Tomás Rodríguez | Especial para El Litoral | [email protected]
A la edad de 71 años falleció, recientemente, el ex basquetbolista Carlos Verga, quien vistiera las casas de Unión y Colón así como también de selecciones santafesinas, de la provincia y la celeste y blanca.
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Causó conmoción e impactó en el corazón de los amantes del basquetbol de nuestra ciudad, de la provincia y del país, el fallecimiento de Carlos Alberto Verga, producido el 23 de mayo último, considerado una de las glorias del baloncesto santafesino del siglo pasado y que defendió con orgullo y pasión las camisetas del Club Colón y de los seleccionados de la asociación local, de la federación de la provincia y de la Argentina.
Carlucho era hijo del destacado goleador del Club Unión, Carlitos “Colorado” Verga, centrodelantero, aguerrido, guapo y un mortífero artillero en la década del 40’ cuando la entidad de la avenida López y Planes militaba en segunda división (actual Nacional “B”) de la Asociación del Fútbol Argentino y comenzaban las transmisiones radiales deportivas en Santa Fe.
A Carlucho, sus padres, le inculcaron la vida sana del club, fuera de la calle, por eso sus amigos de la niñez y adolescencia asistían diariamente al club del barrio, Rivadavia Juniors, aunque nunca jugó oficialmente al básquetbol en la entidad de calle San Lorenzo.
Además, concurría al Club Unión donde el profesor Carlos Mario Hurtado, director del Departamento de Actividades Deportivas era su consejero, guía y conductor, quien lo tuvo en natación, polo acuático y vóleibol. Eran sus comienzos federativos en las categorías promocionales de básquetbol rojiblanco.
Fue campeón en los torneos intercolegiales -tradicionales competencias que albergaban a numerosos aficionados en las distintas disciplinas- con Escuela de Comercio “Domingo G. Silva” y llegó a primera división de Unión, junto a Felipe Fernández, Roberto Monti, Ricardo Giunta, Rubén González, Héctor Von Der Thusen y José Sama, entre otros.
Cuando hojeaba los diarios o revistas deportivas comentaba a sus amigos que pretendía algún día tener destacadas actuaciones y ser figura nacional como sus prestigiosos antecesores, entre ellos, Raúl Claudio Calvo, Sabino Fernández, Julio Fortunato Carrasco, Manuel Guerrero, Tomás Vío, Cándido Arrúa, Ignacio “Nacho” Poletti, Waldemar Castaño, Bruno Varani, Orlando “Pocho” Peralta, Juan Alberto “Parco” Barea. Edgar “Tubo” Parizzia, Ricardo Crespi, Alfredo “Fredy” Murillas, Alfredo Monachesi, etc.
Actuación espectacular
Cuando jugaba en primera división de Unión, en 1973, frente a la poderosa formación de Policial (una escisión de Gimnasia y Esgrima y un refuerzo de Colón) que dirigía Oscar “Pistola” Bonomo, en la cancha abierta de calle Alberti, una noche de invierno frente a Roberto “Baby” Alfonso, Alfredo “Palometa” Monachesi, Marcelo “Chelo” Candioti, Ricardo “Pirucho” Ruglio, Luis Villa, con un fuerte viento que cruzaba el rectángulo, Carlucho Verga se desplazaba como ala, buscaba posición y desde afuera de los 7,25 m. enviaba sus lanzamientos anotando 44 puntos en la victoria rojiblanca, quitándole a su oponente el sueño de ser campeón local. Un tirador de media distancia excepcional.
En la década del 70 apareció el fenómeno Colón
A principio de 1974, el “Cabezón” Cedeira -comerciante, propietario de tienda El Guipur- observaba partidos de todas las categorías, delegado de Colón en la Asociación Santafesina puso en marcha una propuesta de carácter innovadora en la conformación de un equipo espectáculo, para volver a ubicar a Santa Fe en los primeros planos del concierto nacional, hablando con un grupo de jugadores de distintas entidades para jerarquizar al baloncesto santafesino.
