El Litoral | polí[email protected]
La organización del acto en el que el gobernador anunció que dejaba sin efecto la consulta sobre la reforma constitucional fue realizada con premura.
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Pese a la trascendencia del anuncio del gobernador de dejar sin efecto la consulta sobre la reforma constitucional, y su magnitud luego del notorio y extendido esfuerzo desplegado previamente para llevarla a cabo, el acto fue expeditivo.
La premura en el manejo de los tiempos también se reflejó en la convocatoria, que para los medios tuvo modalidad “enigmática” -hasta minutos antes el motivo era sólo materia de especulaciones- y para los legisladores y funcionarios implicó apresuradas modificaciones de agenda.
Paralelamente, la preparación del acto fue mucho menos improvisada -e incluso, según los observadores, llevó más tiempo que el acto mismo-. Así, la colocación y corrimiento de los papeles con los nombres y en las ubicaciones que correspondió a cada uno de los presentes, demandó una tarea meticulosa y no exenta de complejidades; al punto que demoró en media hora la conferencia de prensa.
Algunos cronistas ansiosos intentaron fotografiar los papelitos, pero fueron gentilmente detenidos, y obligados a respetar la línea trazada como límite infranqueable.