas por la provincia, y la certeza de que a nivel nacional “ninguna fuerza política puede sacarnos por sí sola de esta crisis”, Rubén Giustiniani encabeza la lista de candidatos a diputados de “Igualdad” que, por “Igualdad y Participación” se prepara para competir en las Paso del 28 de abril.
Y el legislativo es un ámbito en el que se mueve con soltura, luego de su paso por las dos cámaras nacionales y un período como diputado provincial. De todo eso habla en esta entrevista.
- ¿Cuáles son las principales preocupaciones que recoge de su recorrida por la provincia?
- La cuestión económico social, el empleo y la seguridad aparecen, casi sin diferencia, de norte a sur de la provincia, con algunas particularidades en las grandes ciudades como Santa Fe y Rosario, donde la cuestión de la inseguridad golpea fuertemente y el tema económico social producto del ajuste estructural que está viviendo la economía nacional, por una combinación perversa de inflación con recesión, está golpeando duramente en la economía de las familias. Esto a pesar de haber una de las cosechas más importantes de los últimos años.
- ¿Cómo se puede incidir desde la Cámara de Diputados sobre estos ejes que usted marca: economía, empleo y seguridad?
- Mucho, yo creo en el gobierno de las leyes, que en democracia es una base importante para tener un país más justo y una provincia más transparente. Y una ley marca la política de Estado. Por eso mi principal preocupación, desde que fui diputado provincial, fue por una ley de Educación. Santa Fe no tiene ley de educación y es uno de los grandes déficit que tiene nuestra provincia. Como senador nacional me tocó trabajar fuertemente en la ley 26.206 que reemplazó a la Ley Federal y por eso mi primer proyecto en la Cámara de Diputados de Santa Fe, hace tres años, fue la ley de Educación. Hubo proyectos de otras vertientes políticas y del Poder Ejecutivo provincial, logramos articular en una media sanción y demostramos que, en materia educativa, en Santa Fe no hay grieta. Y eso es muy importante como una política de Estado que garantice un presupuesto adecuado para la formación docente, para la infraestructura escolar, para la calidad educativa y para la inclusión, ya que hoy el drama es que de cada 10 chicos, 5 no terminan la escuela secundaria. También consideramos esencial la educación inicial, y presentamos una ley específica porque creemos que en los jardines de infantes el Estado juega un papel importante ya que hoy, quien tiene dinero, puede mandar a sus chicos al jardín y quien no tiene dinero, no. El otro gran eje es el de los servicios públicos; una ley marco regulatoria que pare con los tarifazos, garantice audiencias públicas vinculantes y asegure entes de control con participación de los usuarios. Es decir que las tarifas sean justas y razonables, y que nunca su aumento pueda ir por encima de los incrementos salariales y las jubilaciones.
- Fue legislador nacional en ambas cámaras, legislador provincial y vuelve a ser candidato para Diputados, así que parece convencido de ese concepto del “gobierno de las leyes”. ¿Está revalorizada la actividad legislativa entre la ciudadanía? En sus recorridos por el territorio, ¿encuentra que la gente conoce a sus legisladores y a la actividad en la Legislatura?
- Hay un marco general de una crisis de representatividad y legitimidad de la sociedad hacia la dirigencia política y los partidos. Lo veo como un signo positivo de la democracia, porque en tres décadas y media la sociedad controla mucho más a sus representantes. En general, siempre es poco conocida la tarea legislativa. En mi caso me conocen, he recorrido la provincia siempre, y considero -y lo he practicado- que los mejores proyectos que después fueron leyes salen de ese diálogo con la gente y de sus necesidades. Fue así con el 82 % móvil, cuando hicimos cantidad de reuniones y audiencias públicas con jubilados. También para la reducción de la mayoría de edad de 21 a 18 años que fue una ley de mi autoría y salió de una anécdota, cuando el soldado Edgardo Esteban volvió de Malvinas (después publicó “Iluminados por el fuego”) y para ir a Uruguay con la novia tuvo que pedirle permiso a su mamá.
- ¿Qué valoración hace del gobierno de Miguel Lifschitz?
- Ha tenido aciertos en algunas materias como en el desarrollo de la obra pública y he manifestado mis diferencias públicas en la Legislatura con respecto al manejo de los servicios públicos, de las tarifas de luz y de agua que acompañó la política del gobierno nacional en la materia. También en haber firmado el Pacto Fiscal que nos condicionó en muchas políticas: Santa Fe, por su espalda y dimensión, podría haber dado un mensaje distinto al país.
- Y la postulación de Antonio Bonfatti como candidato a gobernador, ¿qué opinión le merece?
- Nosotros no presentamos candidaturas ejecutivas. Presentamos nuestra lista de diputados provinciales. Estamos en un proceso con vistas al 28 de abril cuando son las internas de los partidos, y cercanos al 16 de junio (generales) como espacio político de Igualdad y Participación. Charlaremos con nuestra gente y definiremos qué es lo mejor para la provincia de Santa Fe.
- Y a nivel nacional ¿por qué candidato decantaría? O precandidato, porque por el momento estamos hablando de nombres.
- Creo que ese es el problema: hablar mucho de nombres y poco de proyectos. Me parece que se pone el carro por delante de los caballos. No comparto que una figura política nos va a sacar de la crisis. Creo que hay que andar mucho porque la situación es muy seria. Hoy ya estamos en una situación de alta inflación y recesión que no afloja, con lo cual lo primero que habría que plantear es que ninguna fuerza política puede sacarnos por si sola de esta crisis y hay que plantear un acuerdo económico, social y político amplio que no solamente aborde a la política y a los partidos, sino también a los trabajadores y los empresarios.