El “Fenómeno Colón” comenzó a concretarse cuando se hizo realidad el sueño de los directivos sabaleros al obtener el consentimiento y la incorporación de Felipe Fernández, Ricardo Giunta, Roberto Carlos Monti y Carlucho Verga (todos de Unión) y Mártire Carmelo Mendoza (Rivadavia Juniors), además como director técnico se obtuvo el consentimiento del inolvidable Orlando Amadeo “Pocho” Peralta”, quien al poco tiempo de haber asumido en esa condición debió renunciar por fuertes presiones y siendo expulsado como vicepresidente y asociado rojiblanco.
Ante esa situación originada, ese lugar en el banco, fue ocupado por Alberto “Beto” Cerati (Rivadavia Jrs.), más tarde la conducción también estuvo a cargo de Juan Alberto “Parco” Barea y el “Mudo” Robledo, entre otros.
A pesar de la notable convocatoria y popularidad, Colón carecía de la infraestructura deportiva necesaria para disputar los partidos locales y ante las consagradas formaciones nacionales e internacionales, debía disputar los encuentros en los estadios “Tribu Mocoretá” del Club Regatas Santa Fe y “Juan de Garay” de Gimnasia y Esgrima, albergando a multitudes ávidas de espectáculos de básquetbol del más alto nivel.
Cabe destacar que el vicepresidente de Colón y titular de la subcomisión de básquetbol, Rubén Speratti y el activo dirigente Osvaldo Carrasco lograron el concurso de Roberto Van Lacke, Eduardo “Toti” Baratti y Carlos “Gato” Bianchi, de Regatas Santa Fe; Carlos Delfino de Racing de Gualeguaychú (padre del campeón olímpico del mismo nombre y apellido), Ricardo de Cecco de Obras Sanitarias de Buenos Aires; Héctor De Grave (Atl. Gimnasia y Esgrima) y Wenceslao Strnad (Unión, Progreso y Libertad de Barranquitas y Rivadavia Juniors).
“Colón abrió las puertas”
Carlucho nos aseguró hace algunos años que “Colón le abrió las puertas al básquetbol de Santa Fe en la década del ’70 al conformar un equipo espectacular, no nos ganaba casi nadie en el país. Entonces no teníamos jugadores americanos ni extranjeros.
“La mayoría de la ciudad de Santa Fe y confrontábamos con los mejores y más poderosos conjuntos de Sudamérica, de Europa y hasta de de China””, decía Carlucho.
Explicaba que “en nuestra ciudad jugamos con equipos de la jerarquía de Sport Clube Sirio (San Pablo), Franca Basquetebol Clube de Brasil; Juventud de Badalona y Barcelona de España; Oklahoma de Estados Unidos y la Selección de China.
“En el concierto nacional Colón disputó recordados partidos con Obras Sanitarias, Lanús, Gimnasia y Esgrima de La Plata, F. C. Oeste, todos poseían en sus formaciones un estadounidense como mínimo”, explicaba Carlucho Verga, luego revelaba que “con el Cholo Mendoza, Ricardo Giunta y Felipe Fernández peleábamos ante esas poderosas formaciones de igual a igual bajo los tableros, siendo juegos emotivos y muy duros”.
Los brasileños
Sirio había ganado ocho sudamericanos de clubes, siete tazas de Brasil, un campeonato del mundo; lo dirigía Claudio Mortari y jugaban Carioquinha, Marcel y Oscar Smith, en sus comienzos; en tanto, Franca, tricampeón sudamericano (1974, 1975 y 1977 con Anderson Varajao, Guerrinhia, Helio Rubens, Tato López y Maurice Spillers con el técnico Pedroca (Pedro Morillas Fuentes).
Bicampeón del Amistad Deportiva
En la década del 70’ del siglo pasado, el Club Deportivo Libertad de Sunchales, organizaba el certamen más importante en el concierto de entidades deportivas del país, el “Amistad Deportiva”, porque estaban representados los campeones de las principales ciudades de la Argentina y de los clubes de mayor prestigio del interior de nuestro país, se realizaba durante tres días en la segunda ciudad más importante del departamento Castellanos.
Se trataba de un suceso inédito porque los equipos jugaban hasta tres o cuatro partidos por jornada y se alojaban en casas de familia, en una muestra más de espíritu solidario de la comunidad sunchalense, donde además se reunía lo más granado de la prensa especializada de la Capital Federal y del interior (Bahía Blanca, Córdoba, Entre Ríos, La Plata, Mendoza, Misiones, Santiago del Estero, Tucumán, etc.).
Los encuentros eran de elevado nivel técnico y los integrantes de los respectivos conjuntos confraternizaban, sellándose una relación como lo señalaba su nombre para toda la vida.
Al poco tiempo de formarse, en 1974 llegaron a la final, el “Nuevo” Colón de Santa Fe y Lanús, campeón del torneo oficial de la Asociación de Buenos Aires, una poderosa formación donde jugaban Carlos Pellandini, Víctor Hernández, Fernando Pratto, Alfredo Roberto Murillas (formado en Gimnasia y Esgrima junto al Húngaro Ricardo Crespi y Julio Ponce Aragón, campeones panamericanos juvenil en 1955 en Cali, Colombia), Jorge “Loco” Ucha, Eugenio “Pichi” Messina. Raúl “Lepe” Guitart, Horacio “Cuqui” Guglielmino, Norberto Meire, etc.
En la final, Colón en una actuación espectacular con Ricardo Giunta defendiendo su aro con la fuerza que lo caracterizaba, el “Cholo” Mendoza peleando en el tablero rival y “Carlucho” Verga imparable con sus envíos y jump-shot de toda distancia le dieron una victoria de campanillas.
Argentino y Sudamericano
El décimo campeonato argentino consiguió el seleccionado de la Federación de Bosquete de Santa Fe en 1977, en Córdoba, al vencer en dos ocasiones a la poderosa alineación de la provincia de Buenos Aires.
El décimo título en el “Más argentino de los campeonatos”, lo alcanzó Santa Fe después de 17 años frente a Provincia de Buenos Aires, ganador de ocho de los últimos 10 diputados, donde actuaban el “Mago” Albero Pedro Cabrera, Jorge Cortando, Tato te Pagella, Atilio “Lito” Fruet, José Ignacio De Lizazo para nombrar a lo más significativo del subcampeón.
En el quinteto conducido por José “Pepote Spies” jugaban Verga, Mendoza y Monti de Colón, el resto de Almagro de Esperanza, entre ellos, Horacio Desávado, Hugo Cignetti, Héctor “Pato” Roldán, José Gaido y Alberto “Patito” Paoli.
En la final de la zona clasificatoria Santa Fe se impuso a Provincia 68 a 66, con 30 puntos de Carlucho. En las semifinales, en el partido más dramático del certamen venció a Mendoza 66 a 65 y la formación bonaerense a Córdoba 65 a 58.
Carlucho fue nominado el jugador más valioso del certamen y goleador con 152 conversiones; el “Cholo” Mendoza el más destacado del encuentro decisivo y Paoli “la revelación del torneo”.
Una conquista de notable valía consiguió la Argentina en el mes de febrero de 1976 al clasificarse campeón sudamericano en el Coliseo Cubierto “Iván de Bedout” de la ciudad de Medellín, Colombia. En la final venció a Brasil por 82 a 80.
Previamente había vencido el 1º de abril en el debut a Perú 107 a 75; al día siguiente en el clásico rioplatense a Uruguay, 80 a 62; 48 horas después, en el tercer juego a Paraguay 89 a 79; el martes 6 derrotó categóricamente a Chile 110 a 77; el día 8 superó al anfitrión, Colombia, 87 a 67 y en el encuentro decisivo, el 10 de ese mes, en un partido de alto nivel, al monarca reinante Brasil, despojándolo de la condición de invicto y campeón, conjunto donde sobresalían los campeonísimos Helio Rubens y Marquinho.
En la oportunidad, Argentina (562 puntos a favor y 437 en contra) invicto, instrumentó un moderno sistema con tres internos móviles (hombres altos) y el jump-shot de Carlos “Chocolate” Raffaelli y Carlucho Verga.
El plantel lo conformaban cinco jugadores naturales de Santa Fe (“Carlucho” Verga, el “Cholo” Mendoza, Carlos “Chocolate” Raffaelli, Jorge “Loco” Martín y Raúl “Lepe” Guitart, además de fantásticos elementos como Carlos Pellandini, Adolfo “Gurí” Perazzo, Eduardo “Tola” Cadillac, Ernesto Gehrmann, Gustavo Aguirre, Fernando “Runcho” Pratto y Eduardo Benítez, respectivamente.